Nadal busca su decimoctavo título del Grand Slam
Tampoco Stefanos Tsitsipas, el hombre que acabó con Roger Federer en octavos de final, el más afinado de los fenómenos emergentes a la hora de prosperar en un torneo del Grand Slam, logró hacerle ni cosquillas a Rafael Nadal. El español venció por 6-2, 6-4 y 6-0, en una hora y 46 minutos y disputará el domingo, ante el vencedor del partido entre Novak Djokovic y Lucas Pouille, que se juega hoy, su quinta final del Abierto de Australia. En el partido más exigente de los seis que ha jugado en Melbourne, el número dos del mundo volvió a completar una soberbia actuación y demostró que se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera.
En otra muestra de agresividad y poder frente a las nuevas generaciones, como la que había dejado ante De Miñaur y Tiafoe, Nadal se clasificó para su trigésima final de un grande y buscará su decimoctavo major. Campeón del Abierto de Australia en 2009, perdió las finales de 2012 (Djokovic), 2014 (Wawrinka) y 2017 (Federer).
Tal y como viene desenvolviéndose en su primer torneo oficial en cuatro meses, ahora mismo Nadal parece casi inabordable. Pudo comprobarlo el arrojado Tsitsipas, decimocuarto cabeza de serie, que buscó distintas alternativas para intentar detener el vendaval. Su revés a una mano, con ser notable, no deja de suponer una rémora ante un zurdo que sabe hacer sangre como nadie en ese rincón. Sólo a través de una actitud cercana a la temeridad consiguió el de Atenas no quedar demasiado pronto definitivamente fuera del partido. Levantó un 0-40 adverso en el quinto juego del segundo set, buscando con éxito la red cuando más fuerte arreciaba la tormenta.
Lo intentó con idéntica fórmula en el noveno, ante la renovada amenaza de Nadal, pero esta vez no consiguió sostenerse. Cedió su saque por tercera vez en el partido y en el siguiente juego quedó dos sets abajo. Frustrante desenlace para él, que ni siquiera elevando mucho su nivel había logrado hacer frente a su adversario. Evidencia de su desaliento fue otro renuncio con el saque en el inicio del tercer parcial.
Ajeno, como acostumbra, al marcador, Nadal mantuvo su efectividad, sin perder el pulso al partido, ante un rival a quien había derrotado el pasado año en las finales del Masters 1000 de Canadá y del Conde de Godó.
OSAKA Y KVITOVA VAN POR EL TÍTULO
La final femenina opondrá a la japonesa Naomi Osaka y a la checa Petra Kvitova, tras ganar ayer sus respectivos partidos de semifinales, con dos objetivos en juego: el trofeo y el trono de número uno mundial.
Osaka ganó por 6-2, 4-6, 6-4 a la checa Karolina Pliskova (N. 8), que había derrotado a Serena Williams tras haber superado cuatro bolas de partido en la ronda precedente.
La joven japonesa se clasificó, a sus 21 años, para su segunda final de Grand Slam de forma consecutiva, cuatro meses después de su título en el US Open.
En la final, Osaka se medirá a Kvitova (N. 6), que puso fin, con una victoria por 7-6 (7/2) y 6-0, a la bella aventura de la estadounidense Danielle Collins (35ª).