IGNACIO VERA DE RADA

LA ESPADA EN LA PALABRA

03/09/2023

Desde hace unos ocho años escribo un diario, que ni es tan diario porque no tengo la disciplina o el tiempo suficientes para escribirlo diariamente. Lo escribo unas tres veces a la semana. Pero aquel hábito, hasta el día de hoy, me ha dado muchas satisfacciones emocionales, psicológicas e intelectuales. Lo inicié con el objetivo un poco vanidoso de que mis sucesores familiares —si los tengo— sepan algo de este escribidor rebelde, soñador y algo ingenuo.

06/08/2023

Trabajo en el mundo académico, pero debo decir que me repugna el remilgo académico, y en este sentido, soy profundamente antiacadémico. Amo la libertad y la creatividad. Einstein, Nietzsche o Zweig, por ejemplo, no necesitaron supervisión universitaria alguna para elaborar sus mejores trabajos. De otra forma, su potencial tal vez hubiese quedado atrofiado y la humanidad no hubiese conocido sus frutos. El ritual académico constituye casi un culto, y, como todo culto, es muy respetado por legiones de profesores de muchas instituciones del mundo.

23/07/2023

Mi padre nació en el bucólico cantón de Chuma (capital de la provincia Muñecas) por una situación fortuita. Su padre (mi abuelo) era militante de la FSB, y por aquella época (principios de los años 60) la persecución del MNR a los disidentes aún era virulenta. Para entonces mi abuelo ya había sido golpeado y arrestado en la cárcel de San Pedro, como preso político. Cuando mi padre ya estaba por nacer, la joven pareja que lo tendría tuvo que escapar de La Paz a Chuma, donde sus padres (mis bisabuelos) poseían propiedades campestres desde hacía varias décadas.

Páginas