Santa Teresa: “El señor del Lagar”, lienzo con iconografía poco común
Edwin Claros
Director de Carrera de Filosofía y Letras UCB
El monasterio de Santa Teresa es poseedor de una verdadera joya pictórica, denominada El Señor del Lagar, lienzo recientemente restaurado. Extraña pintura y raro ejemplar en el conjunto de los cuadros sacros que existen en nuestro país. Parafraseando a Canalda, Silvia–Fontcuberta, Cristina (El “Lagar místico” en época moderna. Evolución, uso y significados de una imagen controvertida. Universidad de Barcelona. s.f.) se puede aseverar que la pintura resulta impactante incluso para un espectador actual acostumbrado al realismo imprevisible de los medios de comunicación audiovisuales. Sin duda, se puede afirmar que es un “lienzo monumental”, “singular” y que constituye una “rareza iconográfica” en el arte religioso boliviano. Existe una pintura con la misma temática en el monasterio carmelita de Sucre, y es muy posible que también el de Potosí tenga otra similar.
El lienzo contiene escenas muy llamativas, la figura de Cristo crucificado de cuyas llagas brotan copiosos chorros de sangre y caen al lagar para mezclarse con racimos de uva; Dios Padre que presiona la prensa; Dios Espíritu Santo hace de contrapeso, en la cabecera de la cruz; la madre dolorosa con la espada que le atraviesa el corazón; la vendimia y vendimiadores; tres apóstolos que transportan racimos de uva al lagar, etc. Pero también se presta atención al texto en latín “Torcular calcavi solus et de Gentibus non est vir mecum. Isaiae 63” y alnombre del autor de la pintura “Diego de la Peña”.
En la literatura sobre esta rara iconografía se constata que existen variantes denominativas, como “Cristo en el Lagar”, “Lagar de Cristo”, “Lagar místico”, “Prensa mística” (Torculus Christi). Denominaciones en otros idiomas: “Christus in der Kelter”, “Mystische Kelter”, “Pressoir Mystique”, “Christ in the Winepress”, “Cristo nel torquio”, “Torchio Mistico”, “Cristo pigiatore”. El lienzo de Cochabamba ha sido designado “El Señor del Lagar”.
El autor del lienzo es Diego de la Peña. No se dispone de datos biográficos de este pintor. Pormenores biográficos son desconocidos, salvo referencias indirectas recuperadas en relación a personalidades de las primeras décadas del siglo XVII. Estas referencias presentan a un Diego de la Peña con vínculos estrechos a círculos del mundo artístico de Valladolid, entre los que podemos mencionar a los pintores y policromadores Jerónimo de Calabria, Marcelo Martínez, Miguel Guijelmo, Pedro Fuertes, Estancio Gutiérrez; todos ellos trabajando con o para Gregorio Fernández, escultor español de más éxito del siglo XVII.
Bartolomé Fiorilo Pérez fue quien ha obsequiado el lienzo al Monasterio. Esta pintura (y varios otros cuadros) estaba incluido en la donación de la casa que efectuó Fiorilo Pérez para garantizar la fundación del Monasterio, en septiembre de 1751.Conocer que el monasterio de Santa Teresa es la guardiana de esta y otras joyas pictóricas es un aliciente para apoyar su restauración.