La nostalgia de las cartas más allá de la tecnología; el nuevo camino del servicio postal
Christian Burgos
LA NOSTALGIA DE LAS CARTAS MANUSCRITAS
Gaby Bayá, una mujer de 65 años de edad, recuerda con mucha nostalgia las cartas que enviaba y recibía hace muchos años. Ella asegura que en esas hojas se escribían historias de amor llenas de pasión, se encontraban sentimientos con seres queridos y se derramaban muchas lágrimas, por alegría o tristeza.
Se trata de cartas de una, dos y hasta tres páginas escritas a mano que se leían como una conversación de café o una reunión familiar, a menudo con consejos y regaños.
Estos papeles se vuelven recuerdos de momentos importantes que nunca se olvidarán. Son hojas que almacenan detalles de la vida que muchas veces son lo más preciado para las personas, asegura Isabel García, una mujer que aún guarda esos sobres con estampitas que recibía y enviaba a sus padres desde Argentina.
Ella cuenta que siempre prefirió la letra manuscrita, que en ocasiones era difícil de entender, pero que lo que importaba era el sentimiento que trasmitía. Para las cartas que escribía Isabel escogía papeles de diferentes tamaños y a veces con diseños particulares.
La historia se repite con muchas personas que cuentan los momentos vividos en aquellas épocas donde el papel predominaba y se tenía que realizar todo un ritual para poder enviar o recoger la correspondencia.
Lo cierto es que las cartas se convirtieron en víctimas de la tecnología, la mensajería instantánea y una época de cambios que parece no tener vuelta atrás.
Al igual que en Bolivia, en muchas partes del mundo falta presupuesto para pagar a los carteros y comprar nuevos equipos que den paso a la modernidad. Muchos creen que el correo ya no es el de antes ni lo volverá a ser.
En estos tiempos, cuando la gente ya casi no escribe cartas, y por ende, tampoco las recibe, las escritas a mano apuntan a convertirse en una rareza en proceso de extinción.
UNA MIRADA A LA SITUACIÓN DEL SERVICIO POSTAL EN BOLIVIA
Cuando los trabajadores de la extinta Ecobol llegaron a su fuente laboral, el pasado 1 de marzo, no pudieron ni pasar las puertas pues había un gran resguardo policial. El temor de muchos se hizo realidad, el Gobierno procedió con el cierre definitivo de la institución.
Ese mismo día se anunció la creación de la Agencia Estatal de Correos, una empresa que aún no tiene fecha para el inicio de sus operaciones, lo que deja a Bolivia momentáneamente sin un servicio postal. Mientras tanto, muchos recurren a empresas privadas para poder enviar o recoger correspondencia a costos elevados.
El ministro de Obras Públicas, Miltón Claros, aseguró que la Agencia Estatal de Correos, empresa que reemplazará a Ecobol, tendrá una nueva visión de modernidad que irá de la mano con una estrategia de trabajo acorde a las necesidades de la población.
“Se tiene una nueva visión, una nueva estrategia de trabajo, es una modernización del sistema, es un tema de actualización ya que tenemos que pensar que el sistema tradicional de correos ya no es el mismo, hay comercio electrónico y un montón de situaciones que se dan y tenemos que ponernos a la par”, manifestó.
La medida dejó sin empleo a más de 390 personas en todo el país; sin embargo, el Gobierno prevé cancelarles todos los beneficios sociales correspondientes aunque no contempla un plan de reinserción laboral para estos trabajadores.
Claros afirmó que quienes quedaron desempleados pueden presentarse a las convocatorias públicas para acceder a alguno de los nuevos cargos en la Agencia Estatal de Correos. Sin embargo, extraoficialmente se sabe que la nueva empresa funcionaria, a nivel nacional, con menos de 150 empleados.
Los afectados esperan un diálogo con el Gobierno, a través de la Central Obrera Boliviana (COB), para que haya una reinserción laboral. Esta reunión se concretaría la siguiente semana. “Sabemos que será difícil volver a la empresa de correos todos pero pedimos que se acomode a la gente en las diferentes instituciones estatales”, dijo Roberto Calderón, dirigente de los trabajadores de exEcobol.
¿QUÉ QUIERE LA POBLACIÓN?
En un sondeo se pudo evidenciar que la población espera eficacia y rapidez del nuevo servicio; muchos aseguran que la empresa cerrada tenía una serie de falencias que volvían el servicio “deficiente”; sin embargo, otros creen que se cometió un error al dejar a tantas personas sin trabajo.
La mayoría coincide en que debería haber una reestructuración profunda acompañada de una implementación tecnológica que dé la posibilidad de revivir al servicio postal de Bolivia.
LA IRRUPCIÓN DEL MUNDO DIGITAL
La irrupción del mundo digital y la necesidad de inmediatez provocaron la caída de las cartas enviadas por correo. Esto comenzó con la llegada de la telefonía móvil, posteriormente con los correos electrónicos y finalmente con la aparición de cientos de aplicaciones que permiten una comunicación inmediata y en distintos formatos.
Para José Torrez, especialista en redes sociales y Director de Redes Sociales en Extend Comunicaciones Bolivia, “es muy difícil encontrar una persona que escriba cartas a mano a sus familiares y amigos, a menos que sea una ocasión especial como festividades”.
“Creo que es muy difícil que se retomen las cartas a menos que el mundo entero se quede sin internet, es un sentido también de evolución global. Seguro en algún momento aparecerá algo incluso mucho más novedoso que reemplazará a las aplicaciones de mensajería. Por el momento apps como WhatsApp y Messenger de Facebook acapararon el mercado y es lo que se usa como forma de comunicación”, señaló Torrez.
Torrez asegura que la empresa que se vaya a encargar del servicio postal en Bolivia tiene que enfocarse en “paquetes relacionados al comercio electrónico y no tanto a cartas”. “Creo que es una decisión acertada siempre y cuando se piense en las necesidades del usuario y esta nueva entidad se maneje de manera correcta y transparente”, agregó.
“El comercio electrónico se está desarrollando de a poco en Bolivia y sería bueno que incluso esta nueva Agencia de Correos provea el servicio a aquellas iniciativas que puedan nacer en el país con el afán de vender productos o que ya lo hagan y que por lo general tropiezan con estos temas de envíos y entregas a domicilio”, indicó.
Ahora el Gobierno se encuentra ante el reto de consolidar un servicio postal eficaz que pueda subsanar todos los problemas que se han ido presentado en los últimos años. La población exige modernidad, inmediatez y sobre todo responsabilidad en lo relacionado a la correspondencia.
La muerte de las cartas manuscritas es evidente pero una apuesta por el uso pleno del comercio electrónico podría darle vida nuevamente al servicio postal boliviano.
REDACCIÓN, INFOGRAFÍA Y LÍNEA DE TIEMPO: Christian Burgos
FOTOS: Los Tiempos y Agencias
PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL: Gerardo Bravo
PRODUCCIÓN RRSS: Chantelle Bacigalupo