La escandalosa colección de arte de Pablo Escobar
Hoy, 2 de diciembre, se cumplen 25 años de la muerte del famoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar, quien murió en el tejado de una casa de un barrio de Medellín, tras una persecución con la Policía. La muerte de Escobar sólo aumentó la leyenda en torno a su figura. Un hombre cruel capaz de derribar un avión con tal de matar a un enemigo. Fue un personaje sanguinario que terminó convirtiéndose en una figura de la cultura popular gracias a la literatura en torno a su vida y ahora gracias a novelas y series.
Es difícil discernir entre realidad y ficción en todo lo que rodea a Escobar Gaviría (1949-1993), un hombre al que la Policía acusaba de ser el autor directo o indirecto de 5.000 asesinatos. La leyenda dice que organizaba fiestas en las que se sorteaban obras de arte entre los invitados. El escenario era una finca de casi 2.000 hectáreas que bautizó como Nápoles, en homenaje a la ciudad de origen del padre de Al Capone.
Escobar llegó a enterrar fajos de billetes en los jardines de sus fincas. Alguna vez se quejó que las ratas se habían comido su dinero, así que optó por invertir en arte. Pero poco se sabe de la colección que acumuló porque ni en el asalto final a su casa ni en otras posesiones suyas se hallaron las obras de Rodin, Picasso, Miró, Dalí y otros artistas famosos que se le atribuyan.
Se hablaba de la escultura El pensador de Rodin, más de 10 obras de Botero y otras de Oswaldo Guayasamín, Igor Mitoraj, Luis Caballero, Alejandro Obregón, Enrique Grau y Darío Morales. También se dijo que había un Miró, que en algún reportaje se identificó como el que estaba en uno de los baños, y cuatro grabados y un dibujo erótico de Picasso, de 1938. En un reportaje reciente en The Hollywood Reporter se contaba que hace un año un supuesto intermediario de la familia se contactó con un empresario británico de Dubai para intentar colocar en el mercado unas 200 obras, que incluían piezas de Pablo Picasso, Cy Twombly, Camille Pisarro e Yves Klein.
“Alguna vez se quejó de que las ratas se habían comido su dinero, así que optó por invertir en arte”.