Fue en Potosí cuando David Santalla perdió el buen humor
Luce bien y saludable. Cualquiera que vea a David Santalla Barrientos, (78), no podría creer que hace tres años estaba en un coma inducido a consecuencia de una hemorragia cerebral que casi le cuesta la vida.
Hoy,no sólo se ha recuperado, sino que ha comenzado una nueva vida. Se ha casado y confiesa sentirse feliz.
Su característica, prácticamente su sello personal, es el humor.
Con más de medio siglo en el teatro, y con personajes tan conocidos como Salustiana, don Enredoncio y Toribio, Santalla es asociado a la risa.
“Sí, claro. Me hace reír”, cuenta su esposa, Sandra Saavedra Urizar, “tiene una gracia tan natural que ni siquiera podemos discutir. Estamos discutiendo, veo sus gestos y no puedo aguantarme: me pongo a reír”.
Como toda pareja, ellos tienen discusiones, pero nunca llegan demasiado lejos. Sandra cuenta que, un día, él simplemente se levantó y le dijo que se iba “pero lo hizo con una cara que yo me deshice a carcajadas”. Se sintió descubierto en su broma y se quedó.
Hablar con ellos es conocer detalles de su vida de casados. “¿Qué es lo que no debo publicar?”, preguntó. “No publiques que no me comí el postre. Puedes publicar lo que quieras porque nosotros somos muy transparentes y no ocultamos nada”, responde ella .
Y es así que los detalles de su noviazgo, iniciado en marzo de 2017, y su posterior boda, en septiembre de ese año, son conocidos por mucha gente. Ella, tras su retorno de España, estaba deprimida, en su casa, cuando su madre le pidió que la acompañara al teatro a comprar entradas para una función de “Santallazos”. Fue de mala gana, sin imaginar lo que le deparaba el destino. Él la vio llegar y se prendó de inmediato. Le pidió su número y después le llamó. Fue amor y del bueno. “¡Ay, Dios mío! ¿por qué seré tan sexy?”, bromea él mientras se acaricia las mejillas.
Cuentan que comenzaron de cero, pero ya tienen un lugar propio. Allí tienen un ventanal en el que fingen que están en diferentes lugares. A veces París, a veces Londres… a veces La Paz. Ya superaron la curiosidad de la gente por su diferencia de edad, una que sólo se hace evidente en las fotos. Tienen tres perros y, cuando David planteó que ella se quede a cuidarlos cuando él salga de gira, ella se negó rotundamente. “Yo me casé para estar con él, compartir su vida”, justifica.
Por eso es que se los ve siempre juntos, incluso en el tablado. Para el reestreno de “Imilla metete cama adentro”, Sandra hizo el papel de Mireya, la novia de Toribio, y así recorren el país junto al resto del elenco de “Santallazos”.
PROTESTA Y RESPUESTA
Hace 10 días “Santallazos” llegó a Potosí y presentó sólo una de las funciones que tenía programado. David Santalla explicó el motivo en un video difundido el domingo por Internet, en el que el humorista tiene un breve acceso de enojo.
Ocurre que cuando el artista quiso alquilar el Teatro IV Centenario, el único con el que cuenta Potosí para espectáculos de artes escénicas con carácter masivo. Le pidieron 4.000 bolivianos por el alquiler y otros servicios. Le exigieron garantía y pago por adelantado… Y el teatro en cuestión no estaba en las mejores condiciones. “Tiene que haber mantenimiento, señores. Tiene que haber mantenimiento”, reclamó.
Respuesta
En respuesta, el propio gobernador de Potosí, Juan Carlos Cejas, apareció públicamente después para lamentar la actitud de Santalla a la que calificó de “abusiva”. Dijo que él recorrió las instalaciones del teatro como si fuera un inspector, sin pedir permiso, y llegó a forzar una puerta. Añadió que eso incluso podría dar lugar a que se le inicie una acción legal. Otro hecho que se expuso fue que, según las autoridades, el actor le habría arrojado los billetes en la cara al administrador del teatro.
La versión de las autoridades apuntaba a descalificar la actitud del actor porque, según se dijo, no se perjudicaba a éstas, sino al departamento. Empero, en todas sus intervenciones, Santalla dejó en claro que sentía respeto por Potosí y su gente y sólo se quejaba por las autoridades.
Admitieron que el teatro tiene algunas fallas y anunciaron que, para subsanarlas, lo cerrarán por algún tiempo. Eso dejará a Potosí sin un escenario adecuado para las artes escénicas, así sea temporalmente.