Cuando la entrevista se hace adulación
En verdad enciendo y veo muy rara vez la televisión, pero hace poco me interesó observar una entrevista que realizaron en el canal estatal al vicepresidente boliviano Álvaro García Linera.
De tal evento periodístico, me llamó mucho la atención la manera que en que se desarrollaba la entrevista, considerada por muchos teóricos como uno de los formatos más exquisitos para obtener la información y también el más empleado para dar a conocer una realidad a los telespectadores.
Según Pierre Bourdieu, la persona que ejerce el periodismo televisivo tiene el poder de deformar ciertas realidades actuales e incluso escenarios y contextos pretéritos. Y a medida que veía la entrevista, me daba cuenta de la mucha verdad que encierran las ideas del sociólogo francés, a quien, dicho sea de paso, admira el señor García Linera.
Es lamentable cómo el oficio del periodista puede descender como en un espiral sin límites, cuando el trabajo se ejecuta como lo ejecutan, por ejemplo, esos dos sujetos que hacían de periodistas en tal programa.
Y la verdad es que causa lástima ser testigo del desapego de algunos periodistas hacia su carrera u oficio, que pueden dejar de lado toda convicción profesional por un puesto remunerado o una situación corporativa.
Aprovecho este espacio para decir que el siguiente Gobierno debería suprimir la edición de un periódico estatal, ya que éste es solamente un panfleto partidista y lo peor es que la tinta de ese papel sale del bolsillo de todos.
¿No son los medios comunicacionales estatales plataformas para informar con imparcialidad a la población, como debe informar con probidad cualquier medio privado?
Aunque los medios estatales siempre han estado manchados por el color del partido de turno, en esta gestión gubernamental que suma más de una década, la tinta ha pintado totalmente de azul los contenidos que sólo echan flores a los actuales mandamases.
Licenciado en Ciencias Políticas
Columnas de IGNACIO VERA DE RADA