El portero bocazas y de grandes paradas

Fútbol Int.
Publicado el 13/07/2018 a las 0h38

Es uno de los mejores porteros del mundo, por la mera estatura también es de los más grandes. Pero Thibaut Courtois, el belga de los superlativos en Rusia 2018, también llamó la atención como bocazas en el Mundial de fútbol.

El arquero de los Diablos Rojos, que se despide mañana en el partido por el tercer puesto ante Inglaterra en San Petersburgo, brilló varias veces en la cancha durante el torneo y también fuera de ellas dio más de un titular.

Tras perder las semifinales el martes, Courtois acusó a Francia de "jugar al antifútbol" y a su próximo rival, el inglés Jordan Pickford, lo criticó por ser a su juicio muy pequeño para un arquero, aunque luego negó haber tenido mala intención con sus palabras.

El portero del Chelsea también estuvo en 2013 en el epicentro del mayor escándalo interno de Bélgica, que estuvo a punto de echar por la borda la cohesión de la "generación dorada".

Una de las estrellas del equipo, el mediapunta Kevin De Bruyne, contó en su biografía que el guardameta tuvo un "affaire" con la novia de entonces del pelirrojo jugador del Manchester City. Y que el propio De Bruyne abogó por que Courtois siguiera en la selección cuando el técnico de entonces, Marc Wilmots, le pidió su opinión.

"Pese a que todavía no acabo de creerme lo que Courtois hizo, seguimos trabajando de forma profesional", escribió De Bruyne, "el entrenador me preguntó si él debía dejar el equipo. No creo que yo tuviera el derecho a decir que no puede jugar por la selección porque había hecho algo mal. Sigue siendo, desde luego, un buen portero. Por eso dije que se podía quedar".

Cinco años más tarde, Courtois y De Bruyne siguen jugando juntos en la selección. Junto con Eden Hazard fueron los mejores jugadores de Bélgica y los artífices del avance de los Diablos Rojos hasta semifinales.

Fuera del campo, sin embargo, el portero y el volante no podrían ser más diferentes. De Bruyne, casado ya con otra mujer y en tanto padre, es tímido y tranquilo, mientras que Courtois es a menudo el más locuaz del equipo.

El hombre de 1,99 metros de estatura no esquiva ni una pregunta.

Y le gusta provocar con sus declaraciones.

 

"FRANCIA JUEGA AL ANTIFÚTBOL"

"Hubiese preferido quedar eliminado ante Brasil, al menos ellos querían jugar fútbol", mencionó. Que los franceses estén en la final "es malo para el fútbol", remató.

El meta le suele callar luego la boca a sus detractores con sus actuaciones.

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