Melania Trump, la nueva primera dama de EEUU
Melania Trump suma elegancia y glamour a la presidencia de Donald Trump, pero la exmodelo enfrenta un duro camino para ser aceptada como la nueva primera dama de Estados Unidos.
Nacida en Eslovenia hace 46 años, mostró su personalidad durante un discurso pronunciado a la hora de mayor audiencia durante la convención republicana realizada en julio pasado, cautivando a una audiencia de entusiastas delegados.
Pero la oportunidad dorada de contar a Estados Unidos su historia tuvo un lamentable e inesperado giro: medios estadounidenses detectaron chocantes similitudes con un discurso pronunciado por la actual primera dama Michelle Obama en la convención demócrata de 2008.
Su marido acudió rápidamente a su rescate, pero nunca reconoció que hubiese habido plagio.
"Fue realmente un honor presentar a mi esposa, Melania. Su discurso y aplomo fue realmente increíble. Muy orgulloso", afirmó el multimillonario en un tuit.
Días después, en una cena benéfica, el propio Trump hizo una broma sobre el discurso de su esposa.
"Michelle Obama pronuncia un discurso y todo el mundo lo elogia. Es fantástico, piensan que es absolutamente impresionante. Mi esposa da exactamente el mismo discurso y la gente la crítica. No entiendo", afirmó.
Más recientemente, la señora Trump debió enfrentar otra situación embarazosa ante el escándalo provocado por la publicación de un audio de 2005, en el que su esposo se ufana de aprovecharse de mujeres impunemente en su condición de celebridad.
Como consecuencia, más de una decena de mujeres acusaron a Trump de acoso sexual o incluso asalto.
Melania, siempre discreta y prudente, apareció solamente una vez en la campaña que llevó a su marido a su inesperado triunfo en la presidencial ayer. En esa ocasión destacó lo que llamó el lado más amable de su esposo.
VIDA PRIVILEGIADA
Bautizada con el nombre de Melanija Knavs en Eslovenia, entonces parte de Yugoslavia, hija de una madre activa en los círculos de la moda y un padre vendedor de automóviles, estudió diseño y arquitectura antes de mudarse a Milán y luego París para comenzar una carrera como modelo.
Su carrera la llevó en 1996 a Estados Unidos, donde dos años más tarde conoció a Trump, de quien se convirtió en su tercera esposa.
Su experiencia en Estados Unidos ha sido ciertamente distinta a la de la mayoría de los emigrantes.
Su cuenta en Twitter, inactiva desde que Trump anunciara su candidatura, refleja el estilo de vida privilegiado de quienes integran la jet-set, trasladándose desde su lujoso apartamento en Nueva York a residencias en Florida en avión privado.
Cuando Donald y Melania se casaron en enero de 2005 en Florida, lució un vestido de Dior cuyo costo se estimó en 200.000 dólares.
Entre las celebridades invitadas estuvo la propia Hillary Clinton, la derrotada candidata presidencial demócrata.
TRUMP, SU HISTORIA DE AMOR
Donald Trump nunca ha visitado el lugar en que su esposa pasó toda su juventud. De hecho, el candidato sólo ha estado una vez en Eslovenia, y sólo durante unas horas.
Fue en 2004, cuando el ahora presidente de los Estados Unidos pidió la mano de Melania y la pareja almorzó con los padres de ella en un centro turístico de lujo en el lago Bled.
El restaurante del hotel “Grand Toplice Bled“, donde se produjo el encuentro, muestra aún las fotos de los célebres comensales.
En general, en Eslovenia no hay demasiado entusiasmo por la nueva “first lady” que parece haberse olvidado de sus orígenes y menos aún por su esposo, que se percibe como un político de ultraderecha que los desprecia.
Melania no será la primera exmodelo en la Casa Blanca, porque Pat Nixon y Betty Ford también lo fueron, pero sí la primera en haber posado desnuda y la única tercera esposa de un presidente. Como a ella le gusta decir, nada es convencional cuando se trata de Donald Trump.
Con datos de AFP y EFE