Martes de ch’alla: Celebran a la Tierra y piden bendiciones
El estruendo de los cohetillos y el color de las serpertinas que decoraban las puertas de las casas y negocios abrieron ayer el día de cierre del Carnaval boliviano.
“El martes de ch’alla se agradece a la Pachamama, se pide prosperidad, trabajo, buena ganancia y protección para todo el año”, explicó Fernando Mayor, del sindicato de taxis 14 de Septiembre, mientras atizaba la q’oa.
En la Terminal Departamental de Cochabamba, durante la jornada, se suspendió el servicio al público y se brindó toda la atención a la Madre Tierra, que bebe y come de la ofrenda de los creyentes, según la tradición. A pesar de la llovizna matutina, en este departamento, el ritual fue seguido del baile y las coplas entonadas acompañadas por charangos. Los sullos (fetos de llama), el alcohol y los misterios (figuras de dulce) son ofrecidos a la Madre Tierra. “Con todo lo que está pasando, tenemos que reconciliarnos con la Pachamama”, dijo Silvia Arnez, vendedora de q’oas en el mercado Calatayud .
En el resto del país, miles de personas realizaron el ritual de martes de ch’alla , ofrecieron q’oas, adornaron sus viviendas, además de arrojar confite y rociar con cerveza, vino u otros licores cada rincón de su casa.
En La Paz, tras la fiesta del J’iska Anata, las calles fueron ocupadas por familias enteras que celebran el último día de Carnaval con mixtura y morenada.
En Santa Cruz, la tradición son el juego con pintura y la q’oa de los comerciantes.