Después de Sanjinés: una década de cine boliviano (2009-2018)

Cine
Publicado el 16/12/2018 a las 0h00
ESCUCHA LA NOTICIA

Mauricio Souza Crespo
Crítico 

He reunido en un libro de próxima aparición mis reseñas y artículos sobre cine boliviano de la última década, un periodo que coincide con el de la apurada deriva reaccionaria del proceso de cambio (2006-?). Al releer estos textos como si fueran de otra persona, me he preguntado lo siguiente: además de compartir el mismo tiempo de monstruos, ¿hay algo que confiera a este cine un aire de familia? 

1. El cine boliviano nunca ha logrado exceder las glorias y desgracias de su sistema artesanal de producción. Aquí cada cual hace su película como puede y según los modos que las condiciones y los auspicios le permiten. En parte, estas fragilidades de la práctica explican que el cine boliviano sea un “cine de autor”: es decir, cine en que el autor decide casi todo, aunque esa libertad la ejerza en circunstancias que no son de su elección.

2. Para bien y para mal, a esa diversidad de modos de hacer cine corresponde una aparente diversidad de horizontes estéticos. En estos últimos 10 años hemos visto, por ejemplo, comedias “típicas” varias (que, en algunos casos, son vehículo de una vulgaridad sin límites); correctas películas de género con poca plata (y, con frecuencia, pocas ideas); curiosos relatos épico-históricos (demasiado cercanos a los fastos escolares y cívicos); exploraciones personales e intimistas (tal vez resignadas a su divorcio del público); cine-arte trucho (que finge profundidades que no tiene); no pocos modestos hallazgos parciales (en los lugares menos pensados); cine amateur (en ocasiones más interesante que el profesional); dos o tres documentales desinformados (que documentan no mucho más que la voluntad de “hacer cine”), y un buen número de películas que imitan al pie de la letra esto y aquello (aunque a menudo sin saber que son una imitación de esto o de aquello o simplemente satisfechas de imitar bien). 
3. Más allá de las debilidades que a veces lo distinguen (nuestras consuetudinarias impericias narrativas, por ejemplo), el cine boliviano parece hoy organizado según dos impulsos o inclinaciones dominantes: a) no pocas películas —en diversos géneros y tonos— buscan el costumbrismo social, y b) otras, tampoco pocas, ensayan su versión de una estética autorial de la reticencia narrativa (que abunda en los predios institucionales de la cinefilia). 

4. El costumbrismo social de buena parte del cine boliviano de la última década —que prolonga un registro inaugurado por “Chuquiago” de Eguino y “Mi socio” de Agazzi— se desentiende, por lo general, de la sobriedad: es exuberante y copioso (en contraste con el controlado y parco costumbrismo del cine chileno, argentino o peruano recientes; o de las películas de Eguino y Agazzi mencionadas). Si muy diverso en sus fórmulas genéricas y en sus resultados, el impulso que lo anima es el mismo: mostrar “cómo es” una cultura urbana o rural específica y local, en variantes que conducen al realismo mágico andino (“Averno” de Loayza o “Pacha” de Ferreiro), a la farsa erótica camba (“El pecado de la carne” de Serrano o “Mi prima la sexóloga” de Chávez), al exploratorio turismo plurimulti (“Søren” e “Ivy Maraey” de Valdivia), a la comedia de enredos a la tarijeña (“La huerta” de Ayala), al cine negro cholo-paceño (“Muralla” de Patiño o “Lo peor de los deseos” de Araya), al cine amateur y participativo (“Pandillas en El Alto” de Conde o “Así es la vida” de Aquino).
5. Lo que aquí llamo cine reticente quiere construirse, en cambio, como si fuera un rechazo deliberado de las frontalidades del relato clásico. Un rechazo que es, en sus costumbres formales, peligrosamente reconocible a primera vista: la tendencia a las elipsis narrativas (en relatos armados a partir de silencios y vacíos de información), la preferencia casi reglamentaria por los tiempos de la toma larga (tomas que se toman su tiempo hasta la exasperación), cierto experimentalismo o curiosidad fotográfica constantes, la fascinación con planos y angulaciones no rutinarias. Y es también recurrente en este cine la decisión de acercarse a sus preocupaciones políticas —pues, como el costumbrismo social, el reticente también es un cine político— según rodeos e indirecciones, con cautela, como si la historia y sus violencias solo pudieran ser representadas por lo que dejan atrás, por los traumas no declarados, por los daños que se intentan olvidar inútilmente.

