Gala MET 2018: los “looks” más espectaculares
Madonna, Rihanna y Amal Clooney despertaron el lunes gritos de admiración en la célebre gala del Museo Metropolitano (MET), que reúne cada año a la crema y nata de la élite neoyorquina y a las mayores estrellas de la moda, el cine, la música y la televisión estadounidenses.
“Cuerpos celestiales: moda e imaginación católica”, una nueva exposición del MET que repasa las costuras del catolicismo y cuenta con la bendición del Vaticano, fue el lema de la exclusiva fiesta anual que organizan el museo y la gurú de Vogue, Anna Wintour, y en la que nunca falta la extravagancia.
Por las mismas escaleras que peregrinan a diario miles de amantes del arte sólo desfilaron invitados de lujo con sus interpretaciones estilísticas de lo sacro.
Hubo vestidos con pedrería bordada como vitrales, mitras papales, halos angelicales y coronas virginales en las cabezas, alas de ángel —como las de dos metros que la cantante Katy Perry llevó sobre su minivestido dorado de Versace—, vestidos-armaduras a la Juana de Arco como el de la modelo Zendaya, mucho blanco, negro, dorado y púrpura cardenal. Y cruces por doquier, claro.
La gala, que se celebra el primer lunes de mayo de cada año, está abierta sólo a invitados que pagan 30.000 dólares cada uno —o 275.000 por una mesa entera— y su meta es recaudar fondos para el Costume Institute, el espacio del MET dedicado a la moda.
La papisa de la moda
Anna Wintour, la jefa de redacción de Vogue, la ha transformado desde que asumió sus riendas en 1999, logrando recaudar desde entonces 150 millones de dólares. Sólo el año pasado recaudó 12 millones de dólares, según la prensa local.
Este año, la británica Wintour co presidió el evento junto a la cantante Rihanna, la diseñadora italiana Donatella Versace y la abogada de derechos humanos Amal Clooney,
A partir del 10 de mayo, el MET abre al público la exhibición protagonista de la gala, en la que coexisten vestidos papales que nunca habían salido de la Santa Sede y diseños de modistos contemporáneos, desde Coco Chanel hasta Gianni Versace, en los que dejó huella la Iglesia.