Santa Fe un SUV que parece consagrado al éxito
Pablo Vargas Zec
Casi como un dogma, como un credo. Como una cuestión divina, cuando se alinean cuestiones sacras.
La marca coreana Hyundai eligió uno de los puntos más reconocidos del altiplano sudamericano para lanzar un modelo relevante para su portafolio de productos, uno de sus buques insignia en el cada vez más apetecido segmento de los SUV. En San Pedro de Atacama, en Chile, el fabricante asiático presenta la cuarta generación de su Santa Fe.
El realce para hacer un lanzamiento regional, donde se reunieron representantes de una docena de países latinoamericanos desde Puerto Rico al sur, es que el SUV se renueva totalmente, no sólo acentuando el family feeling estético que lo emparenta con el resto de la gama del fabricante, sino también mostrando identidad propia, atractiva y con argumentos para extender los éxitos conseguidos desde su aparición, hace 18 años.
Esta nueva Santa Fe se presenta como un modelo bien logrado, sólido y seductor.
El desafío de renovar este modelo no resultaba sencillo. Desde 2000, cuando se estrenó, y con las siguientes generaciones, de 2006 y 2012, el Santa Fe ha comercializado más de cuatro millones de unidades en todo el mundo. Por eso, para mantener ese posicionamiento, la tarea de renovarlo representaba un desafío que Hyundai ha superado con honores.
A primera vista, el Santa Fe encanta. Por lo pronto, luce la parrilla hexagonal que caracteriza a los últimos modelos de la casa coreana, que se presenta con caída en forma de cascada, pero que por sobre todo aporta imponencia.
Además, tanto adelante como en la zaga, los juegos ópticos están divididos en dos, separados por parachoques grandes, que aportan robustez y presencia.
Desde la vista lateral, una línea señala el perfil, dibujándolo de foco a foco. Eso, sumado a pasos de rueda muy marcados y detalles cromados en las puertas, enfatizan la personalidad del nuevo Santa Fe, identificable a primera mirada. Un punto totalmente a favor, sin dudas.
DE ADENTRO HACIA AFUERA
Si por fuera deja una buena impresión, por dentro el nuevo Santa Fe se luce aún más.
Desde la marca explican que el trabajo de diseño se realiza bajo el concepto “Calm-Tech for quality time”, el que se traduce como un producto que está orientado hacia los ocupantes del vehículo, que enfatiza la comodidad y la habitabilidad a través de la tecnología.
Al margen de detalles como el Head Up Display, la palanca de cambios más pequeña o las pantallas que ofrece según versión, este nuevo Santa Fe cuenta con la opción de tres corridas de asientos. A la tercera, se puede acceder con tocar un botón, facilitando la vida de quienes van en la última fila.
Aunque el modelo crece en tamaño, el aumento de ancho y largo es casi sutil, con uno y siete centímetros, respectivamente, manteniendo la altura que tenía la tercera generación. Claro que al aumentar la distancia entre ejes, aumenta en 40 litros la capacidad de carga del maletero y, sobre todo, el espacio para los pasajeros de la segunda y de la tercera corrida de asientos.
La insonorización del habitáculo es notable, tanto como el espacio interior, que permite viajes largos en muy cómodas condiciones.
Además, el espíritu Calm Tech de este Hyundai se ve en la seguridad y tecnología desplegada en el SUV.
Todas las versiones cuentan con doble airbag frontal, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y asistente de partida en pendiente (HAC), control de estabilidad (ESP), sensores de proximidad traseros y anclajes Isofix. Las variantes más equipadas suman a esto el asistente de descenso (DBC), control de tracción avanzado H-Trac (en las versiones 4x4), alerta de punto ciego y, como primicia para la industria, la innovadora alerta de pasajeros traseros. Los últimos dos elementos sólo disponibles en las versiones Limited.
El equipamiento de serie es abundante e incluye radio táctil de 7 pulgadas con Apple Carplay y Android Auto, cámara de retroceso, Keyless entry con llave inteligente plegable, entre otros de una pléyade de elementos que contiene este modelo.
VARIEDAD DE VERSIONES
El nuevo Hyundai Santa Fe tiene varias alternativas de motores, las que estarán disponibles según las necesidades de cada mercado latinoamericano. Hay una motriz de 2,4 litros, que entrega 170 hp y 225 Nm de torque a 4.000 rpm. Este bloque puede ir asociado a una transmisión manual o automática de seis marchas, y a un sistema de tracción simple o 4WD, según la versión.
Las variantes diésel, en tanto, equipan un motor de 2,2 litros, que genera una potencia de 197 hp a 6.000 rpm y un par motor máximo de 440 Nm a las 2.750 rpm. Según la versión, este propulsor puede ir acoplado a una caja manual de seis relaciones o a una automática de ocho velocidades, dos cambios más que la versión anterior, y a un sistema de tracción simple o doble.
Además, hay disponibles dos opciones bencineras más, de 2,4 litros GDI de 188 hp, y de 3,5 litros y 280 hp.
Exigido en los más de 2.500 metros sobre el nivel del mar del altiplano, el Hyundai Santa Fe se lució, superando todo tipo de obstáculos con holgura y prestancia. Como si su nombre, mezcla de cuestiones sacras, le hubiese dado una bendición para extender su éxito.
Estará disponible en Bolivia a partir de septiembre.