La celebración de Shaqiri y Xhaka por sus goles les puede costar una sanción

Fútbol Int.
Publicado el 23/06/2018 a las 10h36

Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri anotaron los dos goles que dieron la victoria a Suiza frente a Serbia (1-2) en el segundo partido de la fase de grupos del Mundial de Rusia. La forma de celebración de ambos tantos podría traer sanciones.

Ambos festejaron de igual manera: brazos cruzados al pecho con las manos abiertas, lo que simbolizaba el águila de dos cabezas de la bandera de Albania. Los dos futbolistas son de origen albanokosovar, una de las zonas más duras del conflicto de los Balcanes.

Según el portal 20minutos, el padre de Xhaka fue un preso político que estuvo 3 años y medio encarcelado por participar en manifestaciones contra el gobierno. Cuando salió a principios de los 90, se exilió a Suiza con su familia, donde nació el hoy jugador del Arsenal en 1992. Un año antes nació en Gnjilane, Kosovo, Shaqiri, justo antes de que estallara la guerra. El exilio para ellos también fue obligado, y acabaron en el país helvético.

Celebrar con el símbolo de Albania sus goles ante Serbia en Kaliningrado fue una manera de recordar el conflicto y a sus seres queridos, pero no sólo hacia ellos. También es un mensaje directo hacia la propia Rusia y el gobierno del Kremlin de Vladimir Putin, a quien acusan de estar agitando el avispero de la zona de los Balcanes de nuevo.

Estas reivindicaciones les pueden costar muy caro a los dos jugadores. La FIFA prohíbe expresamente toda celebración, gesto, mensaje o declaración que tenga connotaciones políticas.

Xhaka como Shaqiri podrían ser castigados de oficio y perderse, si clasifica Suiza, al menos los octavos de final del Mundial.

Prensa serbia critica a "provocadores"

La prensa serbia criticó hoy los festejos calificados de "provocación vergonzosa" por parte de los futbolistas suizos de origen kosovar Shaqiri y Xhaka, según AFP.

Aleksandar Mitrovic había puesto en ventaja a Serbia, pero los helvéticos le dieron la vuelta al marcador de un partido que generaba cierta tensión por el origen kosovar de varios integrantes de la Nati. Y precisamente Shaqiri y Xhaka, autores de los tantos, provienen de familias de origen albanés de Kosovo, una exprovincia serbia.

Xhaxa "provocó vergonzosamente a nuestros fanáticos", apuntó el periódico. "Después de hacer un gesto de 'doble águila' aludiendo claramente a sus orígenes (étnicos) albaneses, estaba corriendo en el campo tratando de que las cámaras le filmen", se lamentó.

Los periódicos también señalaron que Shaqiri tenía botas con banderas de Suiza y Kosovo, en lo que consideraron otro gesto de provocación.

El rotativo Telegraph criticó la "provocadora gesticulación albanesa", mientras que el Vecernje Novosti puso en tapa "Provocación de los suizos", mostrando en una foto gigante de las botas de Shaqiri con la bandera suiza y también la de Kosovo.

La televisión estatal RTS citó a funcionarios de la Federación Serbia de Fútbol anunciando que presentarán ante la FIFA una queja sobre el arbitraje de Félix Brych.

También se habían quejado por los botines que usó Shaqiri, pero sin éxito, informó RTS.

"Intentamos que se cambie las botas. Fue una provocación, estábamos jugando contra Suiza, no contra Kosovo", comentó el secretario general de la federación serbia, Jovan Surbatovic.

En cambio, los diarios en Pristina elogiaron las "extraordinarias actuaciones" de los dos jugadores de origen albanés de Kosovo.

"Xhaka y Shaqiri noquean a Serbia", escribió la prensa kosovar. "El símbolo de Xhaka y Shaqiri causa histeria en Serbia", señaló una nota del diario Zeri.

Por su parte, el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, felicitó a los dos goleadores vía Twitter y a todo el seleccionado suizo por su "merecida victoria". "¡Orgullosos de ustedes, Kosovo les ama!", agregó el primer mandatario.

"¿Por qué provocativo? Es un símbolo de la bandera albanesa. Ellos (los jugadores) fueron refugiados albanokosovares", tuiteó por su lado Petrit Selimi, exfuncionario del gobierno de Kosovo de alto rango, defendiendo a los goleadores de la Nati.

Menos de una década después de la guerra de 1998-1999 entre las guerrillas de etnia albanesa y las fuerzas serbias, Pristina declaró su independencia en 2008. Pero Belgrado todavía se niega a reconocerla.

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