Seguridad ciudadana
2018 terminó para mí de una manera inesperada: cuando me dirigía a la radio Kollasuyo para conducir mi programa matutino, sobre las 05:30 del lunes 31 de diciembre, dos desconocidos me alcanzaron, a la altura del templo de Santo Domingo, y me propinaron una paliza. Mientras lo hacían, revisaron los bolsillos de mi pantalón y se adueñaron de los billetes que tenía. Por alguna razón que desconozco, dejaron de golpearme y se alejaron.
Como yo no había resultado muy dañado y tenía previsto presentar el anuario 2018 ese día, fui hasta la radio y, sangrando y todo, conduje el especial de ese día, aunque no con los ánimos que hubiera querido. Al comenzar el programa, reporté lo sucedido y agregué que, tras la experiencia de dos denuncias en el pasado que no se habían resuelto –las de los atentados dinamiteros que sufrieron mi casa y luego el diario El Potosí–, prefería no presentar ninguna denuncia porque seguramente esta terminaría en nada.
Pero luego recibí llamadas, entre ellas la del gobernador de Potosí, Juan Carlos Cejas, quien me dijo que instruiría una investigación así que decidí formalizar la denuncia. En el transcurso del día, la Policía revisó las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar y las calles adyacentes a donde ocurrió el asalto y, cuando se terminaba el último día de 2018, dos personas fueron detenidas en relación con el hecho.
Las cosas debieron quedar ahí, con la buena noticia de un caso policial resuelto, pero la versión se extendió a través de las redes sociales y algo que se manejó mucho es que la Policía solo se movilizó porque el asalto fue contra alguien conocido pues no procede de la misma forma con el resto de la gente.
Por una entrevista que le hizo radio Panamericana al viceministro de seguridad ciudadana, José Luis Quiroga, supe que la Policía se movilizó para demostrarme que no hace distinciones y, si no esclareció antes los atentados, por lo menos resolvería el asalto.
Un detalle que fue clave para su esclarecimiento, y me parece que sí es de interés público, es la gran ayuda que representan las cámaras de vigilancia. En Potosí hay centenares, repartidas en puntos estratégicos, y son equipos de alta tecnología que fueron adquiridos por la Alcaldía. Son los verdaderos ojos de la Policía y gracias a ellas se puede identificar a los responsables de hechos delictivos.
En la entrevista, el viceministro dijo algo más: se implementará el BOL 110, un sistema de vigilancia inteligente que permitirá reconocer a los delincuentes de manera inmediata. Es una buena noticia para comenzar 2019.
El autor es periodista, Premio Nacional en Historia del Periodismo.
Columnas de JUAN JOSÉ TORO MONTOYA