Cristiano se enfreta a una frágil España tras el despido de su DT

Entretiempo
Publicado el 14/06/2018 a las 17h02

SOCHI |

Una España fragilizada tras el terremoto de la destitución del seleccionador, Julen Lopetegui, ayer. Afronta una dura prueba en su inicio mundialista mañana contra la Portugal de Cristiano Ronaldo, que intentará aprovechar ese traspiés de su rival.

La leyenda del fútbol español Fernando Hierro, llamado de urgencia a ocupar el puesto de Lopetegui, tiene la difícil tarea de afrontar el primer encuentro mundialista de España en Rusia, aunque todo apunta a que seguirá las líneas maestras puestas por su predecesor en el cargo.

"Es imposible cambiar en estos dos días. Sí se verá la España reconocible, la España que quiere jugar bien, que quiere ser protagonista. Nuestras características las tenemos muy claras", afirmó ya desde Sochi.

"No vamos a cambiar un ápice de nuestras virtudes. La Selección lleva jugando muy bien al fútbol mucho tiempo", añadió.

El flamante técnico se estrenará ante los portugueses mañana en el Estadio Olímpico de esta ciudad costera del sur de Rusia, en un partido que podría marcar el devenir del Grupo B, donde también están Irán y Marruecos.

Hierro cuenta con la experiencia de una única temporada como entrenador al frente de un equipo de segunda división, el Oviedo, pero durante esa etapa se ganó fama de técnico adaptable en función del rival, como también hace Lopetegui.

Frente a un Portugal que gusta de salir al contragolpe, el nuevo técnico podría optar por el estilo clásico de posesión y toque, que conviene tanto a sus jugadores como Iniesta, Busquets o Isco.

España solo tiene la duda de Dani Carvajal, que esta semana volvió a entrenarse con el grupo tras su lesión muscular en la final de la Liga de Campeones, aunque todo apunta a que todavía no estará listo.

Su lugar en el lateral derecho lo ocupará probablemente su compañero Nacho Fernández, mientras delante, Iago Aspas y Diego Costa, podrían compartir delantera.

El momento es difícil, pero su capitán Sergio Ramos, aseguró que saldrán fortalecidos.

"No hay ninguna grieta, cada uno somos de nuestra madre y pensamos distinto, pero la idea colectiva es la misma: ir a por el Mundial y eso no lo va cambiar nadie ni nada", afirmó en una rueda de prensa que despidió pidiendo poner una "sonrisa" a una concentración que parecia una casa funeraria, tras el caos de los últimos días.

Ya ayer, en pleno escándalo, el central Gerard Piqué, llamaba a la movilización recordando al equipo de baloncesto de la Universidad de Michigan, que en 1989 despidió a su entrenador principal justo antes de los play off de la NCAA, para acabar ganando el campeonato.

"Universidad de Michigan. Baloncesto. 1989. Campeón de la NCAA. No sería la primera vez que ocurre. Todos unidos, ahora más que nunca", escribió Piqué en un tuit.

Para repetir esa gesta el primer paso será superar a un Portugal, al que el escándalo español consoló de su propia crisis en casa con el Sporting de Lisboa, con el que hasta cuatro internacionales lusos han rescindido sus contratos.

"Nuestra atención está concentrada en el partido contra España este viernes", aseguraba el martes el centrocampista, Joao Mario.

Además, tienen a Cristiano Ronaldo. El cinco veces Balón de Oro se erige como el líder de una Selección campeona de Europa que llega a Rusia dispuesta a lograr su primera estrella mundialista, el único gran título que le falta al astro.

El delantero del Real Madrid, que también está dando que hablar con su ambigua postura sobre si se quedará o se irá del equipo blanco la próxima temporada, será el hombre al que busquen sus compañeros.

"Cristiano es un capitán extraordinario y un jugador decisivo, tanto dentro como fuera del campo. Pero más importante que él o yo es el conjunto y él lo aborda muy bien, se da cuenta de que es un conjunto", afirmó el seleccionador luso, Fernando Santos.

Su velocidad y pegada, junto a la de hombres como Gonçalo Guedes, serán claves para un Portugal que probablemente buscará la fortaleza defensiva, con Pepe y Bruno Alves en el eje de la zaga, y salir al contraataque para tener un buen comienzo mundialista.

"Estamos preparados y con esperanzas de ganar. No queremos ser arrogantes, pero somos competentes", prometió Santos sobre lo que definió como "un gran clásico del fútbol".

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