¿Prisión? la sombra de la corrupción persigue a Cristina Kirchner
La ola de procesos judiciales contra exautoridades del Partido Justicialista que gobernó Argentina durante más de una década llegó a su máximo nivel. Las autoridades judiciales ya habían sorprendido no sólo por haber canalizado cientos de procesos, especialmente por casos de corrupción, sino por haber dispuesto la detención de ex altas autoridades.
Basta recordar el caso del exvicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner, Amado Boudou, y del exmano derecha de la exmandataria, el ministro de Planificación, Julio de Vido, cuyo caso resulta el más aleccionador, pues de nada le sirvió ser parlamentario (como Cristina lo es ahora), ya que fue desaforado en tiempo récord por el Congreso. Pero ese no era el límite.
Un juez procesó la semana anterior a la expresidenta y pidió su desafuero como senadora para poder detenerla por el presunto encubrimiento de Irán en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). El magistrado federal Claudio Bonadio investiga si un “memorándum de entendimiento” firmando por el gobierno de Fernández con Irán buscó proteger a ese país, acusado por ataque con bomba contra la sede judía que causó 85 muertes, en 1994.
Bonadio acusa a la expresidenta de “traición a la patria”, figura penal que lleva una pena de entre 10 y 25 años de prisión. Según fuentes judiciales citadas por la agencia oficial Télam, el juez ordenó la prisión preventiva por considerar que debido a sus contactos, Kirchner puede “entorpecer la causa”.
CINCO DETENIDOS
Bonadio también ordenó el arresto preventivo del exsecretario de Legal y Técnica del gobierno kirchnerista, Carlos Zannini, quien ya fue detenido en el sur del país, y pidió la detención domiciliaria del excanciller Héctor Timerman, quien se encuentra en un delicado estado de salud. Otras tres personas, asociadas al kirchnerismo, también fueron detenidas en la causa.
Fernández está ya imputada en cuatro causas judiciales —tres de ellas iniciadas por el mismo juez Bonadio—, pero hasta ahora no se había pedido su detención. Eso entre lo más avanzado, pues cursan contra ella otros 294 procesos abiertos desde hace varios años.
El peso del caso del presunto encubrimiento a Irán en la causa AMIA suma varios agravantes. Era la base de la denuncia que presentó el fiscal Nisman en enero de 2015, antes de ser asesinado. La denuncia había sido desestimada por la Justicia, pero la causa fue reabierta en diciembre de 2016 y la investigación pasó a manos de Bonadio.
Pero, si bien la posibilidad de que la exmandataria sea vista entre rejas implicará, en el más acelerado de los casos, esperar por lo menos cuatro meses por las complejidades de caso AMIA, el peso de las decisiones del juez Bonadio golpea seriamente la imagen de Fernández de Kirchner.
¿DESAFUERO?
El pedido de desafuero deberá ser analizado por la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado que tiene 60 días para expedirse. Luego, si el pedido avanza, el Senado tiene 180 días para decidir a favor o en contra. Si vota a favor, se requerirá de dos tercios.