Doce apuntes sobre la pasión de “Eugenia” de Boulocq

Cine
Publicado el 22/04/2018 a las 0h00
ESCUCHA LA NOTICIA

Mauricio Souza Crespo

Literato

1. “Eugenia”, el tercer largometraje de Martín Boulocq, es el estudio de una mujer en crisis.

 

2. Como en todo el cine de Boulocq, de la historia de este personaje y de su crisis sólo sabemos lo qu e logramos inferir poco a poco y casualmente. Por ejemplo, que rompe una relación larga y violenta, que para hacerlo viaja de un lugar a otro, que tiene familia (la madre en Tarija, el padre en Cochabamba), que no sabe qué va a hacer de su vida, que prueba diversos oficios: aprendiz de cocinera, ayudante de estilista, actriz amateur. Esta incertidumbre —un tenso estado de espera que recorre ésta y otras películas de Boulocq— justifica el carácter episódico de lo que vemos: secuencias enlazadas menos por su voluntad de contar o reconstruir una historia personal que por su capacidad de ilustrar una situación crítica, la de Eugenia.

 

3. Además de los movimientos mayores de la trama —digamos: los de la crisis, huida y reconstrucción incierta en otra ciudad de su personaje central—, lo que une a buena parte de los episodios de “Eugenia” es su regreso a la misma idea: describen esa zona de roce entre: a) lo que otros esperan de una mujer y b) lo que esa mujer no quiere. Que la representación de esos roces sea más o menos directa —es decir, más o menos programática en su feminismo— importa poco: es como si la película quisiera retratar el espacio mismo de la indecisión, del deseo de “otra cosa”, de la vacilación melancólica o perpleja de su personaje central. El territorio de esta “exploración” es, por otra parte y gracias a dios, concreto y no vagamente alegórico: Eugenia no es una mujer arquetípica sino una generosamente determinada: de clase media, joven, bonita, blanca y boliviana.

 

4. Con su primera secuencia, Boulocq comienza “Eugenia” allí donde había llegado en “Los viejos”: se acerca a sus personajes de maneras indirectas y quebradas, como si fueran una serie de borrones y ángulos, de imágenes parciales, de retazos de realidad. Entrevemos fragmentos de un hombre —una de esas figuras de terror que tienen nuca pero no rostro— y del interior de un auto, o las manos y piernas de una mujer, o el cielo y unas vacas que pasan —meros reflejos— por un vidrio.

 

5. Pero esta descomposición visual de los personajes y de su (posible) historia da lugar a un cambio: en el paciente gran plano general que sigue —vemos ahora el auto desde lejos, abajo y en medio de un erosionado paisaje— la mujer de las primeras tomas se aleja del hombre y se acerca a nosotros, lentamente, subiendo el cerro. Hasta que la vemos plenamente, de cerca, en uno de esos primeros planos que dominarán el resto de la película. Tal vez este recorrido inaugural sea, en miniatura, el que traza la película entera.

 

6. Mucho tiende pues a la cercanía en “Eugenia”: si alguien llega de viaje, vemos primero la maleta; si alguien sirve un jugo, vemos primero la jarra. Estas proximidades desdibujan el mundo pero nunca a Eugenia, que para la película es una mujer en una de sus definiciones clásicas: “alguien que es siempre observado”. Lo que no quiere decir, para nada, que sepamos quién es.

 

7. Es más: Boulocq deja que esa “mujer siempre observada” nos devuelva la mirada. Regresamos así a las alegrías del origen del cine: no sólo una cámara fija a la que los personajes se acercan o de la que se alejan, no sólo el blanco y negro, no sólo espacios más encontrados que hechos, sino también alguien que desde el centro mismo de la imagen nos mira, como ese pistolero de la película de Edwin S. Porter de 1903 (“El gran asalto al tren”) que apuntaba y disparaba al público para revuelo y goce general.

 

8. Eugenia, en la sobria y efectiva interpretación de Andrea Camponovo, ensaya delante de nosotros varios papeles: es una hija para su madre, una amiga para sus amigas, otra hija —distinta— para el padre, rival o modelo para la joven esposa del padre, etc. Y también es —con otro disfraz— Tania, la protagonista de una película de “guerrilleros y espías” de un joven director de cine.

 

9. Además de ser otra oportunidad para el desdoblamiento de su personaje central, “la película dentro de la película” conduce en Eugenia a algo nuevo en el cine de Boulocq: el humor social. Así deberíamos pensar el retrato, costumbrista, del joven galán que es además “director de cine”, un “pajpaku” que parece combinar —por las pelotudeces que dice— una derivativa “visión artística” con escasa información y peor probabilidad de decir algo. Los pedazos de su película son de hecho eficientes, pero sólo en su humor involuntario.

 

10. Y con todo, el universo que navega Eugenia es el de Boulocq: ese cruzado, como en “Los viejos” (2011), por fracturas generacionales que son, al mismo tiempo, las de las posibilidades e imposibilidades de compartir una historia común. Éste es un cine intrigado por los padres, pero que nunca deja de identificar las fisuras en las historias paternas: sus violencias, sus discursos dudosos, sus tonterías. En “Eugenia”, por ejemplo, el pasado heroico-guerrillero del padre no le sirve para ir más allá , medio siglo después de las guerrillas, de las tristes vulgaridades del patriarcado masista.