6. Toda una generación de cineastas jóvenes (hoy menores de 40 años) fatigan la estética de la reticencia. Sin duda, las películas de Martín Boulocq o de Socavón Cine —para mencionar dos ejemplos destacados— son un alivio si pensamos que en los últimos años no poco cine boliviano de voluntad clásica ha encallado en una suerte de parálisis o bancarrota narrativa, en épicas ceremoniosas y grandilocuentes (las últimas películas de Sanjinés) o en los espejismos alegóricos de un pseudocine de autor (las últimas películas de Valdivia). Pero esa reticencia alternativa —un respiro en Bolivia, pero dominante en los circuitos internacionales del cine arte— corre el riesgo, si no está acompañada de las disciplinas de la reflexividad, de devenir, como en muchos países, una afectación, un repertorio de clichés. (Se me ocurre este paralelo admonitorio: la influencia de Raymond Carver y Roberto Bolaño en la narrativa boliviana de los últimos 20 años es hoy sólo un arsenal de manierismos y tics).

7. Acaso el futuro del cine boliviano radique en el documental. Y no necesariamente en el que se ofrece como tal: nuestros mejores documentales recientes (“El corral y el viento” de Miguel Hilari, por ejemplo) son en realidad películas que no lo son, a medio camino entre la deliberación ficcional y las epifanías formales que —si prestamos la necesaria atención— ofrece la realidad. (Tal vez la ética del documental sea una alternativa a las miserias del realismo).

8. Esta década (2009-2018) ha sido además para el cine boliviano la de la consolidación de una serie de cambios intensos. Por ejemplo, este mayor y conocido: la producción de muchas más películas que antes gracias a formatos digitales accesibles. Hay además cosas que antes no existían: por ejemplo, cinematografías regionales (durante casi toda su historia, el cine boliviano fue el cine paceño; hoy hay un cine de Cochabamba y de Tarija y de Santa Cruz y de Sucre). 

9. Para mí —que sólo veo las películas— el cambio mayor es, sin embargo, éste: el abandono obligado de las salas. En Bolivia, a la pobreza de la programación de unas cuantas multisalas en las ciudades del eje troncal, hay que sumarle los azotes adicionales de la época: las iniquidades del doblaje, el alto costo relativo de las entradas, los celulares y la comida, etc. Felizmente, esta decadencia es compensada por las glorias domésticas de la piratería y del streaming: hoy podemos ver todo el cine en casa (incluyendo el boliviano). Hemos descubierto que, como con el resto del cine, con el boliviano podemos esperar a que salga el DVD.

10. Por años pensamos que nuestro cine era minúsculo pero capaz de grandes películas (es decir, las de Sanjinés). En una posible versión de nuestra historia cinematográfica reciente —y si seguimos pensando en términos nacionales o nacionalistas—, podríamos ensayar provisionalmente un brindis: sin gran público en salas —pues ese público ya no existe para cierto cine en ninguna parte—, de esporádico ingenio formal, de vez en cuando con algo que decir, el cine boliviano es hoy como casi cualquiera: capaz de hallazgos parciales, secuencias memorables, posibilidades apenas intuidas pero presentes.

