Gian Carla Tisera: “Mi música es así como me presento: universal y boliviana”
Auténtica, enérgica, intensa, toda ella exuda sensualidad, Gian Carla.
Tisera es la diva boliviana que, para orgullo nuestro, conquista escenarios internacionales con una nueva propuesta musical, mezcla de folk latinoamericano con influencias de jazz, soul, pop, música clásica y, por supuesto, raíces del folklore nacional.
Sounds of Quiroga: A Salsa, Merengue, Bachata Project se llama su segundo disco de autoría, lanzado el año pasado en plataformas digitales y en el SOB’s (Sounds of Brazil) de Nueva York, a teatro lleno. El videoclip del hit “Mi Tiguere”, de un total de ocho singles, se difunde en redes desde ayer 3 de marzo, día de su cumpleaños.
Habla de intérpretes que ni se ha oído mencionar y de estilos que uno ni imaginaba que existían. Su mundo es de armonías, acordes y travesuras vocales porque se la pasa cantando y ahí uno se percata de que sus discos Barroco Andino, Barroco Andino II y Norah, la Bella no son suficientes para mostrar el universo interior de esta extraordinaria y talentosa mujer cochabambina, que donde va se presenta como “boliviana”.
De “Norah la bella”, un disco operístico folklore, pasas a una propuesta salsa - bachatera. ¿Se trata de cerrar una etapa para comenzar otra?
Nunca pensé hacer un disco de salsa, pero cuando terminé mi maestría y vi todo lo que se estaba haciendo en el jazz, en la salsa y cuán importante era la música latina en Nueva York, tuve curiosidad. Siempre he amado la música tropical y debo admitir que bailaba salsa incluso antes de cantar ópera. Después, cuando conocí a Arturo Peña, mi compañero en esta producción, todo se articuló y pospuse otro proyecto, Cara de Latino, que es más hip hop y cumbia, para encaminar éste.
¿De qué trata Sounds of Quiroga (SOQ)?
Es el resultado de un proceso de un año y tres meses de trabajo intenso, resumidos en un disco donde el hit es “Mi Tiguere” y hay una bachata andina. Todo el disco es muy carnal, muy físico, con letras sensibles y melodías pegajosas. Participaron en la grabación 26 músicos que radican, la mayoría, en Nueva York y un músico orureño, Marcelo Peláez Claros, que grabó en Estudio Sonic Room de Cochabamba.
El título es muy curioso. ¿Cómo se explica?
Alguna vez he pensado en cambiar mi apellido… Quiroga viene del lado materno y son mis sentimientos, por la cercanía a la familia, al linaje de mi madre y mi abuelo Ernesto. Al principio pensé llamar el disco “Sons” of Quiroga (Hijos de Quiroga), pero en el proceso, sentí que era mejor Sonidos de Quiroga. Es un tributo a la familia.
Lo que sigue a continuación es lo habitual en el amor a primera vista. Se lo cuentas a tus amigas, buscas información y, sobretodo, te interesa escuchar el objeto de deseo (en este caso ella me prestó el disco). Lo escuchas, entras en un bucle y lo escuchas una y otra vez, hasta que te enamoras definitivamente. Ahora debo gritarlo a los cuatro vientos.
SOQ es muy corto. Está compuesto por los temas: Llegaste, Mi Tiguere (que es la forma que dicen hombre de la calle en República Dominicana), Broken, Rapto, La Estrategia, Te Robaré, Entra en Mí y Amorcito, todas composiciones originales.
Ella compone su música muy segura de lo que le dicta su corazón en su apartamento, en el piso 6 de un edificio en Manhattan, desde donde la vista privilegiada de la punta de la isla, la conmueve. En el proceso creativo se cuelan los referentes sociales y culturales que carga desde pequeña.
¿De dónde proviene la inspiración, es un soplo divino?
Si algo aprendí en el Laredo, fue disciplina con el maestro Koichi Fujii. Y aunque la inspiración es el primer paso, yo soy muy disciplinada. Cuando tengo que escribir, como hice para SOQ, lo hago. No sé si existe ese estado de trance o si buscarlo tiene sentido. Para mí la inspiración viene del día a día, de lo cotidiano, de la cultura que te rodea. Y claro que a veces está la idea y funciona, otras veces, debo insistir, buscar, corregir, reescribir. Compongo en dos pianos que tengo con un sistema de charts.
No es tanto lo que dicen las letras de una canción, sino la historia que hay detrás de ellas. ¿Cuáles son tus historias?
Tengo muchas (ríe). Muchas felices, otras tristes, como todos. Tal vez un momento difícil fue haber retornado a Bolivia pensando en quedarme, me tenía que casar, y de pronto me di cuenta que no era el momento. Había dejado mi departamento alquilado en Nueva York y vine con todo el ímpetu. Pero volví y nació SOQ. También tengo historias de infancia, recuerdos, experiencias y momentos. He vivido mucho.
