Obras imperdibles: Hasbún recomienda sus 10 libros favoritos de no-ficción
A raíz de una pequeña colección de textos de no-ficción que publiqué hace poco, me pidieron que recomendara algunos libros de crónicas o ensayos personales que me entusiasmen especialmente. Aunque sean tan distintos entre sí, y aunque respondan a búsquedas y sensibilidades y propósitos casi opuestos en algunos casos, estos son diez que le sugeriría leer a cualquier lector. Además de una escritura extraordinaria, los une el vínculo inesperado y poderoso que entablan con eso que llamamos realidad. Desde distintos frentes, la diseccionan y cuestionan, evidencian sus rostros más ocultos y sus zonas más oscuras, pero también sus posibilidades y su luminosidad. En última instancia se trata, claro, de ese viejo imperativo de la no-ficción, con el que estos diez libros cumplen a cabalidad: hacen visible lo invisible, y nos empujan a prestar más atención.
1 y 2 Empezar por la muerte no parece un buen augurio, pero hacia ahí miran Susana Moreira Marques y Joan Didion en “Ahora y en la hora de nuestra muerte” y “El año del pensamiento mágico”, la primera oyendo y recreando las historias de los pobladores de una aldea portuguesa olvidada, la segunda narrando las pérdidas sucesivas de su esposo de toda la vida y de la hija de ambos. La delicadeza, la honestidad y la gracia con la que ambas se enfrentan a nuestra certidumbre más brutal es reveladora, y los artefactos literarios que montan alrededor del tema son de una belleza constante.
3,4,5 La persistencia del racismo, el machismo y el colonialismo contra los que se enfrentan James Baldwin, Audre Lorde y Jamaica Kincaid en “La próxima vez el fuego”, “La hermana, la extranjera” y “Un pequeño lugar”, y la fiereza ejemplar con la que abordan su tema, hurgando en las heridas sin pestañear, hacen que estos libros sigan siendo tan urgentes y desgarradores como cuando se publicaron décadas atrás. Haciendo aún más necesaria su denuncia, realzándola, la intensidad poética de los tres es también ejemplar. Queda claro: así es cómo se grita cuando hace tanta falta gritar.
6,7 Desde una intimidad radical, en voz baja más bien, Clarice Lispector y Natalia Ginzburg hablan sobre todo lo que consideran importante en sus vidas, eso que a veces no parece tan crucial pero sin duda lo es: encuentros y desencuentros cotidianos, el tiempo y las huellas que deja en nosotros, todas las formas que adopta el amor. En “La revelación de un mundo” y “Las pequeñas virtudes” aparecen reunidos decenas de los mejores textos de entre los cientos que publicaron ambas.
8 En un registro muy distinto, el de crónica investigativa, Gay Talese explora a fondo la revolución sexual del siglo veinte en “La mujer de tu prójimo”, un libro en el que dilucida fenómenos como la pornografía, la infidelidad y el deseo. A partir de innumerables historias, en las que se involucra no solo acompañando a los personajes que retrata sino él mismo participando en prácticas diversas, compone un gran fresco social donde salen a relucir las transformaciones que sucedieron en Estados Unidos y el resto del mundo a partir de la década de los setenta.
9 y 10 Por último, me gustaría infiltrar en esta breve lista un par de diarios, un género que a menudo coquetea con la crónica y el ensayo, y que al igual que ellos se sigue reinventando de forma radical. En “Ningún lugar adónde ir”, el lituano Jonas Mekas testimonia el infierno europeo que experimentó en carne propia durante la Segunda Guerra Mundial y los años de la posguerra, hasta desembarcar en una Nueva York sobre la que también escribe. Son contagiosos el entusiasmo y la pasión con los que aborda los dos mundos. En “La tentación del fracaso”, Julio Ramón Ribeyro escribe a su vez sobre el viaje desde su Lima natal hasta la París en la que viviría durante décadas. Página a página vamos presenciando cómo el escritor primerizo de veintipocos se va volviendo el narrador reconocido que no solo debe lidiar con sus libros sino también con el matrimonio y la paternidad, la penuria económica, la enfermedad y la nostalgia. El diario es un género en el que la experiencia del tiempo es decisiva. De eso estamos hechos, recordamos con cierta persistencia mientras saltamos de una entrada a otra, de tiempo y de la inminencia de que ese tiempo se va a acabar, pero también de la alegría verdadera que llega a momentos, y de las batallas grandes y pequeñas que suceden mientras tanto. Estos dos diarios son más que emblemáticos en ese sentido.