Las bibliotecas buscan reinventarse para cautivar a los lectores
El rápido desarrollo de las tecnologías y su impacto, no solo en la vida diaria, sino a nivel organizacional e institucional dio paso a grandes cambios en distintos espacios y las bibliotecas no fueron la excepción. Consideradas por muchos como "guardianes de la información" se enfrentan a constantes desafíos, entre ellos reinventarse y ver en la digitalización una oportunidad.
En la actualidad, el sonido de una notificación o de una llamada de celular es parte de estos espacios, caracterizados en el pasado por el silencio.
Gaby Vallejo, fundadora de la Biblioteca "Thuruchapitas", expresa que se trata de ir de un lado al otro a través de un puente que es la palabra, la cual integra los dos soportes "tanto el papel como el digital" complementándose para una mejor comunicación.
Siempre escucho, dice, que los jóvenes y los niños no leen y que "ahora fueron tragados por la tecnología, pero ello no es para alertarnos, ni sentirnos amenazados".
"Que no vayan a la biblioteca o no lean libros físicos no tiene que ver con que no leen, se trata de que algo está cambiando, y tampoco por ello la biblioteca dejará de ser ese lugar donde se goza de leer", agrega.
Para afrontar estas transformaciones Vallejo considera que desde las bibliotecas se puede fomentar también el uso de libros electrónicos y lograr que los lectores puedan disfrutar de ambos soportes.
Fernando Maldonado, coordinador cultural y director de la Biblioteca Pública Abraham Lincoln, dice que las nuevas tecnologías no desplazaron, ni minimizaron el papel de estos espacios, sino más bien la complementan para brindar un mejor servicio y abrir aún más la información a las personas.
"Desde nuestra biblioteca por ejemplo brindamos, además de los libros impresos, servicio de internet, tenemos tablets y computadoras" desde donde se pueden leer versiones electrónicas, expresa.
"Lo importante es leer"
Las bibliotecas van tomando otro rumbo, un nuevo rol, pero sin perder su objetivo que es el de incentivar a la lectura. "Lo que hay que hacer es que no se pierda el hábito de la lectura, sea el soporte que sea", expresa María Elena Sabja, responsable de la Biblioteca Simón I. Patiño.
Para, Eliana Guerra, responsable de la Biblioteca de la Universidad Católica Boliviana filial Cochabamba, si bien hay quienes optan por libros electrónicos, hay otros que prefieren leer los textos impresos.
Con el objetivo de incentivar la lectura, las bibliotecas impulsan diferentes actividades. Guerra, cuenta, que desde 2013 se comenzaron a dar los primeros pasos y hoy cuentan con bibliotecas virtuales constituidas por artículos de revistas especializadas que se pueden ver desde cualquier lugar y hora a través de un celular.
Con el mismo fin, la Biblioteca Simón I. Patiño, alista una serie de grabaciones en audio de novelas. Las mismas serán publicadas y los usuarios podrán acceder a estas de forma gratuita en el portal digital del centro que cumple 47 años de vida y está especializando en literatura universal e historia de Bolivia.
Asimismo, desde la Alcaldía de Cercado la secretaria de Cultura del municipio, Roxana Neri, informó que en los próximos meses se implementarán herramientas tecnológicas en la Biblioteca Municipal Jesús Lara.
"No debemos perder de vista lo valioso que es tomar un libro y leerlo, hojearlo. Sin embargo, la tecnología avanza y no se puede ir contra la corriente", manifiesta.
"Tiene ese no sé qué"
A pesar de que la tecnología ha facilitado en gran medida el acceso a los libros hay quienes disfrutan de sentir el papel porque la experiencia es diferente.
"Un libro impreso nunca dejará de ser", expresa Maldonado, y es que para él "por más tecnológico que sea" una persona, al leerlo, sentirá la magia y disfrutará mucho más de la historia.
La responsable de la Biblioteca de la UCB ve en el libro impreso algunas ventajas como facilidad de traslado y que no depende de tener acceso a internet o energía eléctrica.
"Nos emociona y nos hace crecer. Como alguien dijo alguna vez `se puede llorar con un libro, pero no con una computadora´", dice por su parte la escritora Gaby Vallejo para explicar la intrínseca relación entre el lector y el libro.
Es cierto que muchos jóvenes sobre todo optan por buscar información o leer libros electrónicos, pero hay otros que continúan privilegiando los textos impresos para sus investigaciones y estudio.
Los desafíos para el bibliotecario
En este contexto, el bibliotecario se enfrenta a varios desafíos, entre ellos el de entender su trabajo como algo dinámico y de constantes cambios frente al océano digital de información y nuevas tecnologías.
Para Vallejos, el bibliotecario debe ser el primero en "innovarse", debe estar en continua actualización.
"El papel del bibliotecario es más importante que antes porque no solo está para resguardar los libros y orientar, sino que tiene que estar al día con la tecnología. Debe estar en constante capacitación", coincide el coordinador cultural y director de la Biblioteca Abraham Lincoln.
Dar el primer paso y usar la tecnología como herramienta para brindar un mejor servicio todavía es un desafío para muchas bibliotecas, falta mucho, pero está en marcha el proyecto de convertir a estos espacios en algo mucho más moderno que un almacén de libros polvorientos.
Opiniones
Ana Triveño, escritora cochabambina
"El libro físico es totalmente otra experiencia, tener un libro en tus manos, poder sentirlo, es algo muy diferente y valioso. Es una experiencia única, algo que es diferente con el electrónico".
Rosario Moyano, ilustradora de literatura infantil
"Las nuevas tecnologías y su implementación en las bibliotecas no está mal, sin embargo yo prefiero leer un libro en físico porque se pierde la magia en los libros electrónicos".
Análisis
"El papel todavía tiene un fuerte valor"
Desde hace algunos años, las universidades han ingresado al sistema de bibliotecas digitales, en el entendido que tanto los libros, revistas y artículos que allí se consumen, pertenecen a una red científica o están debidamente indexados y validados. Al respecto, esta participación requiere de una membresía que eventualmente tiene un costo. En 1999 hice mi tesis de Licenciatura proponiendo una comunidad digital para intercambiar documentos académicos sobre comunicación a nivel nacional. La parte técnica era la más simple. Lo complejo era gestionar los contactos y tener una base de datos de tesis y artículos a nivel nacional. El proyecto se concretó en 2001 cuando la ABOIC desarrolló una web con esta premisa.
En ese sentido, el concepto de biblioteca virtual es fundamental para entender el concepto de internet como tal, hoy muchos lo usan para contenidos lúdicos pero la esencia de internet, desde su creador Tim Berners-Lee fue/es precisamente intercambiar conocimiento. En varios diplomados de educación superior se menciona el acceso a estas plataformas pero lastimosamente, tanto estudiantes como docentes, todavía privilegian el papel, la fotocopia o el dossier antes que un PDF. Y eso responde a la lógica de que, lastimosamente, aunque tengamos herramientas digitales y tratemos de ser ciudadanos digitales, el papel todavía tiene un fuerte valor. Por ello, el uso de las bibliotecas virtuales ni siquiera aparece como opción en los contenidos de una gran mayoría de los docentes.
Marcelo Durán, experto en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
Por: Giuliana Jaldín
Vídeo y fotos: Gerardo Bravo
