Decisiones, conflictos y cambios: el gabinete de Evo en 13 años de poder
Christian Burgos
El presidente Evo Morales cumple hoy 13 años en la Presidencia de Bolivia. En todo este tiempo 109 ministros lo acompañaron en los gabinetes que designó durante sus mandatos.
Luis Arce, David Choquehuanca, Juan Ramón Quintana, Roberto Aguilar y Carlos Romero están en el ranking de las autoridades que permanecieron más tiempo en su cargo, en uno o más ministerios.
Representantes indígenas, obreros, mujeres, jóvenes y profesionales fueron nombrados por el primer mandatario. La representatividad es indiscutible, pero también hay cuestionamientos.
Más del 35 por ciento de estas autoridades tienen una relación directa con sectores como pueblos indígenas, movimientos sociales y obreros, así como organizaciones de mujeres.
El 23 de enero de 2006, Evo Morales, en su primer periodo como presidente, tomó juramento a 16 ministros para integrar su primer “gabinete del cambio”, con el compromiso de “servir al pueblo”, erradicar la corrupción y cambiar el modelo neoliberal.
El equipo reunía a "representantes de los movimientos sociales, empresariales, de regiones (y) de sectores (...) que expresan el sentimiento, el pensamiento, el sufrimiento del pueblo boliviano”, resaltó en aquel entonces Morales.
Sin embargo, en los últimos años la conformación ha sido diferente y el Movimiento al Socialismo (MAS) puso su ojo en profesionales; según analistas, esto se debe a la necesidad de generar eficiencia en las diferentes carteras de Estado.
Son 74 hombres y 35 mujeres, que en los últimos 13 años acompañaron a Morales en la toma de las decisiones más importantes del país. Pero solo algunos permanecieron al lado del presidente por muchos años.
Luis Arce Catacora, tras 11 años y cinco meses al frente del Ministerio de Economía y Finanzas dio un paso al costado, el 24 de junio de 2017, debido a un cáncer.
David Choquehuanca, luego asumir el ministerio de Relaciones Exteriores por 11 años, fue relevado del cargo en enero del 2017, sin embargo, ahora ocupa desempeña funciones como secretario general de la Alianza Bolivariana-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP),
Roberto Aguilar es el tercer ministro con más tiempo en el poder; desde el 8 de noviembre de 2008 hasta la fecha dirige la cartera de Educación.
Carlos Romero no sólo está en el ranking de ministros con más tiempo en el poder (8 años) sino entre los que más cargos ocuparon. Desde septiembre de 2008 hasta enero de 2018 pasó por los ministerios de Desarrollo Rural Agropecuario y Medio Ambiente (que el 7 de febrero de 2009 cambió a Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras), Autonomías (cerrado en enero de 2017), Presidencia y en el de Gobierno donde continúa.
Las tres mujeres que más tiempo acompañaron a Morales en su gabinete son Nardi Suxo, con cinco años y 11 meses en el Ministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción (cerrado en enero de 2017). Nemesia Achacollo, con cinco años y siete meses en el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, y Viviana Caro, con cinco años en el Ministerio de Planificación del Desarrollo.
Por otro lado, también hubo mandatos muy breves como el de la exministra de Defensa, Cecilia Chacón, que estuvo seis meses en el cargo, o el caso de José Dalence, exministro de Minería, que en 2007 solo ejerció dos meses.
El caso más llamativo es el de Miltón Gómez que en 2010 solo duró cinco días como ministro de Minería porque tenía un proceso judicial en su contra.
Por otro lado, seis ministros de Morales que tuvieron que dejar sus cargos por problemas en su salud.
Por este motivo, en agosto de 2017, en una de las reuniones de gabinete, el jefe de Estado ordenó que todos los ministros se sometan constantemente a una revisión médica periódica.
Al menos cinco ministros de la actual gestión son observados por seis sectores sociales que plantearon la renuncia, cambio y evaluación de los miembros que son parte del gabinete del presidente Morales.
La Central Obrera Boliviana (COB) pide la renuncia de tres ministros: de Economía y Finanzas, Mario Guillén; de Planificación, Mariana Prado, y de Trabajo, Héctor Hinojoza, producto del conflicto por la modalidad de pago del doble aguinaldo.
Por su parte, Román Barrón, dirigente de la Federación Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Chuquisaca (Futpoch), criticó a los ministros de Trabajo y de Educación, Roberto Aguilar.
El sindicato Médico y Ramas Afines de Salud de diferentes departamentos, junto al Colegio Médico, evaluaron de manera “negativa” la labor del ministro del área, Rodolfo Rocabado.
La Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa critica el trabajo del titular de Economía, Mario Guillén.
