Despertaron los fantasmas

Multideportivo
Publicado el 17/06/2018 a las 0h00

POR  MARCELO CARBALLO

No ha sido el inicio que algún hincha que apoya a la selección Argentina hubiese deseado. No sólo por el resultado; sino también, y principalmente, porque ha despertado aquellos fantasmas de la duda y el cuestionamiento que rondaban el contexto de un equipo durante la fase eliminatoria.

Mucho se habló en la previa de lo complicado y duro que iba a ser el equipo islandés, pero creo todos, incluido Sampaoli y sus jugadores,  no imaginábamos que sería un rival tan difícil de doblegar.

La selección de Islandia demostró una disciplina táctica extraordinaria. En defensa, a lo largo de los noventa minutos, defendieron con los once jugadores detrás de la línea de la pelota, tremenda intensidad para presionar al portador del balón, generando siempre superioridad numérica en esa faceta. Cuando recuperaban el balón, salían disparados hacia adelante con juego directo que trajo mucha zozobra a la última línea argentina. Tanto al defender como al atacar, la mayor fortaleza física islandesa fue notoria.

El gol de Agüero daba la tranquilidad de romper el cero y obligar al equipo islandés a salir, pero sólo cuatro minutos después, Tagliafico pierde increíblemente el balón en salida, generando un contragolpe letal que terminó con el gol del empate.

Argentina se diluyó en sus propias carencias y limitaciones, trató de buscar espacios por fuera y por dentro, con una mayor posesión de balón, pero sin velocidad y sorpresa.

El empate sólo pone mayor presión: los fantasmas volvieron a volar. Los jugadores argentinos llegaron con el estigma de las finales perdidas y la obligación de ganar el Mundial. No me declaro hincha de Argentina, pero debo confesar mi deseo de que esta generación de jugadores pueda redimirse, creo que el fútbol está en deuda con uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte.

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