Gestión pública... a lomo de mula

Columna
Publicado el 08/11/2018

¿Cuáles son las cualidades que el ciudadano espera de un funcionario público? Pregunta que nos remonta automáticamente a las virtudes subyacentes en la lista de principios que rigen la función pública y que se inscriben en el art. 232 de la CPE, de entre los que se enfatiza, solo para los efectos de este escrito, aquellos que guardan directa relación con la idea de meritocracia, tan extrañada como venida a menos en los últimos años, destacando la ética (quien conoce se autoimpone límites morales, vínculo entre el pensar y el hacer), la transparencia (quien conoce y actúa éticamente, nada tiene que ocultar), la competencia (quien conoce debe saber cuándo y cómo aplicar lo que sabe), la eficiencia (debe hacerlo con economía de recursos), la calidad (excelencia y mejora continua), la responsabilidad (quien conoce se hace cargo de las consecuencias, buenas y malas, que ello implica) y los resultados (pues nada habrá servido sin un indicador cuantificable de logro y generación de valor). Sí, más allá de lo que muchos crean, yo creo firmemente que el ciudadano de a pie busca esos atributos en los burócratas a cuyos sueldos aporta con sus impuestos.

En este orden ideas y  aunque parezca un contrasentido, cabe preguntarse si los decisores de política, gerentes de entidades y empresas públicas, dirigentes políticos y, en general, quienes detenten un cierto grado de poder en la distribución y asignación de cargos públicos, comparten esa misma escala de valores, siendo para ello necesario considerar algunos elementos que considero centrales para el análisis: a) La subsistencia de un viejo sistema de acceso al poder político basado en los llamados “partidos empresa”, esto es, en mecanismos de intermediación que reclutan militantes en base a promesas futuras de rentas o cargos, pues está claro que nadie saldrá de buena gana a pintar paredes, colgar pancartas o aportar dinero sin ciertas expectativas de retorno (excluyo a los convencidos ideológicamente, que algunos debe haber); b) La ausencia de un adecuado y funcional sistema de carrera, lo que de inicio disipa límites y determina un nada despreciable margen de maniobra para quienes estén en condiciones de disponer de un cierto número de cargos o “pegas” en la administración pública; y c) Un sistema de condiciones de acceso y ejercicio muy laxo, con determinados requisitos legales, por lo general genéricos y de orden meramente administrativo, a los que se suman unos manuales de funciones y descripciones de cargo muy poco exigentes, ampliando el universo de postulantes a costa de la calidad.

De esta forma, ya desde la misma campaña política se van constituyendo ejércitos de potenciales aspirantes a funcionarios públicos, imbuidos de notables aptitudes y actitudes –lealtad con el candidato y/o partido, un fanatismo exacerbado muy cercano a la violencia, marcadas dosis de voluntarismo con las que se pretende sustituir el conocimiento técnico, ambición, etc.–, utilísimas en campaña pero bastante negativas para la gestión, muy alejados de las características que los ciudadanos esperan de sus burócratas. De ahí saldrá, finalmente, una gran parte de los cuadros que dotarán a la administración de los recursos humanos necesarios para su funcionamiento y ahí es donde también radican sus más deleznables taras y defectos. Emerge así una primera hipótesis, que indica que, por lo general, los dirigentes políticos no priorizan los valores del art. constitucional 232 en la selección del personal que dará cuerpo a la burocracia pública, anteponiendo al contrario iguales o parecidos factores a los que primaron durante la campaña proselitista.

Si esto fuera así ¿cómo es que finalmente funciona la burocracia? Simple, gracias a que un cierto número de decisores políticos asume consciencia de que si bien el conservar un potencial ejército proselitista (militancia “ocupada y contenta”) es importante, no lo es menos el mantener un cierto nivel de eficiencia en la gestión, eso como condición de legitimación a partir del logro de unos resultados concretos, logrando reservar, no sin fuertes resistencias internas, un determinado porcentaje de los puestos, generalmente muy pequeño, para profesionales y técnicos de comprobada capacidad, eso sí, siempre a cambio de un cierto grado de lealtad, quizás más personal que partidario. Se trata, al menos en parte, de una buena noticia, pues ante la imposibilidad de establecer un sistema meritocrático en toda regla, al menos permite que la maquinaria burocrática continúe operando, aunque bajo estándares mínimos, como es de esperarse, condiciones en las que pensar siquiera en procesos de mejora sustanciales resulta, cuando menos, ingenuo.

