Obras para Cochabamba: baja inversión y escaso impacto
Christian Burgos
Cada 14 de septiembre los cochabambinos esperan la entrega de obras de alto impacto que se distingan de los trabajos que forman parte de las obligaciones municipales; sin embargo, en esta ocasión hay cierto sentimiento de frustración.
El secretario de Planificación Territorial, Orlando Mendoza, informó que para este mes se entregó la unidad educativa Cobol con una inversión de 21,8 millones, el domingo 9 de septiembre.
El nuevo colegio consta de cuatro bloques de tres niveles con capacidad para 1.024 estudiantes, además tiene una planta de tratamiento y recuperación de agua destinada al riego de áreas verdes.
Por otro lado está contemplada la entrega de la unidad educativa Voces Libres con una inversión aproximada de 24 millones de bolivianos.
“Son dos unidades educativas de gran magnitud, cada una con 28 aulas pedagógicas. Se trata de una infraestructura con áreas para talleres y áreas de esparcimiento”, dijo Mendoza.
También se prevé el colocado de “varias” piedras fundamentales para diferentes obras.
La Alcaldía también destacó la entrega del mercado de K'ara K'ara que alberga 180 puestos. “Es un mercado de alcance distrital que tiene un equipamiento bastante importante y está en una zona de dinamización económica que se está conformado en ese sector”, explicó el secretario de Planificación.
La autoridad afirmó que son 26 mil metros cuadrados de asfalto que se entregarán este septiembre, los cuales están destinados para diferentes sectores de la zona sur. “También se van a entregar áreas verdes y mantenimiento de las mismas”, agregó.
Finalmente, Mendoza destacó la construcción e “intervención” en diferentes escenarios deportivos de la ciudad, mismos que fueron utilizados para los Juegos Suramericanos 2018. “Muchos creen que son obras del Gobierno pero nosotros hemos intervenido con ejecución y construcción”, añadió.
Según información del Gobierno central, entre las obras más importantes por la efeméride de Cochabamba se destaca la primera parte de la Doble Vía Ivirgarzama - Puerto Ichilo, en la región del Trópico, una infraestructura vial de 63 kilómetros que demanda una inversión de 847 millones de bolivianos.
También se hará la entrega del estadio de Villa Tunari, con una inversión de 300 millones de bolivianos.
Escenarios deportivos, recursos para el programa Mi Riego, la avenida Chapare y el coliseo de Sacaba.
En Pocona y Totora se entregará un sistema de riego, en Aiquile una unidad educativa, en varias provincias se inaugurarán mercados y algunas unidades educativas. También se entregará una línea de transmisión en la planta hidroeléctrica San José.
Y una de las inversiones más polémicas, la sede del Parlamento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en San Benito. Esta obra que fue entregada el miércoles requirió una inversión de 441 millones de bolivianos.
Desde el Gobierno anunciaron que para esta gestión se contemplan más de 200 obras en los diferentes municipios de Cochabamba. Las fechas de entrega y en algunos casos para el inicio de la obra, están sujetas a modificación.
Por su parte, la Gobernación de Cochabamba hará la entrega de 35 proyectos que tuvieron una inversión de 242 millones de bolivianos, entre estos: 15 kilómetros de empedrado para Cliza, Villa Concepción y Pili Cocha que demanda una inversión aproximada de 15 millones de bolivianos. Más de 12 millones serán destinados al asfalto de vías.
La inauguración del estadio Félix Capriles demanda una inversión de 43 millones de bolivianos; sin embargo, problemas en la pintura, drenaje tapados por escombros y el quiebre de una parte de la fibra óptica que impide que las luces se enciendan automáticamente son las principales razones que frenan la entrega definitiva de este escenario deportivo.
Entre otras obras de están la ampliación de los ambientes de El Abra, un hospital, escenarios deportivos y sistemas de riego.
El secretario de Planificación Territorial, Orlando Mendoza, informó que el corredor vehicular Quintanilla tiene un avance aproximado del 35% y que a la fecha no hubo modificaciones funcionales ni arquitectónicas al diseño, aunque sí al concepto de elementos estructurales usados en la obra.
