Las responsabilidades son para todos
Una reacción descontrolada por parte de un joven que golpea un auto estacionado en la intersección de las calles España y Bolívar es lo que se puede apreciar en un video que circula en las redes sociales. El joven reclama a un chofer por no haber tenido cuidado con un cachorro que pasaba por aquellas calles, el que fue atropellado y murió.
Quedan muchas preguntas al ver este video, por ejemplo: ¿qué pasó con el perrito, por qué no llevaba correa o algún mecanismo de seguridad? El joven no estaba solo, pues en la esquina se aprecia a una muchacha que sólo atina a acariciar el cuerpo del cachorro que yace muerto en la acera. Los reclamos subidos de tono por la desesperación del momento sólo dejan escuchar una voz que atina a decir: “No lo vi”.
Al ver las imágenes, son varias sensaciones que cualquier persona puede tener: causa impresión, tristeza, rabia y, aunque también hay personas que no prestan atención a este tipo de imágenes, queda reflexionar sobre el mismo. En una sociedad caótica, llena de vehículos en horas pico y con gente que va apresurada a todos lados, cabe recordar que todas las personas tenemos responsabilidades.
Una correa para el cachorro, estar atento y ser cuidadoso cuando se maneja el vehículo, son dos aspectos clave que hubieran evitado las lágrimas de los dueños del cachorro y el mal momento que pasaron todos los involucrados en el hecho.
Muchas veces acostumbramos a pensar que sólo importamos nosotros como ser único e individual, y está bien porque para uno mismo eso debe primar; sin embargo, siempre recuerdo una frase que se hace evidente en momentos como éstos: “El mundo no gira a tu alrededor”.
Evitar salir tarde para no tener contratiempos, ser atento con el resto, no dejarse llevar por emociones de rabia (sobre todo), podrían ser algunas de las actitudes positivas a recordar para no dar lugar a episodios que nos lleven a perder seres que son importantes para nosotros.
Periodista deportiva de Los Tiempos
Columnas de Geraldine Corrales Arandia