Lucio Vargas, el maquinista que puso en marcha “Illimani” para el cine boliviano
El cine es capaz de recrear la historia y, para que esto ocurra, se cuenta con personas expertas en producción que permitan dar vida a lo que uno pensaba ya muerto.
Películas ambientadas en la primera mitad del siglo XX apuntaron al uso de una de las locomotoras que se encuentran en exhibición en el Museo Ferroviario de Guaqui, La Paz.
Lucio Vargas es el actual responsable de este museo y, además, experto en mecánica de trenes. Gracias a Vargas, Antonio Eguino pudo filmar la película “Los Andes no creen en Dios” (2007).
“Illimani”, la locomotora que sale en el mencionado filme, data del año 1919 y hasta antes del rodaje, no funcionaba.
“Como yo lo conozco bastante, yo le he hecho la reparación” comienza a relatar Vargas, “en tres meses lo he preparado, lo que se preparaba en un año”.
El encargado se refiere a Eguino como “don Antonio”, con quien hizo el contacto directamente y fue él quien pagó la reparación.
Mientras relata cómo realizó este trabajo, muestra la máquina y explica las partes que tuvo que conseguir e, incluso, soldar.
“Hemos soldado, hemos encendido y le he telefoneado: ‘don Antonio, ya está listo, lo voy a encender, necesito combustible’ (…) al día siguiente hemos hecho la prueba y le he telefoneado a don Antonio ‘está bien la máquina’ (y él contestó) ‘está bien, don Lucio, a la otra semana filmamos”, recuerda.
Para la película, Vargas no sólo ayudó con la puesta en marcha de “Illimani”, sino que la manejó todo el tiempo que se rodó.
La locomotora aún funciona, más de 10 años después de la filmación. Es más, hace un mes se la volvió a utilizar para rodar una nueva película: “Fuertes”, la ópera prima de Óscar Salazar y Franco Traverso, la misma que se encuentra actualmente en posproducción.
Este filme retrata la participación del plantel administrativo y deportivo del club de fútbol The Strongest en la batalla de Cañada El Carmen, en la Guerra del Chaco.
“Recién nomás han filmado una película de los que han ido a la Guerra del Chaco, el 22 de diciembre”, relata Vargas sobre la última participación de “Illimani”.
“Yo he entrado a las 4 de la mañana a calentar, porque tres horas es la calentada —continúa el experto—, nos hemos ido de Tiahuanaco más allá , ahí hemos filmado, estábamos hasta las 5 de la tarde”.
Estas tomas se realizaron en media pampa, adelanta Vargas. Además, se filmaron algunas escenas más en la misma estación de trenes de Guaqui, donde ya en horas de la noche iluminaron todo el lugar que tiene en exposición más de un tren.
“Yo le he guardado a la máquina a la 1 de la mañana, ahí hasta irme a mi casa, lavarme, porque era tizne todo”, relata y comenta que también en esta película manejó y supervisó todo el movimiento de “Illimani”.
Vargas concluye el encuentro mencionando que le prometieron pasar la película en DVD. “Bonita era la película, los soldados como si estuvieran verdaderamente llegando de la Guerra, sus familiares les recibían llorando, lleno estaba”.
MUSEO
Reactivar la estación y el turismo lacustre
Guaqui es una pequeña ciudad situada a orillas del lago Titicaca, en la provincia Ingavi, en La Paz. Este sitio era utilizado para la exportación de minerales de la Bolivia de antaño a través de locomotoras, las cuales dejaron de funcionar a finales del siglo XX.
Actualmente, este espacio es parte del Circuito y Complejo Turístico, Ecológico, Museográfico, Ferroviario y Lacustre en Guaqui - Lago Titicaca, un museo que cuenta con cuatro salas.
La estación de trenes es la cuarta sala del espacio. Las otras tres Consisten en: historia de las culturas tradiciones que rodearon el lago; la vida cotidiana y la cultura contemporánea, y fiestas y ceremonias que se realizan en la zona lacustre.