Las editoriales ratifican su apuesta por los libros de papel
Pese a las vantajas del libro digital y que centenares de ellos pueden ser transportados en un celular o tableta, las editoriales nacionales que participan en la Feria del Libro Cochabamba (FILC) aún no apuestan o ingresan en el mercado de libros digitales y. al contrario, se aferran al papel.
Entre las principales razones se encuentra el bajo hábito de lectura que se tiene en el país, “si un alto porcentaje de los jóvenes aún no tiene el hábito de lectura, peor van a pensar en el tema de la digitalización”, indica Waldo Rivas, miembro de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo.
Sin embargo, algunos editores aseguran que este formato es una necesidad, pues lectores potenciales utilizan plataformas digitales y los editores pueden captar nuevos lectores por estos medios. “Algo que falta en el país es el libro digital, como editores se debe apuntar a eso, porque la mayoría de los chicos tanto en primaria, secundaria y universidad tienen celular, donde pueden descargar libros digitales, y más que una distracción las tecnologías de información y comunicación (TIC) pueden ser las mejores aliadas”, señala Rene Rivera, presidente de la Cámara del Libro.
Del mismo modo, presidente de la Cámara del Libro de la ciudad de La Paz, Carlos Ostermann, asegura que las redes sociales y las plataformas digitales pueden llegar a ser impulsoras de la lectura, “gracias a la magia del Internet, los jóvenes son consumidores racionales, pues están muy informados de lo que quieren leer, es maravilloso porque los medios se complementan y no compiten entre sí y se debe aprovechar esto”.
Pese a no incursionar de manera directa en la oferta de libros digitales, las editoriales ofrecen materiales que enriquecen y refuerzan el aprendizaje y la lectura, especialmente en libros educativos, como CDs interactivos y juegos digitales.
Por otra parte, el uso principal de las redes sociales y sus páginas web cumplen la principal función de mostrar el catálogo literario de cada editorial, con el que los lectores pueden realizar pedidos, compras, consultas y cotizaciones por Internet de los libros físicos.
Muchos de los editores y escritores coincidieron que una de las tareas fundamentales y principales, antes de cualquier otro objetivo, es el fortalecer el gusto por la lectura para que los jóvenes lectores generen un hábito y que, en un futuro, no importe el soporte, sino la lectura como tal.
Para esto, se ofrecen formatos innovadores, accesibles y que llamen la atención de posibles lectores y empiecen a adquirir más libros y leerlos.
Libros empastados a mano, ilustraciones realizadas por manos bolivianas, libros forrados en tela, en botellas, con páginas en 3D, con movimiento, microcuentos embotellados y tapas hechas de cartón con diseños a mano son el “plus” que las editoriales ofrecen a los lectores para atraparlos en la literatura.
“Se opta por hacer obras que tengan realmente un valor, no sólo comercial, sino un valor que ayude al libro a poder estar en un estante familiar”, explica el encargado comercial del Grupo Editorial Kipus, Huascar Flores.
Muchos de los lectores, como indica María Flores, miembro del grupo editorial independiente Yerba Mala Cartonera, adquieren libros sólo por el hecho de que tiene una presentación diferente a los libros convencionales.