SUS Entre el desarrollo de la seguridad social y la demagogia
El anuncio del gobierno de la implementación del Sistema Único de Salud (SUS), ha levantado una serie de opiniones tanto en favor como en contra. Sin embargo, toca analizar con el contraste del desarrollo histórico de los hechos, la conveniencia o no de esta medida. Asimismo debemos analizar si esta medida es una evolución necesaria del sistema de seguridad social en Bolivia o simplemente es una medida demagógica por parte de personeros del gobierno en turno.
En primer término, hay que recordar que tanto el antiguo régimen constitucional como el actual mantienen la premisa del bien común como la razón de ser del Estado. Dentro de este bien común (ahora vivir bien) se encuentra la obligación del Estado de garantizar la vida de los estantes y habitantes del territorio, una de las herramientas de esta garantía es el derecho a la salud que justamente permite el desarrollo de ella en condiciones mínimas.
En este marco, a lo largo del tiempo se han generado distintas políticas tales como el sistema de cajas de seguridad social, que en un principio garantizaba el servicio para los beneficiarios de estos gestores de salud creando así una red de cobertura; luego la preocupación se volcó hacia quienes no se encontraban cubiertos por este sistema. Lo que requirió de distintos esfuerzos por parte de los gobiernos de la época, sin que estos signifique que estén exentos de serios cuestionamientos sobre su sostenibilidad.
Uno de esos avances con respecto a esta cobertura, fue otorgar la protección al “Binomio Madre-Niño”, elemento fundamental para garantizar la estabilidad de la población evitando la mortandad de los niños en su primera etapa. Esta protección llevó consigo la necesidad de crear un seguro que cubra la atención pre y post parto; de allí nació el seguro universal materno infantil. El surgimiento de este seguro produjo una serie de argumentos en pro y en contra y en ese momento se dijo que era insostenible, que era una medida demagógica. El día de hoy, ha transcurrido más de una década y media y el seguro se mantiene; pero además no es posible imaginarse una Bolivia sin éste, siendo indiscutible su aporte a la salud de la población.
Otro hito importante fue cuando nuestro país dirigió la mirada hacia sus mayores y se dio cuenta que en una gran medida no se encontraba amparados por la red de salud. Allí se decidió la implementación del seguro de salud para el adulto mayor otorgándole una atención integral en salud. También en ese momento se vertieron fuertes comentarios sobre su sostenibilidad y que esto impactaría negativamente en los gobiernos municipales. Hoy nos encontramos a más de una década de aquella medida y lo que tenemos en importante es que los adultos mayores acuden a este servicio, sin que se haya producido el tan anunciado resquebrajamiento de las finanzas municipales. Junto a ello, también resulta incontrastable la necesidad de la existencia de esta cobertura.
Ahora, se habla del Sistema Único de Salud, y más allá de los cuestionamientos que se hace sobre su sostenibilidad resulta que es el tránsito necesario para garantizar el derecho a la vida a través del acceso universal a la salud, además, es una de las medidas más decisivas para acabar con la desigualdad. Si bien este anuncio puede ser tachado como medida proselitista, no deja de ser necesaria su implementación para reducir las brechas de desigualdad entre los bolivianos, asimismo la implementación gradual con la respectiva asignación de recursos van a permitir que el mismo se vaya perfeccionando y consolidando con el paso del tiempo.
El autor es economista
Columnas de RAFAEL VILLARROEL