Pujante La Cancha
Los cochabambinos somos asiduos de La Cancha. Muchas veces vamos ni siquiera porque necesitemos comprar algo, sino porque el paseo entre miles de casetas con las cosas más variadas es un pasatiempo.
Sin embargo, generalmente pasa desapercibido a nuestros ojos el gigante movimiento económico que hay en esta zona que ya casi no conoce límites. Desde la avenida Ayacucho, hasta la avenida República, entre la 6 de Agosto y la Aroma, hay decenas de miles de comerciantes asentados de las más diversas formas y con capitales distintos.
Así como en un pequeño puesto callejero, la señora que vende frutas mueve al día unos 300 bolivianos, a unos pasos, en El Gallo, una vendedora de electrodomésticos puede llegar a invertir hasta un millón de dólares en un lote de mercaderías para un trimestre. Quienes sí se dieron cuenta de que en La Cancha hay mucho dinero son los bancos. Las grandes entidades financieras del país abrieron en varias calles de la zona agencias modernas y con todos sus servicios.
En las cajas de las agencias bancarias, fajos de billetes van y vienen de entre polleras y aguayos directo a cuentas, dinero que entra a un circuito de préstamos que llegan a los mismos comerciantes.
Según datos de las entidades financieras, uno de estos bancos que apuestan por La Cancha concentra en sus agencias instaladas allí hasta el 21 por ciento del total de sus operaciones en el departamento de Cochabamba.
Un fenómeno así no puede pasar desapercibido, principalmente para el Gobierno y sus entidades recaudadoras, debido a que la bancarización de actividades comerciales, que en su mayoría son informales o al menos no tan legales, puede ser una manera de integrar a esta masa comercial a la economía formal.
Jefa de Redacción de Los Tiempos
Columnas de María Julia Osorio M.