 

11. La deliberación militante de “Eugenia” es tal vez su mayor ruptura: es una película que no sólo dice sino que quiere decir algo. Y por eso lo que dice a veces lo dice frontalmente: se nos muestran los libros que los personajes leen, o escuchamos y vemos a María Galindo estableciendo —con su elocuente y acostumbrada claridad— qué es qué y quién es quién en el patriarcado patrio. Estas otras frontalidades son las que —creo— conducen la película a su mayor debilidad: su final.

 

12. Sospecho que reclamarle a un final la militante representación de un acto, allí donde este parecía no llegar nunca, tiene, por lo bajo, un poco de ironía. Porque si algo se le reclama rutinariamente a este tipo de cine –el de Boulocq, el de Socavón Cine– es lo mismo que se le reclama a mucho cine contemporáneo: que en él no pasa nada de nada. Es un reclamo, claro, articulado desde las limitaciones de una sensibilidad atrofiada –o desde una ignorancia segura de sí misma– que confunde con rapidez el hecho de que las cosas pasen en una película de otras maneras –diferentes de las consuetudinarias– con el hecho de que no pasen en absoluto. Pero en “Eugenia”, esas cosas pasan al final con pedagógica contundencia (en una secuencia en la que hasta la composición visual es tradicional). Yo hubiera preferido que pasaran de otra manera, es decir, como en el lúcido y conmovedor resto de la película.

 

2-_pag_3-_pelicula_poster_copia.jpg

pelicula poster
ARCHIVO

LA FICHA

Título: Eugenia

Año: 2017

Género: Drama

Duración: 82 minutos

País: Bolivia

Director: Martín Boulocq

Idioma: Español

Productora: Coproducción Bolivia-Brasil; CQ Films

Elenco: Andrea Camponovo, Alvaro Eid, Alejandra Lanza y Simón Peña.

Tus comentarios

Más en Cine

El Salar de Uyuni se convirtió en uno de los escenarios protagónicos de la película romántica más esperada de Japón "April, come she will".



En Portada
Desde horas de la madrugada de hoy, cientos de personas se dieron cita para participar del Vía Crucis reviviendo la Pasión de Jesús en este Viernes Santo.
La tradición de los 12 platos de Semana Santa que se elaboran para el Viernes Santo sin carne roja se mantiene, pero con innovaciones en su presentación como...

El presidente Luis Arce festejó ayer junto a algunas organizaciones sociales el 29 aniversario del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), en medio de...
La población tiene varias opciones para disfrutar del largo fin de semana por la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Uno de los lugares...
Finalmente, las Comisiones Mixtas de Justicia Plural y de Constitución terminaron de resolver las más de 500 impugnaciones que fueron presentadas por los...
L.a procesión de la imagen del Señor de Santo Sepulcro es una tradición que perdura en Semana Santa por la fe de un grupo de fieles, que no sólo se encargan de...

Actualidad
Desde horas de la madrugada de hoy, cientos de personas se dieron cita para participar del Vía Crucis reviviendo la...
 La farmacéutica nipona fabricante del suplemento dietético vinculado con al menos cinco muertes y un centenar de...
El Ministerio de Sanidad en la Franja de Gaza, bajo el Gobierno de Hamás, aumentó este viernes a 32.623 los muertos y...
Al menos 42 soldados de las fuerzas gubernamentales sirias y miembros del grupo chií libanés Hizbulá murieron este...

Deportes
Aurora no consiguió sumar anoche en su visita a Blooming en el estadio Tahuichi Aguilera de Santa Cruz, luego de perder...
La fiebre por la visita de Boca Juniors a Nacional Potosí, en partido pactado para el miércoles 3 de abril (20:00) en...
La dirigencia de Universitario de Vinto elevará una carta de solicitud a la Dirección de Competiciones de la Federación...
El entrenador boliviano Edson Reynal decidió partir un día a Europa para mostrar sus condiciones en el fútbol. Dejó de...

Tendencias
El dengue es una enfermedad transmitida por mosquitos que puede ser grave e incluso mortal. Saber cómo identificar al...
El regulador de las comunicaciones ruso Roscomnadzor informó este jueves que ha bloqueado once canales de Telegram tras...
Andrés Salamanca, un niño cochabambino de 12 años, se volvió viral en redes sociales tras continuar con el negocio de...
Un futbolista de Sporting Coroico, que trabaja como “taqueador” y cargador de Coca, sueña con debutar en Primera...

Doble Click
Cinco cochabambinos figuran en la lista de los ganadores de la segunda Convocatoria de Fomento a la Productividad...
La 11ª edición de la prestigiosa feria internacional Art Basel Hong Kong abrió sus puertas al público este jueves a...
Doce cuentos componen el nuevo libro de Gustavo Munckel, "Un montón de pájaros muertos". Es el tercero que publica este...
Cinco artistas argentinos forman parte de la cartelera estelar de la Fexco Fest 2024, que se celebrará durante el...