Narcoficción en “el día de la mentira”
Viéndose batalla tras batalla salir mordiendo cada vez con más frecuencia (muy a pesar de la captura y encarcelamiento del Chapo, cuya historia ha sido incluso dramatizada en una serie de Netflix,), el Alto Comisionado Internacional de la lucha contra el tráfico de estupefacientes y el comando de la DEA, celebraron recientemente un conciliábulo apuntando a redefinir sus estrategias bélicas para su guerra.
La esencia de la nueva estrategia adoptada como fruto del conciliábulo estriba sobre dos pilares: 1. Giro radical en los objetivos de la lucha: persecución, captura y aislamiento masivo de drogodependientes en campos de “rehabilitación” mediante el trabajo –“porque sólo el trabajo os hará libres”. 2. Introducción de TIC de última generación como nuevas armas apuntando a la captura masiva, eficaz y eficiente de drogodependientes.
Aplicando la nueva estrategia, tanto el Alto Comisionado como los generales de la DEA –de acuerdo a sus propias declaraciones– confían en invertir el curso de la guerra, a su favor, obteniendo una rápida y decisiva victoria sobre las narcomafias internacionales, y a la par, minimizar los costos y baños sangrientos de la guerra ¿Cómo? Ni siquiera es necesario exponer las tácticas implicadas en cada pilar para deducir la respuesta: estrangulando la rentabilidad del tráfico a través de la “erradicación” ya no de los narcos, sino de los mercados de los narcos…
Bueno, pero –nuevamente– ¿cómo? Fácil: mediante las nuevas armas producto de las últimas TIC ¿Recuerda la película: “Alien, el 8 octavo pasajero”?, Si la vio, recordará el radar portátil utilizado por la tripulación del “Nostromos” para ubicar al indeseado y mimético huésped –el alienígena– con base en la medición de microcambios en la densidad del aire. Ahora, con los mismos principios y la emisión de complejas microondas y nuevos y potentes softwares será posible identificar –según los promotores de estas técnicas– a cualquier drogadicto…
Mediante complejos sensores, el nuevo radar es capaz de percibir y medir cualquier expresión nerviosa exterior, una contracción muscular en las fascias del rostro, por mínima que sea, o en los hombros, las piernas, etc. Según los promotores, aquellas expresiones nerviosas exteriores, reflejarían las diversas alteraciones que producen los psicoactivos (y reducir a cero los riesgos de yerro, sería sólo una cuestión de tiempo y aprendizaje).
Y todo esto, es sólo el principio de las buenas noticias: 1. Los marcos normativos vigentes no constituyen un obstáculo para la inmediata aplicación de la estrategia, en tanto el acceso a la salud está considerado como un derecho universal es posible interpretar a la “rehabilitación” como una obligación del Estado 2. Será posible descargar una aplicación de Internet para operar esta tecnología desde un teléfono celular 3. Su empleo es muy sencillo: luz verde=yerberito; luz alógena=tuche; arcoiris=hongos o multicoctel, etc. 4. De ese modo, cualquier ciudadano “consciente” podrá colaborar en la erradicación de los mercados del narcotráfico….
Como sea, camaradas drogones, no os aflijáis, por suerte hoy sólo es 21 de febrero, día de la mentira y todo esto no es más que otra de mis paranoias ¿Será? A partir del año 2016, el 21 de febrero es otra suerte de día de inocentes para Bolivia, o mejor dicho, una suerte de “nada vale” en vez del “todo vale” (o ese casi todo de inocentes).
El autor es economista
llamadecristal@hotmail.com
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