El impactante sistema de refrigeración de los estadios de Catar
Toda persona que viaje a Catar deberá saber que la primera sensación que va a experimentar al momento de su desembarco es un calor sofocante y abrasador. Alcanza solamente con cruzar la puerta del avión para quedar envuelto en una masa de aire caliente y seco. El golpe al llegar a Doha es inevitable: las infernales temperaturas que la capital del país árabe registran en verano golpean duro, sobre todo justo después de abandonar los fríos pasillos de la aeronave.
En esta época del año, la sensación térmica es capaz de rozar los 50°C en la fastuosa ciudad que se ha erigido en lo que algunas décadas atrás solía ser un desierto. Aunque el desarrollo estructural y tecnológico de esta urbanización le hace una finta a dichas condiciones climáticas, y los estadios de la Copa Mundial de la FIFA poseen un sistema de refrigeración que protege a jugadores y espectadores.
Ha quedado demostrado con los partidos de repechaje en los que Australia y Costa Rica aseguraron su clasificación para el torneo, que incluso se han disputado en condiciones mucho menos favorables que las que tendrá el país anfitrión al momento de albergar la gran fiesta del fútbol.
Tanto el partido que decretó el doloroso adiós de Perú como el encuentro que vio a Costa Rica sacar boleto para su tercera participación mundialista consecutiva se jugaron con una temperatura de 32°C en las adyacencias del Ahmed Bin Ali Stadium, la sede elegida por la FIFA para disputar dos cotejos que sirvieron de prueba piloto de cara a la competición que acogerá a más de 1,2 millones de personas. Pese al contexto, dentro del estadio no hubo ningún tipo de dificultad. Los futbolistas pudieron competir al máximo nivel sin necesidad de hacer pausas de hidratación y fue gracias a las bocas de aire acondicionado de última generación que están al borde del campo de juego.
Los protagonistas aprovecharon para beber agua de forma habitual –sobre todo antes del inicio, durante alguna sustitución o en las intervenciones del VAR– y el calor no fue un problema. Al consultar con los empleados de la organización que controlaban constantemente la temperatura en el estadio, el termómetro marcaba 19,2° en la zona del terreno de juego en el partido del lunes y 17,3° antes de que rodara la pelota este martes. Es decir, hacía entre 13 y 15° grados menos que afuera. Por su parte, en la zona de prensa había una temperatura de entre 25 y 26°.
Cada sector dentro de los estadios puede tener su propio microclima y el gran artífice de esto es el ingeniero sudanés Saud Abdulaziz Abdul Ghani, quien se ganó el apodo de ‘Dr. Cool’ por el proyecto que comenzó a desarrollar incluso antes de la candidatura de Catar para el Mundial. Su trabajo comenzó en 2009. El Comité Supremo se acercó a la Universidad de Qatar, donde es profesor en la Facultad de Ingeniería, para buscar soluciones para frenar el calor durante los partidos.
El aire acondicionado seguirá siendo necesario en diciembre, a pesar de que las temperaturas son más frescas. Principalmente por la cantidad de gente que se va a aglomerar dentro de los diferentes estadios. Por ejemplo, el Lusail Stadium reunirá a 80.000 personas para la final del Mundial.
El sistema que ha desarrollado este ingeniero sudanés da la posibilidad de segmentar la regulación de las temperaturas y de anticiparse a cualquier situación adversa.