Misiones de Moxos y Chiquitos, construyendo el imaginario colectivo (IX)
Las misiones jesuitas del Paraguay se vieron envueltas en el conflicto ideológico entre “el modelo de sociedad impuesto por los conquistadores españoles, basado en el trabajo forzoso de los indígenas y (su) aculturación violenta… y el modelo de organización comunitaria, autónoma y respetuosa de la cultura indígena llevada a cabo por los misioneros jesuitas.” Era una población indígena que se desarrollaba en libertad y que contrastaba con el sistema de Encomienda. “Una obra fundamental en el debate ideológico fue la obra del jesuita Antonio Muratori, El cristianismo feliz en las misiones de los padres de la Compañía de Jesús en Paraguay, publicado en italiano en 1743.” Muratori expresó que las reducciones jesuitas eran la encarnación de la utopía cristiana.
En ese escenario en 1675, los jesuitas Pedro Marbán y Cipriano Barace dan inicio a la evangelización de los indígenas que habitaban la llanura de los ríos Mamoré y Guapay, teniendo como ya hemos dicho, el centro de operaciones en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. En 1682, fundaron la misión de Nuestra Señora de Loreto en el territorio de los llamados indios Moxos, a la que siguió poco después la de Santísima Trinidad, a orillas del río Mamoré. Las 14 reducciones fundadas, eran habitadas por pueblos indígenas distintos. Los mapas de la época señalan el territorio con el nombre sonoro y poético de Moxitania.“El conjunto de reducciones de la misión jesuítica de Moxos, fundada y organizada por misioneros de la orden de Loyola entre los siglos XVII y XVIII, constituye una notable experiencia de modificación de la cultura y el hábitat de la región mojeña, hasta entonces ocupada por naciones de las llanuras y los bosques tropicales del corazón de Suramérica. Algunas de esas naciones estaban originalmente constituidas por nómadas que vivían de la caza y la pesca, pero otros, como los baures, ya habían logrado organizarse en sociedades relativamente complejas, capaces de construir decenas de kilómetros de terraplenes, canales, centenares de terraplenes residenciales y miles de hectáreas de camellones destinados a la agricultura.
Como consecuencia de una estrategia compleja y dinámica de ocupación global del territorio, se adoptaron y adaptaron criterios de la estética urbana y arquitectónica propios del barroco, como instrumento formal de ordenamiento y jerarquización del espacio, en sutil combinación con elementos característicos de la cultura material nativa.”
Las misiones de Moxos eran independientes de las de Chiquitos a pesar de estar unidas en la bibliografía. Las misiones de Moxos tienen su casa matriz en el Provincial de la orden en Lima, siendo las de Chiquitos organizadas desde el Provincial del Paraguay, y a través del Colegio de Tarija, como señala Víctor Hugo Limpias en, Misión de Moxos, del que extraigo estas citas.
La cultura del agua se había desarrollado en una de las mayores áreas de sabana de inundación en las tierras bajas americanas, que cubren unos 145.000 km2 y que corresponden al Departamento del Beni; la realidad se expresa en las repetidas palabras del etnógrafo sueco Nordenskiöld que la definen: “en la época de lluvias los vecinos se visitan a menudo en canoa, mientras que durante la época seca se ven estas canoas en medio del llano, donde no se encuentra terreno húmedo. Quien desconociera las condiciones podría con facilidad preguntarse: ¿qué pretende hacer la gente con las canoas aquí, en territorio seco? Moxos es una región muy singular, donde se nada con carretones de bueyes y se camina con canoas sobre tierra seca".
El autor es director de Innovación del Cepad
Columnas de CARLOS HUGO MOLINA