El corredor vehicular Quintanilla es la única obra de gran impacto que se construye en la ciudad; sin embargo, su entrega está prevista para finales de 2019.
“Es una obra de bastante importancia ya que viene a trasformar y mejorar lo que es el flujo vehicular del sector (...). Sí ha habido modificaciones en el concepto de los elementos estructurales pero las funcionalidades y dimensiones no cambian nada, son cambios que se dan normalmente en las obras”, explicó Mendoza.
La obra demanda 97 millones de bolivianos. Es ejecutada por la asociación Imesapi-POC.
La habilitación de vías alternativas y presencia de algunos guardias viales continúa siendo insuficiente para controlar el tráfico vehicular.
Al medio día y al promediar las siete de la noche, el pasaje militar colapsa y no se cuenta con paradas exclusivas para el transporte público, lo que genera más caos.
Todos los días se ven personas que caminan con sus hijos al lado de los ruidosos vehículos que entre freno y acelerador se abren campo por las vías habilitadas alrededor de la obra del corredor Quintanilla.
Esta situación es muy cuestionada por la ciudadanía y sobre todo por los padres de familia de las tres unidades educativas cercanas a esta construcción: Don Bosco, Eduardo Laredo y Unidad Educativa del Ejército.
“Es un caos todos los días, tengo que recoger a mis dos hijas y no hay ni guardias que nos ayuden. Estamos caminando al ladito de los autos y las motos. Entendemos que se esté queriendo mejorar el tráfico pero hay que señalizar, desplazar personal y poner semáforos peatonales, para eso debe ser la inversión”, dijo una madre.
Muchos jóvenes y niños del colegio Don Bosco deben caminar alrededor del muro de calamina que rodea toda la obra del corredor.
En el caso de los estudiantes de la Unidad Educativa del Ejército, muchos padres lamentan que no se dé prioridad al cruce de patones en el pasaje militar habilitado al lado del Cine Center. “Los autos de izquierda a derecha y de sur a norte se ocupan toda la vía y no hay cómo atravesar la calle ni cuando el semáforo está en rojo para los autos, hace falta control de guardias”, mencionó una madre de tres menores.
La situación se complica más para los niños y jóvenes del colegio Laredo quienes deben cruzar la vía de la plaza Avaroa entre el caos generado por los vehículos.
Faltando menos de dos meses para que se cumplan tres años desde el colapso del puente de la avenida 6 de Agosto e Independencia, que demandó una inversión de 149 millones de bolivianos, aún no se cuenta con un dictamen de auditoría, no hay responsables y tampoco está determinada la reposición de la obra.
El puente colapsó al promediar las 20:00 del 22 de octubre de 2015. El hundimiento se produjo cuando cruzaba un bus por la obra recién construida.
En dos años y once meses se realizaron más de 10 pericias, al menos ocho audiencias y un sinfín de pruebas se generaron en este lapso de tiempo; sin embargo, el avance de la investigación se encuentra estancado.
Con relación a la inversión municipal en obras para este 2018 y el mes aniversario de Cochabamba, diferentes autoridades lamentaron la escasa ejecución con relación a gestiones pasadas.
La diputada por Demócratas, Isabel Bustamante, dijo que el municipio de Cochabamba atraviesa una crítica situación y una crisis institucional. “Los cochabambinos no van a poder tener obras de impacto y eso tiene que llamar la atención de todos”, mencionó.
Por su parte, la concejal del Movimiento al Socialismo (MAS), Rocío Molina, dijo que Cochabamba “vive un septiembre triste” en el que “cunde la decepción de la ciudadanía”.
“Es una ciudad que no solamente no tiene obras para este año sino también para el otro año. Es un municipio víctima de una pésima administración financiera y golpeada por hechos de corrupción que han generado un déficit”, expresó Molina.
De la misma manera, diferentes legisladores del MAS y de Demócratas, ven un sinfín de falencias y problemas en la administración municipal respecto a obras de alto impacto para Cochabamba.
Lo evidente es que la ciudadanía en general y autoridades, tanto de oficialismo como de oposición, lamentan la poca ejecución de obras y el lento crecimiento de la ciudad, a esto se suma el crecimiento de la contaminación y un proceso de urbanización caótico y desorganizado.