Tus comentarios

Más en Cine

'La sociedad de la nieve' es la favorita en el apartado de cine de los XI Premios Platino, que se entregan este sábado en una gala en México en la que se...
La XI edición de los Premios Platino del Cine y el Audiovisual Iberoamericano que este año se celebrará en la Riviera Maya de México, comenzó a desandar el...

La XI edición de los Premios Platino del Cine y el Audiovisual Iberoamericano que este año se celebrará en la Riviera Maya de México, comenzó a desandar el camino hasta mañana, cuando desde el...
Rusia inaugura mañana, viernes , el Festival Internacional de Cine de Moscú, otra de las más importantes de la región, con más de 230 películas en la cartelera, en su mayoría de países que no...
“La lucha”, documental de la cineasta cochabambina Violeta Ayala, se estrena mañana (19:00) en la plaza 14 de Septiembre.
El filme “El ladrón de perros” (Bolivia, Chile, México, Ecuador, Francia, Italia), de Vinko Tomičić Salinas, integran la competición de la 23ª edición del Tribeca Film Festival, que se celebrará del...


En Portada
A través de un comunicado, la Cancillería del Estado Plurinacional de Bolivia rechazó el informe "unilateral" del Departamento de Estados de Estados Unidos...
Juan Carlos Montenegro Bravo, quien fue gerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), falleció después de que, en una carta, anunció que tomaría...

Alarmada por los porcentajes de incremento salarial anunciados por el Gobierno, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) demandó al presidente Luis Arce que este...
Hay cuatro niños internados por sospecha de dengue grave, uno está en terapia intensiva por una falla hepática, en el hospital pediátrico Manuel Ascencio...
La Policía Boliviana prohibió exhibir tatuajes en lugares visibles del cuerpo para todo el personal policial mientras se encuentren de servicio y con el...
La mañana del pasado martes, una niña de 2 años fue reportada como desaparecida en el barrio Nuevo Amanecer del municipio de Montero, Santa Cruz.

Actualidad
La Policía Boliviana prohibió exhibir tatuajes en lugares visibles del cuerpo para todo el personal policial mientras...
El Alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes junto al presidente de la ICAM, Amilkar Rocha rpresentaron la moto y el auto ...
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes junto al presidente de la ICAM, Amilkar Rocha, presentaron la moto y el auto ...
Juan Carlos Montenegro Bravo, quien fue gerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), falleció después de...

Deportes
El equipo de Wilstermann no entrenó la jornada de hoy y determinó ingresar en paro porque no se les pagó sus sueldos.
El tenista nacional Hugo Dellien dio este miércoles otro paso más en el Challenger de Roma, luego de imponerse 2-0 al...
La venezolana Yulimar Rojas, cuatro veces campeona del mundo al aire libre y actual campeona olímpica de triple salto,...
A 15 días de la disputa del Circuito Bolivia 2024, evento a desarrollarse del 10 al 12 de mayo en la laguna Alalay, se...

Tendencias
La comunicación como elemento fundamental y articulador de la sociedad, ese parece ser el lema de Camilo Kunstek,...
Cochabamba llevará a cabo el certamen selectivo de First Bolivia 2024 el sábado 1 de junio, según el cronograma que...
La sonda espacial Voyager 1, que fue lanzada en septiembre de 1977 y se encuentra en la actualidad a más de 24.000...
Además, la cuenta oficial de Porcinos FC, el club de Ibaí Llanos en la Kings League, se sumó a la discusión al publicar...

Doble Click
La Plataforma Teatral Cochabamba pondrá en escena la obra Somos agua este viernes en instalaciones de la Casa de las...
Una de las mejores obras del 2023 vuelve a presentarse en Cochabamba. Se trata de Ave, que fue galardonada múltiples...
El cantautor catalán Joan Manuel Serrat, de 80 años, ha sido distinguido este miércoles con el Premio Princesa de...
Conocido en todo el mundo como "El profesor" de la serie 'La Casa de Papel', Álvaro Morte da el salto al cine...