Instrucciones para renovar la licencia de conducir
Si al retornar a su casa ha visto una redada de Tránsito y, por suerte, no lo han detenido, se trata de un anuncio: revise su licencia de conducir. Si no ha caducado, no siga leyendo este texto. Si ha caducado, estas instrucciones le servirán.
Levántese temprano y recabe los documentos requeridos, lo que es complicado porque en ninguna entidad del Estado están bien consignados. Por ello, le servirá este resumen: necesita dos/tres fotocopias de su cédula de identidad y de su licencia caducada, más los originales, una fotografía con fondo rojo, el depósito en el Banco de la Unión (BU) del costo de la licencia (Bs250, particular) y del certificado de antecedentes de Tránsito (Bs60), y el certificado médico, cuyo costo es de Bs50 que paga en el centro médico autorizado (por ejemplo, Prosalud).
Parece un trámite fácil, pero… en el BU deposita el monto que deberá pagar por la licencia, pero si quiere además depositar el pago a la Policía, el cajero le explicará que no puede hacerlo, pues no se sabe a qué cuenta depositar ni el monto a cobrar, por lo que primero debe ir a Tránsito…
A continuación, puede ir al centro médico autorizado. Ahí tendrá que hacer una larga cola, por lo que llévese algún material de entretenimiento (mejor un libro, porque en algunos prohíben el celular). Una vez que le hacen la revisión el médico/a emite el certificado que debe adjuntar a su folder, pero debe esperar 24 horas para que la información llegue vía red al Servicio General de Licencias de Conducir (Segelic)
Luego, trasládese a las oficinas de Tránsito para recabar el certificado de antecedentes. Un paréntesis: no pregunte en Segip (en la Av Circunvalación, este) dónde quedan esas oficinas, porque lo mandarán “detrás del cementerio”, lo que es falso, porque hay que ir a las tradicionales oficinas de la zona sur.
Una vez que llega ahí, suba al segundo piso para ingresar, pasando una vidriera, a un amplio salón cuidado por un efectivo (en mi experiencia “una”) de la Policía que revisa sus documentos e informa que se requiere una foto con fondo rojo y depositar en la cta 1-4717944 del BU Bs60 (cuide este dato, es ultra secreto, no lo conocen ni en el Banco, por lo que espero que no me procesen por difundirlo).
Vuelva entonces al BU, deposite el dinero y retorne a Tránsito. Entonces le darán una “ficha” con un número y debe esperar a ser llamado. Aquí es clave ser de la tercera edad. Si lo es, hágalo notar porque nadie se fija en su fecha de nacimiento y automáticamente le entregan la que sigue la secuencia general. En cambio, si es de la tercera edad, tiene atención preferente y en vez de quedarse unas buenas horas, el trámite puede estar resuelto en algunos minutos.
Otra aclaración, antes de entregar el certificado quien le atiende le hará firmar un papel con sus datos para que certifique que son los correctos. Si no lo son, pero usted ha firmado, nomás deberá reiniciar todo el proceso: volver al BU, pagar el costo y retornar a Tránsito. Así que revise con cuidado y sin atufarse.
Al día siguiente, vaya lo más temprano que pueda al Segelic, mejor a las instalaciones que se encuentran en Colcapirhua, donde hará tres colitas (porque van rápido), una de las cuales sin justificación alguna y mejor no la pida porque si lo hace puede molestarse el funcionario que si bien no lo maltratará lo mirará con un gesto despectivo que podría ser respondido, pero si quiere terminar el trámite no lo haga...
En función del número de asistentes y de que si es de la tercera edad y lo hace notar, esta última etapa es más bien rápida, y termina con su licencia que tiene una duración de cinco años, pero sólo de tres si es de la tercera edad…
Cuenta alguna gente que ha vivido en el exterior, que obtener licencia y renovarla es un trámite que se realiza vía red y que la entidad que la emite la envía a su casa por correo. Imagínese, para qué facilitar la vida de los ciudadanos más aún si complicándosela se muestra alguna parcelita de poder y se abre compuertas al amplio reino de los tramitadores…
Última instrucción: para este trámite y otros se requiere paciencia y predisposición al sufrimiento. Si no las tiene, ni vuelta, acuda a un tramitador…
Ojalá que Julio Cortázar no se enoje por intentar imitarlo, pero además de que espero que estas instrucciones les sirvan, ojalá les ayuden a olvidar un momento el estado de locura en el que nos encontramos en el país, tema sobre el que, lamentablemente, se debe volver.
El autor fue director de Los Tiempos
Columnas de JUAN CRISTÓBAL SORUCO QUIROGA