¿Los más ricos del mundo en pie de guerra?
DOHA PODRÍA DEPENDER MÁS DE LOS SOCIOS QUE LE QUEDAN SI UNA SOLUCIÓN DIPLOMÁTICA NO PONE FIN AL AISLAMIENTO DEL PAÍS | MIENTRAS TANTO, EL PEOR ESCENARIO SERÍA UNA GUERRA, ASEVERA UN ANALISTA DE 'FORBES'.
Arabia Saudita, Bahréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Libia anunciaron el lunes 12 de junio la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusaron de apoyar el terrorismo. Se trata de una ruptura marcadamente asimétrica si se toma en cuenta que el afectado escasamente supera los 2,7 millones de habitantes y los 11 mil kilómetros cuadrados de extensión. Sin embargo, es el país con mayor renta per cápita del planeta, 102 mil dólares, y abundancia de lujos, tanto es así que, tiene, nada menos la responsabilidad de organizar el Campeonato Mundial de Fútbol de 2022.
La coalición que aisló a los qataríes suma casi 100 veces más población y recursos, y mucha más extensión.
Además de expulsar a representantes diplomáticos, sus vecinos anunciaron el cierre de fronteras terrestres, marítimas y aéreas, dándoles a los ciudadanos qataríes nada más dos semanas para regresar a su país de origen. La tensión llegó a intimidantes movilizaciones y anuncios militares.
El cierre de la frontera con Arabia Saudita -la única frontera terrestre de Qatar- es particularmente preocupante para el país, pues es un paso clave para muchas de sus importaciones, especialmente las de comida. Valga recordar que Qatar importa el 90 por ciento de sus alimentos.
LA GRAN RIVALIDAD
La crisis, segunda en menos de tres años, vuelve a partir aguas, casi literalmente, en el eje de los países más ricos del planeta. En el fondo, Arabia Saudita parece haberse cansado de la cercanía de Qatar con su gran rival, Irán, a la que el emirato no quiso renunciar, pese a insistentes y prolongadas presiones.
Sabido es que Irán y Arabia Saudita se reparten influencias y afiebradas rivalidades en todo el oriente medio. Las actuales guerras y convulsiones en Irak, Siria, Yemen y otras regiones enfrentan normalmente a grupos armados y protegidos por ambos países. Se trata de un pleito que enfrenta visiones nacionalistas y muy especialmente, a la mayor división del islam: los chiíes (centrados en Irán) y los sunies (con su eje en Arabia).
Este rompimiento de relaciones pone de además de manifiesto profundas fisuras entre los aliados de Estados Unidos en el golfo Pérsico por cuenta de su relación con Irán. Al pleito se ha arrimado además Rusia por su cercanía con Irán, elevando las tensiones un punto más.
Si bien la ruptura de relaciones con Qatar se produjo intempestivamente, las tensiones entre Doha y sus vecinos se han estado acumulando por años. Ya en 2014, Arabia Saudita, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos retiraron durante varios meses a sus embajadores en Doha en protesta por su supuesta interferencia en asuntos internos.
Y las tensiones se agravaron hace dos semanas, luego de que medios estatales qataríes publicaran un hackeo con supuestos comentarios del emir de Qatar, Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani, en los que criticaba a Arabia Saudita.
El gobierno de Doha dijo que los comentarios eran falsos y atribuyó su publicación a "un desvergonzado crimen cibernético". Pero los vecinos de Qatar procedieron a bloquear el acceso a los sitios noticiosos de ese país, entre ellos Al Jazeera.
Según la agencia de noticias estatal SPA, los funcionarios sauditas respaldaron la medida diciendo que era necesaria para "proteger la seguridad nacional contra los peligros del terrorismo y el extremismo".
Riad -la capital de Arabia Saudita- también acusa a Doha -la capital de Qatar- de apoyar a grupos como la "Hermandad Musulmana" y colaborar con milicias apoyadas por los iraníes.
Pero Qatar asegura que las medidas son "completamente injustificadas" y no se basan en hechos comprobados. Arabia Saudita también ha sido acusada de financiar a grupos como EI, ya sea directamente o al no hacer lo suficiente por evitar que donantes privados hagan llegar dinero al grupo, algo que el gobierno de Riad también niega.
