Independencia y autogestión en el cine y teatro
A pesar de los pocos recursos, la falta de políticas culturales y de que aún no existe una ley de culturas en el país, el cine y las artes escénicas bolivianas gozan de buena salud y luchan por seguir abriéndose espacios dentro y fuera del país.
Sólo por dar algunos ejemplos, producciones como “Algo quema”le dio el reconocimiento como Mejor Director a Mauricio Ovando en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), mientras que el primer largometraje en solitario de Juan Pablo Richter“El río”, se presentó en el Festival de Miami, EEUU.
Por su parte, los directores consagrados como Marcos Loayza y Juan Carlos Valdivia siguen vigentes en festivales y anuncian estrenos. Además, aparecen nuevos rostros en el cine boliviano, como los directores Gory Patiño, Sergio Vargas y Pedro Antonio Gutiérrez entre otros.
En artes escénicas, este año se esperan muchos estrenos, la mayoría en La Paz, donde –por ejemplo– el Teatro de Los Andes presentó su más reciente obra “Un buen morir”. En Cochabamba, se mantienen actividades como Tablas Cochalas o la Muestra Off, realizada en mayo y que logró traer a grupos de Sucre y Santa Cruz.
En los pocos espacios de formación, como los talleres y elenco del mARTadero, se siguen cosechando nuevos talentos. Es el caso de la Casa de la Juventud, donde muchos jóvenes se acercan al teatro.
PRÓXIMOS ESTRENOS
Una buena producción de cine y teatro
Mientras que las salas de cine del país se alistan para recibir estrenos nacionales como “Muralla” de Patiño, “Søren” de Valdivia o “Tu me manques” de Rodrigo Bellot, en los teatros se espera la realización de eventos como el Premio Nacional Peter Travesí y el Festival Internacional de Teatro Bertolt Brecht, dos de los eventos teatrales más importantes de Cochabamba que se realizan en septiembre y noviembre, respectivamente, y que traen el trabajo de elencos de todo el país. En su anterior versión, “El Brecht” destacó por su organización, programación y la gran cantidad de público que trajo.
PUNTO DE VISTA
Re-pensar El arte y la cultura
Danny Gonzales Torres
Gestor cultural
Hace pocos días escuché comentarios negativos a una consulta realizada en redes sociales. “¿Alguien sabe cuánto son las mensualidades de tal colegio de músicos y/o cómo hago para que ingrese mi hijo?” Entre las respuestas más soeces mencionaban: “Mejor un colegio particular sin tanto énfasis en la música; en Bolivia, los músicos se mueren de hambre, a no ser que hagan música chicha o popular”.
Vemos de esta manera cómo nuestra sociedad sostiene aún el pensamiento reduccionista de que el arte y la cultura sólo cumplen un papel decorativo, desestimando de esta manera el valor intrínseco y el impacto en la economía.
Bolivia se encuentra en una dimensión aún carente, de pretender lograr el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas bajo esta mirada, pues se trata de que la inversión pública, privada o cualquier tipo de subvención, permita la tecnificación de las artes, y la materialización de los derechos sociales de los artistas y gestores culturales.
No sólo se trata de “certificar competencias”, sino de generar espacios de formación profesional en todos los campos del arte, la cultura o el patrimonio y garantizar los derechos sociales de los mismos.
Actualmente, según el Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia, tenemos 10.700 artistas y 1.550 colectivos artísticos registrados, sin mencionar los que se van desarrollando o los que no están involucrados con la remuneración estatal.