Feminismo para dummies
No deja de llamarme la atención la abrumadora cantidad de torcidas interpretaciones, conceptos errados y comparaciones sin fundamento que escucho con frecuencia sobre la definición de feminismo. Las escucho hasta el cansancio, con mayor incidencia en las típicas charlas entre amigos hombres en franca guerra contra el feminismo, sin que por ello deje de tener peso un significativo número de mujeres que refuerzan esa lectura.
Las más comunes de estás aberraciones conceptuales son las consabidas “no soy ni machista ni feminista”, “feminismo es machismo a la inversa” o “feminismo y machismo son posiciones radicales”.
Es urgente aclarar, primero, que la sola comparación de ambos conceptos desnuda una profunda ignorancia, en línea con ese pésimo hábito de opinar a viva voz sin siquiera haberse pasado el trabajo de leer mínimamente al respecto, en busca de una básica exploración conceptual.
¿Qué tal si intentamos aclarar la situación? Entonces, vamos por partes: conceptos y definiciones hay muchas, pero básicamente el FEMINISMO es la defensa de la igualdad de derechos y equidad de oportunidades para todos los seres humanos, sin distinción alguna, dónde el género, cualquiera que sea, deje de reforzar estructuras jerárquicas, injustas, desiguales o violentas. Vale la pena notar en la definición que se trata de una causa para beneficio de todas las personas, no solamente de las mujeres.
Por otro lado, el MACHISMO es en sentido amplio, considerar a las mujeres como seres inferiores a los hombres, desde cualquier perspectiva imaginable: social, política, cultural, sexual, etc. Esta consideración justifica y perpetúa incontables formas de dominación, control, e incluso ejercicio de violencia hacia las mujeres y hacia todo lo que representa el universo femenino.
Después de haber hecho esta clara distinción, nadie en su sano juicio se atrevería a lanzar los exabruptos comparativos entre ambas definiciones. En la práctica, el feminismo nunca ha matado a nadie, mientras el machismo mata cada día… y esto no es una exageración, a diario en este mundo hombres acaban con la vida de mujeres por el simple hecho de ser mujeres.
Desde la perspectiva histórica, hoy en día gracias al feminismo, las mujeres pueden ejercer el voto, participar de cargos políticos y ser escuchadas, acceder a educación de calidad y a fuentes de trabajo de manera más equitativa, y consecuentemente lograr independencia económica. Todo ello es pues el resultado de las luchas feministas, avances sin duda positivos, gracias a los cuales hoy vivimos en un mundo más incluyente. Una vez comprendido esto, queda en evidencia que comparar machismo con feminismo sólo puede responder a ignorancia o a una decisión intencionada de descalificar y estigmatizar una causa que no se es capaz de entender.
Si revisamos la definición de feminismo arriba desglosada, nos daremos cuenta de que feminismo nada –absolutamente nada– tiene que ver con plantear algún tipo de superioridad u odio hacia los hombres o hacia el universo masculino. Feminismo es, después de todo, despojar también a nosotros los hombres de tantos hábitos y conductas que perpetúan injusticia y desigualdad; consecuentemente, los hombres también somos directamente beneficiados por las luchas feministas.
Por último, abordar esta reflexión conlleva necesariamente a citar el extendido término de “feminazi”, un engendro conceptual categóricamente misógino, racista y que por sobre todo devela un cartel de “ignorante” en la frente de quien haga su uso para referirse a las mujeres que dedican incluso sus vidas por construir un mundo más justo y equitativo, insultando y descalificando una causa tan importante. En lugar de criticar de forma tan destructiva y sin fundamento ni conocimiento alguno, recomiendo ir más allá de estas líneas e informarse y sumarse a una lucha absolutamente relevante para nuestra civilización.
¡Basta de estigmatizar al feminismo!
EMPODERAMIENTO
NO TIENE NADA QUE VER CON PLANTEAR SUPERIORIDAD U ODIO HACIA LOS HOMBRES.
BERNARDO PONCE ASIN
Comunicador Social
Facebook: Bernardo Ponce Asin