Neurodiversidad
Es obvio para todos que no existen dos personas iguales. Lo podemos ver en los rostros, en la forma como nos movemos, en la talla y forma de nuestro cuerpo. Ahora bien, quizá una de las diferencias entre las personas con más repercusiones en la vida sea la diferencia neurológica: al igual que no hay dos personas con las mismas huellas digitales, tampoco existen dos personas con cerebros idénticos.
Temple Grandin es una de las principales voceras del mundo sobre el autismo. Es además la persona con autismo más famosa del mundo. Bióloga y docente de comportamiento animal, se dio cuenta de que pensaba con imágenes y tenía la capacidad de ponerse en el lugar de los animales y predecir su comportamiento. Usó esta mirada para hacer reformas en la estructura y la forma de cría de ganado que está mejorando la calidad de vida de los animales.
Grandin aprovechó su visibilidad para permitir que se experimenten en ella los más modernos sistemas de exploración del cuerpo por imágenes para tratar de entender cómo funciona su cerebro. Los resultados de estos estudios mostraron que muchas áreas eran deficitarias: habían crecido poco durante su desarrollo embrional, lo que le causaba los síntomas del autismo; pero también mostraron que otras áreas habían buscado compensar la función que cumplía: si un área era deficitaria, otra se podía fortalecer y otorgar una nueva dimensión. Se dio cuenta entonces que hay dos formas de ver estas variaciones: a partir del déficit o a partir de la capacidad y puntos de fuerza de su cerebro.
El cerebro es un órgano fundamental para nuestra comprensión de la realidad. Es el encargado de procesar la información que recibimos a través de los sentidos. Las diferencias individuales de la conformación de nuestros cerebros son las que hacen que tengamos perspectivas distintas de la realidad. Y al igual que las otras diferencias, cuanto más peculiar sea la configuración del cerebro, menos similar a la “normal” será la lectura de la realidad, para bien y para mal al mismo tiempo. Algunas de estas diferencias son las que hacen que podamos reconocer el olor de nuestra casa, tratar de comprender el universo, reconocer amenazas o crear obras de arte.
La verdadera inclusión no está en aceptar a quienes se ven distintos a nosotros; sino en la forma en que tratamos a aquellos con quienes podemos tener profundas diferencias. Es fundamental el acercamiento a la neurodiversidad a partir de su punto de fuerza, sobre todo en los programas educativos, ya que son necesarias miradas distintas para cambiar la realidad.
La autora es escritora.
Columnas de CECILIA DE MARCHI MOYANO