Jaldín, campeón e impulsor del judo en Cochabamba
El exjudoca René Jaldín Veizaga, múltiple campeón nacional y departamental, señaló que entre la época en la que practicaba el judo y la actual hay mucha diferencia.
Recordó que cuando empezó a ejercitarlo, en 1973, junto a un grupo de jóvenes que se inclinaron por este deporte que era nuevo en el país, se compraban el material deportivo y aprovechaban el apoyo del japonés Mitsuo (Jorge) Shimoida, quien fue el impulsor de esta disciplina porque les prestaba su dojo para que entrenaran.
“En cambio ahora hay una desorganización total y no existen dirigentes que lleven adelante la asociación local. Además, algunos judocas actuales piden colaboración económica y creo que a raíz de este problema, incluso se han llevado a La Paz todo el material deportivo que trajeron para los Juegos Sudamericanos 2018, por lo tanto, no dejaron nada para el judo local, ya que tampoco construyeron un escenario”, señaló.
Jaldín reveló al #1 su larga trayectoria deportiva como judoca.
El exdeportista, que todavía practica este deporte desde hace 45 años, espera fundar una entidad que, al igual que otros deportes, dé oportunidad a los mayores a seguir compitiendo en este su deporte favorito para seguir practicando, ya que actualmente sólo entrena para mantener su estado físico.
Comenzó a practicar judo en 1973, época en que las artes marciales habían “llegado” al país junto al “boom” de las películas asiáticas, con personajes como Bruce Lee, Chuck Norris, Jackie Chan y otros, así como porque había sido reconocido e incluido como deporte olímpico desde Múnich, 1972.
El otrora destacado judoca cuenta que demostró sus aptitudes con disciplina y entrega desde las primeras competencias departamentales y nacionales, representando a Cochabamba en los I Juegos Nacionales “Gral. Hugo Banzer Suárez” realizados en 1976, en una competencia de carácter selectivo para conformar el equipo Bolivia que debía prepararse para los VIII Juegos Bolivarianos que tenían por sede Bolivia.
Obtuvo la medalla de oro y, por lo tanto, el derecho a ser parte del equipo nacional, privilegio que mantuvo sin interrupción hasta 1982 como competidor, combinando simultáneamente hasta los últimos años de su actividad con las tareas de entrenador, dirigente deportivo y árbitro internacional.
En 1977 representó a nuestro país en los Juegos Deportivos Bolivarianos realizados en La Paz como el árbitro internacional mas joven y no como competidor, porque el Comité Olímpico y la Federación Boliviana de Judo habían decidido “nacionalizar” a un judoca coreano (cuyo nombre no recuerda) para representarnos, tomando su lugar; sin embargo, con disciplina, capacidad y obediencia, asumió el rol asignado.
La preparación intensiva, física y técnica que había alcanzado para estos juegos tuvo su continuidad hasta los I Juegos Odesur en 1978, en los que obtuvo la medalla de plata, que permitió a nuestro país ocupar el tercer lugar en el medallero general, siendo hasta la fecha la mejor campaña de nuestra historia deportiva.
En los siguientes años, fue campeón nacional y representó a nuestro país en diferentes eventos internacionales como los Juegos Andinos en Guayaquil, Ecuador 1979.
En 1981 asistió a los Juegos Bolivarianos en Barquisimeto, Venezuela, obteniendo la medalla de bronce. En 1982 cerró su participación como competidor internacional en el Panamericano de Judo en Santiago de Chile.
Fue también campeón departamental durante muchos años.
Camino al perfeccionamiento como médico, obtuvo un posgrado en la metodología y la enseñanza de judo en La Habana, Cuba, y en 1991 participó como colaborador de los XI Juegos Panamericanos en ese país.
Fue presidente de la Asociación Cochabambina de Judo de 1976 a 1983, y entrenador de la selección juvenil e infantil de 1975 a 1982, llevando a Cochabamba al dominio absoluto en este deporte.
Además del judo, practicó el karate como complemento entre estas artes marciales, así como el atletismo en su etapa escolar con el equipo del colegio La Salle.
Recibió muchas distinciones como juez, además de mejor deportista y mejor dirigente.
Jaldín practicó el judo durante nueve años (1973-1982) y llegó al grado de cinturón negro tres dan.
LAS FRASES
“Espero que a la luz de los recientes Juegos Suramericanos 2018, que dejó al desnudo la crisis en el deporte nacional, nos sirva para un reordenamiento y relanzamiento del deporte en general y en particular al judo”.
“El judo es un deporte amateur que exige mucha disciplina y entrenamiento para poder triunfar y lograr los objetivos que uno busca”.
EL JUDO SE PRÁCTICA EN COCHABAMBA DESDE 1973
El judo fue introducido en Cochabamba por Mitsuo (Jorge) Shimoida, un japonés que había fijado su residencia en nuestra ciudad, quien, junto a su negocio en la relojería Asaji,fundó el club de judo del mismo nombre en 1973, y tenía un dojo (gimnasio) en la calle Mayor Rocha casi Baptista. En ese escenario, niños y jóvenes practicaban este espectacular deporte, formando los primeros campeones nacionales y locales, entre los que se contaba a René Jaldín.
Su familia: Varias de sus hermanas siguieron sus pasos, destacándose entre ellas Janeth, Lilian y Carla, quienes fueron campeonas durante las décadas 80 y 90. Jaldín contó que sus dos hijos, que practican actualmente el karate, siendo René cinta negra y Víctor cinta café, no practicaran el judo por el abandono y mala gestión en la que ha caído la asociación departamental de esta disciplina deportiva.
Asociación: Jaldín manifestó que hizo vanos intentos por recuperar la asociación cochabambina (como dirigente) para llevarlo por el sendero del éxito, en base a la entrega, sacrificio y vergüenza deportiva, y no siempre esperando una subvención económica del Gobierno.
HOJA DE VIDA
René Jaldín Veizaga
Fecha de nacimiento: 21 de agosto de 1959
Lugar: Cliza, Cochabamba
Padres: Demetrio y Victoria (+)
Esposa: Yenny Cladera
Hijos: René y Víctor
Hermanos: Nelly, Felicidad, Janeth, Lilian, Carolina, Carlos y Paul.
Deportes: Judo, karate y atletismo