Iglesia: Ni en dictadura se atrevieron a perseguir personas en un lugar sagrado
Monseñor Jesús Juárez Párraga, arzibispo de Sucre, lamentó hoy la falta de respeto a la Basílica de San Francisco que ayer fue irrumpida por un grupo de policías para arrestar a estudiantes de medicina que protestaban por el Dakar y que ingresaron al lugar para huir de los gases lacrimógenos.
“Respetemos el derecho al asilo que la Iglesia Católica siempre ha tenido y por eso condenamos estos actos de violencia acrecidos en la basílica menor de San Francisco de La Paz (...). Hasta ahora nadie se había atrevido a entrar persiguiendo a personas a una iglesia o un templo, ni en tiempo dictadura ni de guerra”, expresó.
Pidió que en el país se priorice el diálogo entre los diferentes sectores que están en conflicto. Sin embargo, dijo que “hay voces que tienen que se escuchadas” por el Gobierno para que se respete el resulto del referendo del pasado 21 de febrero de 2016.
“Estamos entrando en un espiral de violencia, donde los conflictos van creciendo y la sociedad civil va tomando conciencia de sus derechos (...). Respetemos las decisiones que toma el pueblo como soberanos (...). La verdad hay que buscarla desde ambas partes, abramos nuestro corazón al otro y dialoguemos”, manifestó la autoridad eclesiástica.
Por otro lado, monseñor Juárez también pidió "escuchar" las demandas de la población respecto al nuevo Código del Sistema Penal. “Leyes no consensuadas son leyes arregladas. Las voces de respetar el 21 de febrero y dialogar sobre el Código Penal tienen que ser escuchadas”, concluyó.
Los efectivos, tras perseguir a los manifestantes lograron detener a seis protestantes: cinco universitarios y una activista, quienes denunciaron que fueron golpeados por la Policía.
La Conferencia Episcopal de Boliviana (CEB) rechazó la intervención policial dentro del templo por tratarse de un lugar sagrado y protegido como patrimonio cultural religioso.
“Recordamos que, a lo largo de la historia, antigua y reciente, la Iglesia ha sido un lugar de acogida y protección para todos aquellos que se sentían perseguidos, y esto sin importar la posición política o social de las personas”, señala parte del documento.