El fenómeno Samuel Tefera bate un récord de El Guerruj
Londres
El atleta etíope Samuel Tefera, de 19 años, batió ayer en Birmingham el récord mundial de 1.500 metros en pista cubierta con un tiempo de 3:31.04 en la misma pista que el año pasado le proclamó campeón del mundo bajo techo.
Una semana después de quedarse, en Nueva York, a una sola centésima de la plusmarca mundial de la milla, Tefera ha batido el récord de 1.500 que llevaba 22 años en poder del marroquí Hicham El Guerruj con su registro de 3:31.18 conseguido el 2 de febrero de 1997 en Stuttgart (Alemania).
Su compatriota Yomif Kejelcha, segundo en la carrera, se situó tercero en la lista mundial de todos los tiempos con 3:31.58, adelantando a su ya legendario compatriota Haile Gebrselassie (3:31.76).
Las liebres llevaron a Kejelcha hasta el 800 en 1:53.70 y se retiraron después de cubrir los 1.200 en 2:49.28. Los dos veloces atletas etíopes hicieron su penúltimo paso por meta en 3:03 y se jugaron la victoria en el esprint.
La reunión británica arrojó también registros notables en 60 lisos, prueba que ganó el chino Bingtian Su con marca mundial del año (6.47), y en el 3.000 femenino, con el triunfo en 8:54.60 de Alemaz Samuel, ganadora también en Madrid.
Laura Muir, la “golden girl” (chica de oro) británica, deleitó a sus paisanos con un nuevo récord nacional de la milla: 4:18.74, mejor marca mundial del año.
El atleta etíope Rafael Tefera es el actual campeón mundial de 1.500 metros en pista cubierta, una medalla de oro que logró precisamente en Birmingham, en marzo del año pasado.
SEPA MÁS
Admiradores de Gebrselassie
Kejelcha y Tefera se declaran hijos atléticos y admiradores de Haile Gebrselassie y Kenenisa Bekele, los últimos dioses del atletismo etíope y rivales de El Guerruj en su época.
Corresponderá pues a sus herederos aligerar al marroquí de todos sus récords mundiales, una tarea de cuyo éxito, dada la juventud de ambos, pocos dudan.
Si la milla en pista cubierta puede resistir aún, el verano, jalonado por las reuniones de la Diamond League y el Mundial de Doha, promete volver a ser como los veranos de finales del siglo XX, cuando el mediofondo era el jefe en todas las reuniones