Mañana, en la gala final, se conocerá al ganador de “Factor X”
A tan sólo un día de conocer al primer ganador de “Factor X” en Bolivia, el concurso se muestra más competitivo que nunca.
Ayer se presentaron en escenario los cinco semifinalistas: la cruceña Lilibeth Temo, el tarijeño Javier Cortez (quien pasó directamente a la final gracias al voto del público), el orureño Daril Muñoz, y los cochabambinos Alejandro Gonzales y Mega 8, quienes mostraron todo su talento delante de los jurados.
Jonathan Moly puso su esperanza en el dúo Mega 8. Asimismo, Chris Syler confió en Alejandro Gonzales como el único integrante de la categoría Mayores.
Entre tanto, Andrés Barba apostó por una de las voces que impactó desde las audiciones, Lilibeth. A diferencia de Mayra Gonzales, la única mentora que apoyó a sus dos integrantes Daril y Javier en la semifinal de la competencia.
Fue una noche decisiva para los cinco semifinalistas, quienes se encontraban a un paso de esta gran gala final. Lamentablemente, uno de ellos fue eliminado, dejando a los demás participantes en la última ronda de este concurso de canto, el que se llevará a cabo mañana domingo a partir de las 20:00 horas a través de la Red Uno.
El inicio de la segunda temporada arrancará el lunes 30 de julio con la primera fase del reality que son las audiciones.
Los cochabambinos
Alejandro Gonzales desea generar los recursos necesarios para ayuda benéfica. Su constancia y disciplina lo han posicionado como el favorito de la competencia y posible ganador de esta primera temporada del primer reality de canto en Bolivia.
“Llegar a la semana final para mí es una bendición, estoy agradecido con la gente que me quiere y me ha apoyado con su voto y cariño. Les debo todo a ellos”, comentó el finalista.
Los hermanos Gonzalo y Elmer Ochoa, del dúo Mega8, manifiestan que su gran pasión por la música los ha inspirado a componer sus propias canciones, que por falta de recursos económicos no han logrado hasta ahora dar a conocer públicamente.
Premios
El ganador será acreedor de 100 mil bolivianos y de un contrato de grabación con el sello discográfico Sony Music.