Cristiano empuja a Portugal a octavos y elimina a Marruecos

Fútbol Int.
Publicado el 21/06/2018 a las 0h37

Con más oficio que fútbol, la selección de Portugal dio ayer un paso de gigante hacia los octavos de final del Mundial de Rusia al ganar 1-0 a Marruecos en el estadio Luzhniki con un tanto, cuando no, de Cristiano Ronaldo.

Tras el "hat-trick" que marcó a España en el debut, la estrella del Real Madrid engordó su cuenta goleadora en el Mundial con un cabezazo en el minuto 4 que le sirvió a la actual campeona de Europa para colocarse momentáneamente en el primer puesto del Grupo B con cuatro puntos.

Así, el equipo magrebí es el primero en quedar eliminado de Rusia pese a que ayer  jugó con más corazón y más fútbol que Portugal. Le faltó tener un "killer" como Cristiano en sus filas.

"A veces el fútbol es injusto", aseguró incluso el técnico de los portugueses, Fernando Santos, disgustado con la imagen de su equipo, pero rendido de nuevo a su astro.

"Cristiano es como el vino de Oporto. Sabe cómo mejorar su capacidad al máximo con la edad. Ha mejorado su capacidad física, su destreza técnica y su estrategia de juego", comentó.

El encuentro en el Luzhniki arrancó con un "Déjà vu". Minuto cuatro, gol de Cristiano. Al igual que contra España, el delantero de 33 años abrió el marcador cuando los hinchas aún se acomodaban en el estadio que albergará el 15 de julio la final del Mundial.

Un centro de Joao Moutinho desde la banda derecha encontró la cabeza de Cristiano. Inexplicablemente, el mejor rematador del mundo estaba sin marca dentro del área pequeña. Y ahí no perdona: cuarto gol, el primero de cabeza tras dos con la derecha y otro con la zurda.

No fue un partido para nada brillante de Cristiano Ronaldo, falló en los pases y que, justo al principio de la segunda parte, envió un balón a los cielos de Moscú cuando muchos veían ya el 2-0. "Messi, Messi", le gritaron a lo largo de todo el partido los hinchas marroquíes que colorearon las gradas del Luzhniki.

"Había tantos aficionados en las gradas que parecía que jugábamos en Casablanca", recordó después Hervé Renard, técnico de Marruecos y enormemente "orgulloso" de sus futbolistas.

Tras la inmerecida derrota frente a Irán, Marruecos llegaba exigido a la cita con Portugal y desde el minuto cuatro se vio obligado a remar contracorriente, aunque Rui Patricio otra vez salvador para Portugal, amargó a Los Leones del Atlas.

 

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