A una semana de Navidad
Clemencia Robles Prado
Faltan pocos días para celebrar la Noche Buena que festeja gran parte de la humanidad conmemorando el nacimiento de Jesús y su mensaje de esperanza para el mundo.
Lamentablemente, la mayoría de los países del continente suramericano tiene más que reconciliar, meditar y emprender, que muchos otros habitantes de naciones del planeta. Pues hay países, cuyos mandatarios tomaron un rumbo político que invocaba alternativas de izquierda para sus pueblos y hoy lamentan éxodos provocados por la pobreza, el desmantelamiento institucional y/o la represión cruel de sus ciudadanos. Desdicha que las organizaciones internacionales parecen mirar de palco, incluido el papa Francisco.
¿Por qué el silencio? Es una pregunta que nos hacemos los habitantes que vivimos día a día, sin pertenecer o militar en partido o ideología alguna.
Nos hallamos agobiados por las noticias, por la lamentable corrupción, pero sobre todo por el sufrimiento de esos miles de hermanos que dejaron sus patrias y familias por buscar mejores condiciones de vida. Venezuela y Nicaragua son dos de los ejemplos más claros que sacudieron a los argentinos para optar por el cambio, y ese cambio no significó el fin pleno de la corrupción, arraigada en las prácticas de los políticos y de las grandes empresas que ejecutan obras públicas de magnitud.
Sólo queda la conciencia ciudadana, los escrúpulos de los pobladores de a pie, los que no tienen interés alguno en sacar provecho de las circunstancias sin que importe el perjuicio colectivo. Estos días tendrían que ser propicios para fortalecer esa conciencia.
Secretaria
Columnas de Redacción Central