LA CRISIS
Todo se precipitó a niveles sin precedentes. La agencia estatal de noticias de Bahréin dijo que el país cortaba lazos con Qatar por "agitar la seguridad y la estabilidad de Bahréin y entrometerse en sus asuntos". Emiratos Árabes Unidos, por su parte, le dio a los diplomáticos qataríes 48 horas para abandonar el país.
Las autoridades de Abu Dabi acusan a las de Doha de "apoyar, financiar y alentar el terrorismo, el extremismo y las organizaciones sectarias", dijo la agencia estatal de noticias de EAU, WAM.
Los países del Golfo (Arabia Saudita, EAU y Bahréin) también les dieron a los ciudadanos qataríes dos semanas para abandonar sus territorios. Los tres aliados anunciaron además el cierre de su espacio aéreo para Qatar Airways, que ya suspendió sus vuelos a Arabia Saudita.
Las aerolíneas Etihad Airways, Emirates y FlyDubai, por su parte, dijeron que iban a suspender todos sus vuelos hacia y desde Doha a partir del martes temprano. Egipto también cerró su espacio aéreo y puertos para todo el transporte qatarí, señaló en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio.
La coalición árabe liderada por Arabia Saudita, que lucha contra los rebeldes hutíes en Yemen, también expulsó a Qatar de su alianza debido a las "prácticas que fortalecen el terrorismo" de Doha y su apoyo a grupos como "al Qaeda y Estado Islámico, así como tratar con las milicias rebeldes", según SPA.
Los dos factores clave en la decisión de este lunes, sin embargo, son los supuestos vínculos de Qatar con grupos islamistas y milicias apoyadas por Irán, el gran rival regional de Arabia Saudita. Si bien Qatar es parte de la coalición internacional contra el grupo autodenominado Estado Islámico liderada por EE.UU., el gobierno de Doha se ha visto constantemente obligado a negar acusaciones de que apoya financieramente a EI.
Se cree, sin embargo, que tanto ricos qataríes como el mismo gobierno han apoyado financieramente a grupos islamistas en Siria. Y Qatar también ha sido señalado de vínculos con el grupo antes conocido como Frente Nusra, un afiliado de al Qaeda. El comunicado saudí acusa a Qatar de apoyar a esos grupos, así como a la "Hermanada Musulmana", además de "promover el mensaje y planes de esos grupos constantemente a través de esos medios".
¿FORTALECIDOS POR TRUMP?
Según un experto en temas del golfo Pérsico entrevistada por la agencia Reuters, el reciente viaje del presidente estadounidense Donald Trump a Arabia Saudita, parece haber convencido a este país y sus aliados de que había llegado el momento de lidiar "con el enfoque alternativo" exhibido por Qatar en estos asuntos.
Durante su visita Trump instó a los países musulmanes a que asumieran el liderazgo en la lucha contra la radicalización y culpó a Irán por la inestabilidad en el Medio Oriente.
"Y parece que sauditas y emiratíes se sienten fortalecidos por el alineamiento entre sus intereses regionales -hacia Irán y el islamismo- y los de la administración Trump", le dijo a Reuters Kristian Ulrichsen. El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, le pidió sin embargo a los países resolver sus diferencias mediante el diálogo.
Qatar está tratando de "encontrar un camino" para salir del aislamiento "súbito y económicamente peligroso" impuesto por sus vecinos de Oriente Medio, por su supuesto apoyo a grupos terroristas, escribió el analista Ralph Jennings.
En su nuevo artículo para 'Forbes', este experto presentó posibles escenarios del desarrollo de los acontecimientos en la región, de los cuales el peor es una guerra. Qatar puede "defender su presunto apoyo" a Hamas y los Hermanos Musulmanes. Entonces, los detractores de esos grupos, como Arabia Saudita, "se enojarían, aumentando la presión diplomática o económica" sobre Doha. Como consecuencia, uno de los presuntos grupos terroristas que apoya podría "sentir la presión y bombardear algo en alguna parte". Qatar "asumiría la culpa y podría ser golpeado nuevamente", aseveró el analista.
(Con datos de BBCmundo, RT y ElMundo)