Al pedido de estas renuncias se suman la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), el Sindicato Médico y Ramas Afines de Potosí y la Confederación Universitaria Boliviana (CUB).
Los cuestionamientos se dieron a lo largo de los 13 años de Morales en el Gobierno. Algunos de estos son:
En 2015 la Federación Departamental de Mujeres Campesinas de Chuquisaca observó la ratificación de la entonces ministra de Desarrollo Rural y Tierras Nemesia Achacollo.
Achacollo renunció a su cargo como ministra de Desarrollo Rural, tras las constantes acusaciones en su contra por el millonario desfalco en proyectos del Fondo Indígena. La ahora exautoridad dijo que se defenderá ante la justicia.
Dirigentes de la Federación de Maestros de La Paz y de la Central Obrera Boliviana (COB) cuestionaron el nombramiento de José Gonzalo Trigoso como nuevo titular de la cartera de Trabajo.
En 2016 el Transporte pesado y la Central Obrera Boliviana (COB) coincidieron de forma separada al señalar que el entonces ministro de Trabajo, Gonzalo Trigoso, fue el que menos acercamiento logró concretar con estos sectores.
En junio de 2018, estudiantes y administrativos de la Universidad Pública de El Alto (Upea), exigieron la renuncia del ministro de Gobierno Carlos Romero, por la muerte del universitario Jonathan Quispe, quien habría recibido un disparo por un efectivo policial que fue imputado por asesinato.
Entre el 23 de noviembre de 2017 y el 8 de enero de 2018, los médicos del país llevarons adelante un paro de 47 contra los artículos 137 y 205 del Código del Sistema Penal referidos a la mala praxis médica.
Se trató de un conflicto que no pudo ser resuelto por la titular de entonces del ministerio de Salud, Ariana campero. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, fue quien finalmente llegó a un acuerdo con este sector.
Pero el conflicto llegó más allá ya que debido a la presión de los médicos y de otros sectores, el presidente Morales terminó abrogando el Código del Sistema Penal, el 26 de enero de 2018.
En octubre del año pasado salió a luz una denuncia en contra de los hermanos del ministro de Desarrollo Rural César Cocarico, Rogelio y Luis, y la existencia de un supuesto “clan” que operaría dentro de esta cartera de Estado.
Se acusó a Cocarico de encubrir a su hermano Rogelio, detenido preventivamente en la cárcel de Palmasola, Santa Cruz, tras ser acusado de estafar a una comunidad de menonitas.
Corarico rechazó estas versiones y recalcó que no se encuentra involucrado en ningún “clan familiar”. Inclusive señaló que prohibió a sus hermanos que se aproximen a oficinas del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
Sin embargo, la semana pasada una nueva denuncia por estafa agravada contra Luis Cocarico Yana, apuntaría a la presunta existencia de un “clan familiar” al interior de ese despacho, según el diputado opositor Amilcar Barral.
El sociólogo y cientista político, Fernando Mayorga, explica que en Bolivia el manejo ministerial se distingue por una presencia “protagónica y decisiva” del presidente Morales y el vicepresidente, Álvaro García Linera, y no por los mismos ministros.
“Este gabinete no tiene una cabeza de pares como ocurre en otros países en los que el ministro de la Presidencia el que coordina el gabinete. En Bolivia hay una presencia continua del presidente y del vicepresidente”, manifestó.
Por otro lado, Mayorga dijo que el gabinete es parte de una red de instancias con las que el presidente se reúne y coordina la toma de decisiones. “En la semana se reúne con el Alto Mando Militar, gabinete, con la bancada parlamentaria y la Coordinadora Nacional para el Cambio (Concalcam) que es la organización que aglutina sobre todo a campesinos e indígenas”.
El gabinete ministerial no logra ser una instancia fundamental en la toma de decisiones sino que es parte de una red de estructura mayor conformada por varios sectores de la sociedad que obligatoriamente deben ser afines, tanto políticamente como ideológicamente al MAS.
De esta manera, los ministros cumplen funciones más de intermediación que de decisión, y muchas veces ni siquiera son tomados en cuenta por los sectores sociales.
Para el analista, el primer periodo del Gobierno se caracterizó por un gabinete ministerial con una notoria representatividad de organizaciones sociales y sectores campesinos.
Durante el segundo mandato de Morales se vio una configuración distinta puesto que casi un 50 por ciento de los ministros eran mujeres.
Sin embargo, Mayorga dijo que en estos últimos años el Gobierno ha estado incorporando gente “más preparada” profesionalmente para asumir las carteras de Estado con un “eficiencia” que permita mostrar una verdadera gestión.
Lo evidente es que este 2019, año electoral, el rol de ministros será fundamental aunque esto apunte más a sus responsabilidades para desplegar la campaña del MAS en los nueve departamentos del país.