FFAA y Policía son cuestionadas por ser “funcionales” al Gobierno
Según exmilitares y expolicías, desde 2006, la administración de Evo Morales ha evidenciado que uno de los principales objetivos del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) fue convertir a las Fuerzas Armadas y la Policía en instrumentos funcionales, en una especie de “guardia pretoriana” al servicio de una “revolución cultural y la lucha contra el imperialismo, el capitalismo”, además de permitir el ingreso de clases presumiblemente marginadas en la carrera de las armas.
El exmilitar y abogado Omar Durán dijo que, en su primer periodo de gobierno, el MAS posesionó un mando militar con la intención de cambiar la mentalidad castrense y ponerlas al servicio del pueblo.
Bajo este precepto, Morales determinó relegar el ascenso de generales, en un número aproximado de 28, dejando de lado la institucionalidad y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, que establece que los primeros de cursos sean los que estén al frente del Ejército, la Naval y la Fuerza Aérea, además del Comandante en Jefe. El argumento: sospechas de estar involucrados en la irregular entrega de 28 misiles a Estados Unidos para su desmantelamiento.
Esta determinación del mandatario, de enviar a la reserva activa a los militares, perjudicó a tres tandas (promociones), también tenía como supuesto objetivo dejar que las FFAA sean un botín político.
“Apenas toman el mando del país, ponen generales de Brigada que viola la Ley 1405 y a raíz de esa situación empieza un manejo que deja de ser institucional, empieza a ser un manejo más político, empiezan a colocar personas que estén sumisas hacia el Gobierno”, dijo Durán.
Detalla que, desde ese tiempo, los ascensos empiezan a ser políticos porque ahora no se ve que los primeros ocupen los cargos jerárquicos.
Asimismo, explicó que ya no se requiere de méritos para los ascensos, porque sólo se necesita estar identificado con el partido de gobierno y el permiso de las organizaciones sociales.
Pero, además de ser consideradas como “grupos de reserva” que podrían actuar en caso de amenaza interna o externa, estas “organizaciones sociales”, bajo la cobertura de las Fuerzas Armadas, podrían constituirse en organismo de represión ante cualquier actividad opositor.
Este hecho se reproduce en la Policía Nacional. Nunca se vio tal conducta servil de autoridades policiales a un Gobierno en la etapa democrática, indicó el expolicía David Vargas.
El rol constitucional de la Policía es defender al Estado y a sus ciudadanos, y no apoyar incondicionalmente a un Gobierno.
Han aparecido en los últimos tiempos evidencias que comprometen a los conductores de esta institución en un vergonzoso servilismo, apuntó en su momento, en referencia a los excomandantes Abel de la Barra (2017) y Faustino Mendoza (2018), quienes mostraron su cercanía al MAS en actos oficiales, y este último comprometió incluso el respaldo de los 37 mil uniformados al proceso de cambio.
Otra denuncia que encendió las críticas fue un audio filtrado en el que altos mandos de la Policía admiten que vigilan a periodistas y a líderes opositores en las redes sociales, además de desarrollar acciones para influenciar en la opinión pública a favor del Gobierno.
El último escándalo que estalló fue una red de corrupción en la venta de exámenes de ingreso a la Academia de Policías, que según el exoficial es algo que pasaba hace mucho y tiene la venia de dirigentes del MAS.
Primer periodo de gobierno de Morales
El mandatario decide suspender a tres tandas en el ascenso a generales en las FFAA por supuesta relación en caso misiles.
Nuevos símbolos y lema en las FFAA
En 2010, Morales instruye adoptar nuevos símbolos patrios, entre ellos la wiphala, además de corear el lema socialista “patria o muerte, venceremos”.
Escuela Antiimperialista
La iniciativa surgió en 2015 por parte del presidente Evo Morales con el objetivo de dotar de una nueva doctrina a las Fuerzas Armadas bolivianas.
Comandante represor en la Policía
El ascenso a general del excomandante de la Policía Víctor Maldonado fue cuestionado por la oposición, que considera que este nombramiento es una distinción al oficial por la represión a los indígenas en Chaparina, el 25 de septiembre de 2011.