Automedicación: las consecuencias del “doctor clic”
En una época en la que tenemos más alcance y mayor información sobre medicina, paradójicamente las consecuencias en nuestra salud suelen ser, en muchos casos, negativas debido a tratamientos estandarizados que encontramos online o en las visitas rápidas a las farmacias. ¿El motivo? Pues, las consultas improvisadas son más económicas que en las de los centros de salud, además no hay que hacer filas para obtener las respuestas que buscamos. Si bien las noticias falsas suelen tener mayor alcance, el efecto de aquellas relacionadas con la salud pueden tener consecuencias nocivas.
CONSULTAS EN LÍNEA
Haider Warraich, en su artículo “Doctor Google miente” para The New York Times, describe el caso de una mujer que sufrió un ataque cardiaco a consecuencia de no haber cumplido con un tratamiento de estatinas para controlar sus niveles de colesterol. La misma había leído en internet cosas terribles acerca de los efectos de estos medicamentos y prefirió evitarlos.
“Estos fármacos se han convertido en el blanco de un grupo discrepante en línea que incluye fanáticos paranoicos, gente que vende terapias alternativas y aquellos que sólo buscan obtener clics”, afirma. Además advierte acerca de las exageraciones que estos grupos hacen acerca de los efectos de los fármacos, “son poco frecuentes y fomentan aseveraciones infundadas, desde afirmar que las estatinas provocan cáncer hasta sugerir que un nivel bajo de colesterol es dañino para la salud”.
Son numerosos los sitios web que ofrecen atención médica las 24 horas, con respuestas en minutos de “médicos certificados”. El paciente sólo debe describir sus molestias en la casilla indicada y de inmediato podrá interactuar con un doctor en línea, quien generalmente se encuentra en otro país.
¿Existe la certeza de ser atendido por un verdadero profesional?, ¿Qué puedo hacer si la consulta no fue de ayuda? En el último caso el usuario puede otorgar una mala calificación al sitio y describir la ingrata experiencia, eso es todo.
FARMA-CONSULTAS
Los farmacéuticos no tienen autorización para recetar medicamentos, y menos para diagnosticar a sus clientes. Pero día a día estos profesionales se topan con situaciones delicadas que los ponen “entre la espada y la pared”.
Así lo explica Jaime, mientras atiende una farmacia de barrio en la zona norte de nuestra ciudad: “Los abuelitos vienen y me dicen ‘doctorcito grave me duele este mi pie, pincharime pues’, entonces ¿cómo no voy a atender a un ancianito que no tiene tiempo ni energía para ir a sacar una ficha al hospital?, o a las mamás que vienen con sus hijitos con fiebre…a veces es cuestión de solidaridad”. Agrega que por lo general es “gente humilde” (de escasos recursos) la que acude a la farmacia incluso refiriéndose a él como “doctor”.
Sin embargo, desde su experiencia admite que al aliviar molestias menores en sus clientes, como dolores de cabeza o estómago, los mismos abandonan la idea de acudir a un médico profesional. Generalmente regresan a la farmacia con los mismos síntomas, pero a pesar de la recomendación de visitar a un profesional las personas continúan buscando alivios rápidos.
DISFRAZ DE MALES MAYORES
El alivio inmediato a síntomas leves puede ser un arma de doble filo, ya que los primeros signos de algunas enfermedades suelen ser simples, como fiebre, sudores nocturnos, cansancio, manchas en la piel, etc.
Si uno está acostumbrado a buscar respuesta en consultas en línea, amigos o en las farmacias demorará en recurrir a un médico.
La falta de recursos económicos hace que algunas personas opten por productos más baratos que muchas veces son de contrabando, como algunos remedios sellados asiáticos, frascos vitamínicos, pomadas y otros medicamentos inocuos. Estos producen un efecto placebo en los pacientes, retardando la solución a sus problemas de salud.
EFECTOS COLATERALES
Algunos fármacos que son ingeridos sin consulta previa pueden producir únicamente daños en nuestro cuerpo. “Por ejemplo, el cloranfenicol produce una aplacia medular a largo plazo, no es que hoy día tome el medicamento y tenga este efecto, sino que recién se lo percibe a los seis meses. Entonces, en el transcurso del tiempo la gente no relaciona la ingesta del medicamento con el mal adquirido”, explica el médico Daniel Uriona.
Los tratamientos naturales y otros remedios recomendados por las redes sociales también provocan resultados negativos. Internet ofrece un tratamiento para cientos de millones de personas que son diferentes en todo el mundo.
PERSONALIZAR LOS TRATAMIENTOS
Cada individuo goza de un ritmo de vida particular, alimentación y rutina únicos. El efecto negativo que produce la automedicación, las consultas médicas vía web y el consumo indiscriminado de ciertas terapias naturales se genera por la ausencia de tratamientos individualizados.
“Yo creo que el internet a la medicina le ocasiona más perjuicios que beneficios. Ocasiona perjuicios toda vez que manda mensajes un poco globalizados y superficiales, queriendo indicar más o menos una patología que puede ser o no, entonces el internet le hace un flaco favor al paciente”, agrega Uriona.
Entre los principales problemas ocasionados por la falta de asesoramiento médico están: toxicidad, falta de efectividad, dependencia o adicción, interacciones con otros medicamentos, resistencia a los antibióticos y la mala dosificación.
EN EL MUNDO FITNESS TAMBIÉN
Las noticias médicas falsas y la automedicación también afectan a los fanáticos del “body training”. Las promociones de suplementos vitamínicos, potenciadores musculares e incluso extrañas infusiones han invadido las redes sociales bajo la promesa de esculpir figuras.
Por ejemplo, en el caso de la afamada nuez de la India, “el aumento de frecuencia de las deposiciones que se puede producir por el uso de este producto, disminuye la absorción de nutrientes a nivel del intestino; hay pérdida importante de agua y deshidratación, y además una pérdida de electrolitos importantes para distintos procesos del organismo (...), podrían generarse incluso alteraciones del ritmo cardiaco o arritmias. Es por ello que se ha prohibido en varios países”, explicó en Chile Alfredo Molina, miembro del equipo directivo del Centro de Políticas Farmacéuticas (CEPFAR) para una entrevista con Infobae.
ENCUESTA
En un sondeo realizado a través de la página web de Los Tiempos, los usuarios fueron consultados acerca de la primera acción que toman al sentir molestias en su salud. La mayoría respondió que suele acudir primero a la farmacia, luego están los que dijeron que recurren a un profesional y los que optan por realizar consultas en internet.
Sin embargo, la cantidad de usuarios en cada uno de estos grupos fue similar, presentando porcentajes de 31, 29 y 25%. Lo cual refleja que la inmediatez por resolver ciertas problemáticas en nuestra salud se apodera cada vez más de nuestra rutina.