LA NOTICIA DE PERFIL
La cholita cochabambina sonrió optimista ante el futuro, contagiada sin duda por estos hombres afortunados del Chapare tropical que acaban de conocer una sabia determinación de nuestro Presidente Vitalicio que amplía a “Veinte Mil Hectáreas” las tierras donde podrá sembrarse la “hoja sagrada de la coca”
Pregunté a mi discípula periodística si ella paga puntualmente sus impuestos, respondiéndome la cholita cochabambina que ella cumple con esa obligación ciudadana que nunca lo hace con alegría sino con bronca, porque está convencida de que hay mucha gente a su alrededor que no lo hace.
Sin importarme si hacía frío o calor, me despojé de mis calzoncillos largos de lana y estrené unas prendas interiores de fino algodón y una camisa de seda, todo para celebrar el advenimiento del mes del amor
Con la misma ilusión que los jóvenes saludé la aurora de este primer día de septiembre, mes considerado como símbolo del amor, de la juventud, del estudiante y de Cochabamba sin dejar de mencionar al Departamento de Santa Cruz.
Al enterarme de esta noticia hablé con mi discípula periodística nacida en Quillacollo para comunicarle que me pareció sensacional por ser un testimonio de nuestra solidaridad con este grupo tan vulnerable de la sociedad
“Todo forma parte de la gran maniobra. Mientras tanto, los inteligentes del Palacio Real trabajan para la nueva elección del Presidente Vitalicio, quien el año 2019 otorgará mayor poder y riqueza a los cooperativistas mineros
Aquellos que no somos fanáticos reconocemos que no vivimos en el mejor de los países del mundo y ni siquiera de América Latina, por mucho que algunos fanáticos se empeñen en hacernos creer que crecemos más que cualquier otro país del subcontinente americano. Tampoco, llevados por nuestro patriotismo delirante vamos a proclamar que nuestro presidente Evo Morales es el mejor futbolista que hubiera producido nuestro continente, ni que el Palacio Real de la plaza Murillo sea el laboratorio que semanalmente reúne a los más sabios y virtuosos ministros y viceministros del planeta Tierra.
Macacha cree que poniendo en pie de guerra a nuestros militares y también a los civiles podremos vencer al llamado Imperialismo Norteamericano.
Con aires de preocupación, mi corresponsal en el Palacio Real de la Plaza Murillo me preguntó si yo continuaba siendo amigo del Encargado de Negocios de los Estados Unidos y admirador de la Ava Gardner, de la Julia Roberts, y de los campeones norteamericanos que brillaron en las Olimpiadas de Río de Janeiro, contestándole con una afirmación que fue escuchada hasta en Quillacollo.
El próximo año tendremos centenares o miles de criaturas con ese nombre que trae tanta suerte
Al iniciarse la semana laboral, me aprestaba a cumplir mis deberes periodísticos sin contar con el concurso de mi discípula a quien suponía que aún se encontraba en su tierra que es Quillacollo, cuando de repente apareció en mi despacho para seguir cumpliendo con sus obligaciones profesionales.
Macacha y yo lamentamos la sangre, el dolor y las lágrimas que dejan estas olimpiadas a la boliviana, sin propaganda previa, quedando en nuestros escenarios olímpicos la pena y el sufrimiento de nuestros atletas que representaron a la Policía Boliviana y a los Cooperativistas Mineros
Tan terribles fueron las revelaciones que obtuve en el templo de Urkupiña que yo mismo me asusté y salí para ir en busca de mi comadrita y discípula periodística para invitarle unos chicharrones y una jarra de chicha. Ella me obligó a contarle algunas plegarias de las que me enteré sin quererlo.