Agresiones y restricciones son recurrentes en actos oficiales
Periodistas, activistas y legisladores denunciaron que en los últimos actos oficiales del Estado - fiestas patrias, Parada Militar e inauguración de la Casa Grande del Pueblo- las fuerzas de seguridad actuaron de manera agresiva y limitaron las libertades de trabajo y expresión.
El periodista Wilson Aguilar, corresponsal de Los Tiempos en la sede de gobierno, fue testigo de las restricciones y desorganización del evento que inauguró la Casa Grande.
“Nuevamente los periodistas de distintos medios de comunicación fuimos víctimas de la indiferencia, colaboración, discriminación y agresión de edecanes o miembros de la guardia presidencial e incluso del jefe de la Unidad de Comunicación Presidencial, Omar Torrez Fuentes, que pese al pedido negó el ingreso al hall de la Casa Grande del Pueblo”, denunció Aguilar.
La misma situación pasaron otros medios colegas como Página Siete (María Carballo), El Deber (Jesús Alanoca), entre otros.
La Agencia de Noticias Fides (ANF) denunció que una de sus periodistas, Nancy Vacaflor, sufrió acciones “atentatorias”’ contra su trabajo el día de la inauguración del palacio.
La periodista relató que un militar le gritó y cuando ella pidió respeto, el uniformado le respondió que “soy militar y grito” y “usted no entra” y además pidió que se tome sus datos y fotografías a su credencial de prensa.
En la misma línea, Mónica Machicao, de la agencia de noticias Reuters, deploró la mala organización y el actuar de las fuerzas de seguridad que no respetaron ni a autoridades del legislativo ni a invitados especiales.
“Fue atroz. El nivel de caos y desorganización fue de tal tamaño que ni el presidente del Senado pudo pasar por la guardia del Presidente, lo detuvieron a él, a diputados, senadores, los embajadores tuvieron que abrirse espacio a codazos”, dijo a tiempo de asegurar que ella tuvo que discutir con un encargado de seguridad que no le dejaba hacer su trabajo.
“No es la primera vez que ocurre esto”, lamentó la periodista de la agencia internacional.
PRENSA SUFRIÓ LIMITACIONES EN LA PARADA MILITAR
La prensa de Cochabamba también sufrió restricciones y limitaciones en la parada militar que se realizó en la zona del campo ferial el pasado miércoles. Periodistas denunciaron que los encargados de seguridad no les dejaban hacer su trabajo. Ante ello, la Federación Sindical de Trabajadores de la
Prensa de Cochabamba (FSTPC), envió una misiva al Alto Mando de las FFAA y a la Defensoría del Pueblo para que se indague y se castigue estas actitudes y que se respete el ejercicio de la libertad de prensa. La dederación también pidió una audiencia a la Séptima División para que se esclarezcan estas denuncias.
ANP PROTESTA POR LOS ABUSOS CONTRA LOS PERIODISTAS Y PIDE RESPETO PARA LA PRENSA
La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP) que representa a los principales diarios y una agencia de noticias expresaron ayer una protesta enérgica por el abuso contra varios reporteros durante la apertura de la denominada Casa Grande el Pueblo y exigieron que se revele la identidad de los responsables de emitir órdenes para evitar el ingreso de periodistas.
Según las denuncias, dos mujeres periodistas sufrieron golpes, empujones y gritos de parte del personal de seguridad de palacio durante la inauguración del nuevo edificio presidencial, mientras otros reporteros fueron impedidos de ingresar al acto principal donde emitió su discurso el presidente Evo Morales.
Se trata de periodistas de Página Siete, la ANF, Reuters, Los Tiempos, entre otros medios que sufrieron agresiones y restricciones a su trabajo.
En este sentido, la ANP rechazó las presiones psicológicas y de amedrentamiento que ejerce personal de seguridad cuando fotografía al periodista y a sus documentos. Considera que este exceso genera una alerta y temor sobre posibles represalias contra los comunicadores. Del mismo modo, condena la acción de violencia a través de terceras personas para agredir a periodistas.
La organización de medios exige el respeto del artículo 21 de la CPE que reconoce a los bolivianos el derecho a acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente de manera individual o colectiva.