“La maldición de La Llorona” domina taquilla pero no sustos
PABLO O. SCHOLZ
Los mitos y las leyendas urbanas no hacen más que perder poder de creencia o convencimiento cada vez que Hollywood les echa una mirada con la vista puesta específica y únicamente en la taquilla.
Y los que somos devotos de James Wan —el director, guionista y productor que dio a luz “El juego del miedo” y luego a “El conjuro”— poco a poco empezamos a perderle sino el respeto, la confianza.
Pero cada “spin-off” de “El conjuro” fue peor que el otro —y prepárense porque se viene “Annabell 3”—, y ahora con “La maldición de La Llorona” repite el esquema —aquí sólo produce— que en pocas palabras se traduce en figura fantasmagórica asusta a chicos y grandes desprevenidos desde el más allá, por lo general de noche.
Hartos ya de que los monstruos ataquen más en casas que en departamentos, La Llorona en México (de allí proviene la leyenda) se entera de que su marido la engaña, y decide quitarle lo que más quiere. No es el fútbol ni el tequila, sino sus hijos, a los que ahoga en un río.
A partir de entonces, la mujer, a la que apodan La Llorona porque pena por sus hijos, se dedica a buscar otros vástagos.
Y llega a los Estados Unidos, mucho antes de que Donald Trump soñara con el muro. Hay una asistente social, Linda Cardellini —que es madre soltera porque su esposo, oficial de policía, falleció— que tiene un caso entre manos. Una latina tiene encerrados a sus dos niños bajo llave. Le pide a Anna que les dé una noche más. Pero —siempre hay un pero— los liberan, los mandan a una suerte de orfanato y no va a ser que La Llorona se los lleve y ahogue en el río.
Pero como Anna no tiene con quién dejar a los chicos —son los años 70, imagínense si fuera hoy—, La Llorona los ve cuando Anna acude al río a ver qué pasó. Y lo que va a pasar todos ya lo sabemos.
Tal vez no haya sido un chiste premeditado, pero que el curandero que se ponga la lucha al hombro contra La Llorona se llame Rafael… como el cantante español, que cantaba “Llorona”, no sabemos si es un guiño, otro bache kitsch u obra de La Llorona.
En fin, de todos modos uno se pega unos buenos sustos, por esto de que los personajes hacen lo que uno nunca haría, como ir a ver qué pasa solos o hasta salir a buscar una muñeca afuera cuando La Llorona los está esperando.
El que avisa no traiciona, y “La maldición de La Llorona” tiene todo eso que hoy poseen lo “blockbusters” de terror. No le pidan originalidad, historia ni entramado que sostenga el suspenso.
FICHA TÉCNICA
Género: terror
País: Estados Unidos
Duración: 93 minutos
Director: Michael Chaves
Elenco: Linda Cardellini, Patricia Velázquez, Raymond Cruz