Renacer cada día, desde hace cuatro años
FERNANDO KUSHNER
Renacer. Eso es lo que sucede conmigo desde hace cuatro años, cada día, cada mañana cuando me pongo en pie pensando en los perritos que esperan por mí para darles de comer. Pero desde hace cuatro años, desde aquel encuentro con
Choco en la escalinata de la iglesia de San Miguel, mi cabeza piensa en más que alimentar a los canes vagabundos de La Paz. Por eso creé la Fundación Abril & Ariel, para trabajar a favor de esos seres indefensos, pero desde la prevención
de su proliferación descontrolada, educando a la gente, instándola a esterilizar y vacunar a sus mascotas, a cuidarlos a la hora de abrir las puertas de sus casas o al sacarlos a pasear, a recoger sus excrementos y a respetar la vida de los que deambulan por las calles.
Porque sí, es cierto que con darles de comer no se soluciona el problema, con llenarles la barriga no se acabarán las víctimas de ataques y mucho menos la contaminación del ambiente con sus heces fecales.
Han pasado cuatro años y mi vida ha cambiado por completo. El sacrificio que luego se convirtió en un placer, bien vale la pena. Esos ojitos que parecen hablar y las colitas felices me llenan el alma a diario y me motivan a seguir adelante
El tiempo ha pasado y siento a Dios conmigo.
No me he arrepentido en ningún momento de la decisión que tomé cuando Choco me trazó el camino a seguir. Soy inmensamente feliz de lo que hago y los perritos lo saben. ¡Recibes lo que tú das!
Activista defensor de canes callejeros
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