Como resultado final, se tiene un aparato público que funciona precariamente, débilmente asentado en un reducido grupo de profesionales idóneos, sobre los que se descarga casi todo el peso de la gestión, manteniéndolos saturados y bajo permanentes amenazas de despido, recordándoles a cada momento que su calidad de advenedizos sin militancia comprobada y sin pedigrí político hace de ellos funcionarios de segunda, operadores con escasa o nula influencia en las decisiones, gozando del privilegio/dádiva de un empleo que debe ser pagado redoblando esfuerzos, laborando hasta más tarde de lo habitual e incluso fines de semana. Así, a contrapelo, el conocimiento y la capacidad terminan siendo penalizados en vez de premiados, haciendo que quienes gocen de tales virtudes trabajen, en resumen, como mulas.

De ahí el título de la columna, pues se trata de un estilo de gestión basado en el esfuerzo y conocimiento de unos pocos, sobre cuyos hombros se carga la cotidianidad de todo el funcionamiento organizacional, mientras el resto no logra aportar lo esperado, por mucho esfuerzo y voluntad que demuestre, aquejados de un déficit crónico de saber técnico. Esto no hace más que visibilizar la urgente necesidad de un adecuado sistema de carrera administrativa en toda la administración pública.

Téngase además en cuenta que todo lo relatado no es más que una cadena de hipótesis por comprobar, un conjunto de explicaciones probables a una vieja problemática; por consiguiente, cualquier parecido con la realidad debe ser filosóficamente asumido, científicamente abordado, técnicamente procesado y adecuadamente presentado. Solo así se podrá mejorar.

 

El autor es doctor en gobierno y administración pública

Columnas de IVÁN CARLOS ARANDIA LEDEZMA

30/01/2020
Un ciudadano X entabla, en un día hábil cualquiera y en alguna entidad estatal de nuestro país, una acalorada discusión con un funcionario: – Lo siento...
10/01/2020
    No, los jueces deben permanecer alejados de toda función de gobierno incluso al interior de su propio órgano, pues es bajo esa premisa que la...

Más en Puntos de Vista

PLATAFORMA UNA NUEVA OPORTUNIDAD
EDGAR CADIMA G.
19/04/2024
19/04/2024
ERRAR ES HUMANO
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
19/04/2024
DESDE LA TIERRA
LUPE CAJÍAS
19/04/2024
DESDE LAS REDES
LA H PARLANTE
19/04/2024
18/04/2024
En Portada
El comandante general de la Policía Boliviana, Álvaro Álvarez, informó que el Ministerio Público declaró en reserva el caso de Odalys Vaquiata, quien...
En redes sociales circularon las supuestas preguntas del examen de los prepostulantes para magistraddos, lo que ocasionó preocupación en legisladores. Sin...

"Las peleas de cada día entre Arce y Evo están cansando a los bolivianos". De esa manera se expresó el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho,...
A partir de este viernes, la línea verde del tren metropolitano comenzará a operar cada 30 minutos en toda su ruta.
El año "electoralmente intenso" que en la actualidad vive el continente americano conlleva "riesgos crecientes para las libertades de expresión y de prensa",...
Nueve bolivianos que fueron expulsados por las autoridades chilenas por diferentes delitos llegaron este viernes al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz.

Actualidad
La organización política El Búnker Tercera República propone en un conversatorio en Cochabamba una nueva visión para la...
"Las peleas de cada día entre Arce y Evo están cansando a los bolivianos". De esa manera se expresó el gobernador de...
A partir de este viernes, la línea verde del tren metropolitano comenzará a operar cada 30 minutos en toda su ruta.
La cineasta cochabambina Violeta Ayala compartió este viernes en sus redes sociales imágenes de dos delfines rosados...

Deportes
El entrenador Mauricio Soria se despidió este viernes del plantel de Aurora, luego de ser cesado de su cargo por el...
El empate entre Bolívar y San Antonio 1-1 en La Paz, la noche de este jueves en La Paz y que significó la eliminación...

Tendencias
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre la "situación de emergencia" que se vive en América...
Mayo Clinic, reconocida por su labor en educación e investigación médica, advierte sobre las diversas complicaciones...
La prestigiosa organización World Press Photo ha anunciado a los ganadores de su edición 2024, destacando las imágenes...
El manejo de perfiles digitales tras el fallecimiento de algunos usuarios se ha convertido en un desafío creciente en...

Doble Click
La 60 Bienal de Arte de Venecia ya está preparada para abrir este sábado sus puertas al público en una edición en la...
Perú registra en su territorio 27.060 sitios arqueológicos prehispánicos y 4.323 monumentos construidos en etapas...
'La sociedad de la nieve' es la favorita en el apartado de cine de los XI Premios Platino, que se entregan este sábado...
"Habitat" es la más reciente colección de la diseñadora boliviana Marión Macedo que exhibió vestidos y accesorios...