Su identidad boliviana y latinoamericana forma parte vital de sus presentaciones y de los videoclips que se pueden disfrutar en su sitio web www.giancarlatisera.com, donde hay un resumen de su carrera profesional, fotografías y cortes de prensa. Toda su música y su historia se encuentran en Internet, donde ella marca una continua presencia en Facebook, Instagram, You Tube, entre otras plataformas digitales.
El lanzamiento de SOQ lo hiciste a través de redes digitales. No ha habido una presentación de tu disco en Bolivia. ¿Así se maneja la industria musical hoy en día?
Toda producción musical es muy costosa, especialmente para artistas independientes que quieren que su música llegue a todas partes como Japón, Europa, Estados Unidos y, claro, Latinoamérica. Este disco está en Spotify, iTunes, Amazon, Deezer, Cd BABY y en otras tiendas online especializadas en la venta de discos a través de descargas de música digital. Es la mejor manera de llegar. Mientras tanto estoy lanzando uno a uno los videoclips del disco y organizando presentaciones en vivo en Nueva York.
¿Tienes en agenda la presentación de SOQ en el país?
Es algo que me gustaría muchísimo, pero es complejo por el número de músicos que participan en el disco. Nada me gustaría más que cantarle y tocarle a mi gente. He soñado con hacer una gira por toda Bolivia, pensando desde Beni, Pando, Tarija y todos. Sería fantástico.
Es imposible imaginarla haciendo otra cosa que no sea cantar con ese vozarrón obscuro de mezzosoprano con el que se inició en la música operística en 2008. Nos sorprendió con su primer disco en 2014, recuperando la importancia de la voz como instrumento en nuestro medio y fusionando magistralmente diferentes géneros musicales.
Es probable que SOQ no sea su mejor trabajo discográfico, porque sus metas apuntan mucho más lejos y va en ese rumbo a pasos agigantados. Se postuló a los Premios Grammy 2018 compitiendo contra Rubén Blades, Prince Royce y Romeo Santos y no ganó. Ahora va detrás de los Grammy Latinos que se realiza a fin de año.
¿Cómo cotiza una cantante boliviana que vive en Nueva York, que busca una carrera internacional? ¿Se puede vivir de la música?
Se puede vivir, sí, pero no todo es glamour. Una noche después de un concierto en Nueva York, no era un lugar bonito y llovía. Me pregunté por qué hacía todo esto… pero fue una noche esclarecedora. ¡Bendita noche! Lo hago, básicamente porque no podría hacer nada más en la vida que no sea cantar. Mi música es así como me presento: universal y boliviana.
¿Por qué buscar un reconocimiento, un Grammy?
Porque es un reconocimiento importante a tu música, al talento, al esfuerzo, a la disciplina, a aquel que ha roto fronteras. Si la música hace parte de la industria, entonces todos somos parte de la industria, se llegue o no a los Grammy. No se trata de que te validen y acepten, sino de mostrar tu arte.
¿Cuál es el precio que se paga en esta opción de vida profesional?
Es no dar alimento a ciertas relaciones de familia o pareja. Tengo una familia de sangre y otra en la música. La familia de música te comprende en ciertos aspectos y la de sangre también porque para ellos no importa si gano o no un Grammy. Pero al final sacrificas momentos con ambas familias y esto viene acompañado de una cierta soledad.
Nacida en Cochabamba, formada en el Instituto Eduardo Laredo y en Estados Unidos, con un máster en interpretación operística de la Universidad del Sur de California de Los Ángeles, Gian Carla no podría pasar desapercibida. Su capacidad, su identidad plural y versatilidad la transforman en una criatura curiosa y atrevida.
Dice que cocina, que sorbe café por las mañanas y pijcha coca chapareña, que baila salsa apasionadamente y recorre kilómetros caminando en solitario. Pudiera asombrar descubrirle algún otro gusto oculto… pero al parecer no hay nada más que le haga sentirse tan feliz, como cantar y componer.
¿Qué proyectos para Bolivia tienes en carpeta?
Vendré a Bolivia en un par de meses para grabar el videoclip de “Amorcito” y eso me tiene muy ilusionada. Tengo en mente muchas locaciones y debo pensar en vestuario y una infinidad de detalles. Mi próximo proyecto es un tributo a Matilde Casazola, a quien admiro profundamente. ¡Incluso tengo el título del disco, pero no lo diré!
¿Algún otro propósito que te quite el sueño?
Tengo esta idea en mente de poder organizar un Festival de Bolivia en el Public Theatre de Nueva York con presentaciones una vez al mes de músicos y grupos bolivianos. La música que se está haciendo actualmente en Bolivia es única y bellísima. Te imaginas rock boliviano, folklore, tinkus, jazz boliviano, ¡tenemos tanto!
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LANZAMIENTO
Sounds of Quiroga:
A Salsa, Merengue, Bachata Project
Fecha: 16 de junio 2017
Lugar: Nueva York, EEUU
Duración: 34 min.
Producción: Gian Carla Tisera y Arturo Peña
Disponible: Tiendas on line especializadas como Amazon, Cd BABY y iTunes
Temas:
Llegaste, Mi Tiguere, Broken, Rapto, La Estrategia, Te Robaré, Entra en Mí y Amorcito.
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